El gigante japonés de servicios financieros SBI Holdings anunció en un comunicado de prensa lunes 20 de agosto, que había hecho una segunda inversión en el problemático intercambio de criptomonedas LastRoots.

El SBI, que el mes pasado abrió su propia bolsa de criptodivisas después de obtener la licencia regulatoria, sin revelar el monto de la inversión, sigue a su inyección de efectivo inicial en diciembre de 2017.

“Nos estamos preparando para fortalecer nuestro equipo interno para registrar el negocio de cambio de moneda virtual", explicó la compañía en el comunicado sobre sus planes para LastRoots.

LastRoots ha tenido que hacer cambios drásticos en su modelo de negocio de acuerdo con los estrictos requisitos regulatorios bajo el nuevo esquema de licencias de Japón, una de las bolsas señaladas por los reguladores para su mejora el jaqueo de Coincheck de $530 millones en enero de este año.

SBI ayudará en el esfuerzo, dice, enviando a sus propios ejecutivos para poner las prácticas al día y poner la plataforma en línea con la regulación.

Su personal "fortalecerá el sistema de gestión... soportará el [proceso de] registro de negocios de cambio de criptomonedas y el crecimiento del negocio", explica el comunicado.

La semana pasada, la Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA), que supervisa la mejora cambiaria y el proceso de otorgamiento de licencias, publicó los resultados de sus inspecciones in situ, que han estado ocurriendo durante los últimos meses.

A partir de ahora, las inscripciones de nuevos operadores de cambio serán posibles una vez más, afirmaron los medios de comunicación locales, y la FSA agregó que, no obstante, estarán sujetas a un mayor escrutinio desde el principio.