Ha transcurrido ya casi en su totalidad el 2016 y Bitcoin todavía no presenta avances hacia la escalabilidad de su red. El tamaño del bloque, que hace un par de años surgió a la luz como una simple preocupación entre los mineros y desarrolladores, es hoy la piedra en el zapato de todo bitcoiner que padece una velocidad de confirmación de las transacciones cada vez más lenta y comisiones de red alcanzando montos cada vez más difíciles de creer.

Posteriormente, surgió en la comunidad de desarrolladores una división en cuanto al mecanismo más efectivo de lograr garantizar dicha escalabilidad a futuro. Algo que inicialmente pintaba como un simple debate de ideas pero luego se convirtió en la primera guerra declarada dentro de la comunidad de Bitcoin, dejando claro así que la llegada de una solución al conflicto sería bastante difícil de lograr y por ende los tiempos para la implementación en el protocolo de una alternativa que resuelva los actuales obstáculos, serían más amplios de lo esperado.

Y en medio de todo el conflicto generado entre los desarrolladores, y en menor tamaño entre los grupos de minería, la comunidad terminó enfocándose más en el conflicto que en la búsqueda de una solución. A la postre, tenemos hoy día a la red Bitcoin más lenta y con las comisiones más altas desde que surgió en el 2009, y no por simples efectos de la creciente adopción y uso, sino claramente por la falta de implementación de soluciones concretas. Lo que yo personalmente incluso me atrevo a calificar de abandono.

Las alternativas para la escalabilidad

La división en la comunidad de desarrolladores produjo una serie de opciones que presentaba cada una su propuesta para resolver el problema de los largos tiempos en la confirmación de transacciones y los cada vez más altos costos de comisión de la red. Los clientes Bitcoin Classic, Bitcoin XT y Bitcoin Unlimited fueron los que mayor apoyo y popularidad ganaron como para ser considerados alternativas a la mayoritaria opción de Bitcoin Core.

Con el pasar del tiempo solamente se mantuvo en carrera Bitcoin Unlimited, esto debido que tanto XT como Classic cayeron en la diatriba política donde sus principales impulsores, Mike Earn y Gavin Andresen respectivamente, fueron ridiculizados por los defensores de Bitcoin Core y por parte de la comunidad de usuarios de Bitcoin. Mientras, Bitcoin Unlimited se enfocó en trabajar en soluciones reales y aplicables en varios niveles del protocolo de Bitcoin.

Actualmente los clientes de Bitcoin Core y Bitcoin Unlimited son las dos opciones que disputan la mayoría del apoyo de los mineros de la red, no obstante la mayoría es bastante amplia con respecto a Core. Mientras que Unlimited presenta la implementación de límites flexibles para el tamaño de los bloques y la optimización de los tiempos de propagación de los nodos mediante la técnica de Xtreem Thinblocks, su contraparte Core apuesta por implementar Segregated Witness (que ya fue lanzado), Compact Blocks (similar a Xtreem Thinblocks) y Lightning Network, una red paralela a la blockchain de Bitcoin que aceleraría no solo la velocidad de las confirmaciones de la red, sino que también aumentaría el número de transacciones por minuto.

La propuesta de Bitcoin Core es claramente mucho más ambiciosa y apuesta por un Bitcoin mucho más cercano a competir con los métodos de pago tradicionales como por ejemplo VISA, MasterCard y PayPal; que efectúan millones de transacciones por segundo mientras que Bitcoin no supera siquiera las 10 transacciones en el mismo lapso de tiempo. Mientras, Bitcoin Unlimited apuesta por la escalabilidad a pasos no tan agigantados, priorizando una evolución a su juicio proporcional a la adopción de la red y que se resuelva los inconvenientes presentes antes de enfocarse en los futuros.

Segregated Witness entra en escena

La principal apuesta de Bitcoin Core es la Lightning Network, no obstante el primer paso hacia esta red pasa por la implementación de la versión 0.13.1 de su cliente, la cual incluye Segregated Witness (también conocido como SegWit) y otras implementaciones que servirían como abrebocas para preparar la llegada de Lightning Network.

Esta versión que contiene SegWit ya ha sido lanzada a la red y espera la aprobación del 95% de los mineros para ser activada en modo softfork (la modalidad preferida por Bitcoin Core para realizar modificaciones al protocolo). Entretanto, la propuesta de Bitcoin Unlimited ha venido ganando cierto apoyo y logró acumular hasta un 15% del poder de procesamiento de la red recientemente, aun así sigue siendo un porcentaje bastante pequeño que quizás no llegue a ser suficiente como para hacer frente a la propuesta de Core.

Segregated Witness propone la reducción de información concerniente a las firmas de las transacciones en cada bloque, logrando que se optimice de esta manera los datos que se almacenan en cada bloque y así llegar a dar mayor espacio a nuevas transacciones. Se estima que esta técnica podría aumentar hasta 4 veces la cantidad de transacciones que se introduciría en cada bloque, lo cual sin duda sería una gran noticia para el ecosistema ya que reduciría en gran forma los tiempos de espera para que las transacciones sean registradas en la red.

Bitcoin Core llegó a reunirse e inicios de año con vario de los mineros más importantes de la red en China, pactando un cronograma que incluía el lanzamiento de SegWit para el mes de abril y, de contar con el apoyo necesario, la aplicación de un hardfork para llevar los bloques a 2MB. Como podemos observar SegWit llega con 6 meses de retraso y la opción de la bifurcación pareciera estar muerta por completo luego de lo que se vivió en la plataforma de Ethereum, que sigue aterrando a muchos usuarios de Bitcoin.

Aun así, son posibilidades que deben ser tomadas en cuenta en caso de que SegWit no logre el apoyo necesario y Bitcoin Unlimited consiga ganar terreno y establecerse como opción mayoritaria en la red de Bitcoin. Ante la posibilidad de ejecutarse un hardfork en la red, es responsabilidad de la comunidad de usuarios de manejar la situación de la mejor manera.

Una lección que se debe aprender

Este debate respecto al tamaño de los bloques de la red es seguramente un obstáculo más en la historia de Bitcoin, luego de los ataques sufridos con respecto al portal Silk Road, la caída de la casa de cambio Mt Gox, la explosión de la gran burbuja en el 2014 y otros más. Sin embargo, esta situación es sin duda la primera que ha generado una división notable dentro de la comunidad de usuarios, algo que hasta ahora no se había observad ante alguna situación adversa.

La lentitud en la respuesta de la comunidad en general, ha causado que este debate por la escalabilidad de la red se haya tardado mucho más de lo debido en encontrar una solución. Inclusive llegando a caer dentro del terreno mediático y amarillistas con sucesos nada productivos y que sospechosamente se creen estar relacionados con la diatriba política (la aparición de Craig Wright, por ejemplo). Esto nos ha mostrado que como comunidad actualmente no estamos tan comprometidos como deberíamos en la solución de los problemas de la red, y los efectos sufridos nos han traído a peste final de año con un Bitcoin cada vez más lento, más costoso en comisiones, subvalorado en el mercado y con un desinterés creciente que ha sido aprovechado por diversas altcoins.

La comunidad de Bitcoin debe aprender a presionar a sus líderes de manera más fuerte y fructífera, que las soluciones a los obstáculos que se consigan de forma más rápida, sin menos politiquería y con muchos más involucramiento de los usuarios. La mayor parte de la diatriba política se ha generado por las diferencias de los líderes que luego fue copiada entre los usuarios, y si hablamos de una red descentralizada donde cada miembro posee una cuota de poder, pareciera que no todos lo internalizan aún y/o no están dispuestos a hacer sentir su responsabilidad dentro de la comunidad al momento de resolver conflictos.

Esta etapa donde debemos superar el debate de la cadena de bloques tiene que sentar un precedente interno donde la comunidad pueda aprender en que la división no solo puede forzar la pérdida de confianza en la criptomoneda, sino también la ralentización en la implementación de soluciones para garantizar una sana evolución de Bitcoin.