El gigante bancario estadounidense Goldman Sachs y su ex socio Mike Novogratz, ahora director general de la firma de criptoinversión Galaxy Digital, han invertido recientemente en el servicio de criptocustodia estadounidense BitGo, informa Bloomberg el miércoles 18 de octubre.

En total, el redondeo de fondos de la serie B de BitGo ha aportado $58,5 millones. Según Bloomberg, Goldman Sachs y Novogratz contribuyeron juntos con cerca de $15 millones, ya que sus clientes muestran un creciente interés en las criptomonedas.

Bloomberg señala que BitGo logró recaudar un total de $70 millones en todas sus rondas de recaudación de fondos. La importante inversión de dos empresas afiliadas a Wall Street podría ayudar a BitGo a atraer a más inversores ricos en el futuro, cree Bloomberg.

BitGo es una empresa americana de seguridad de cripto billeteras y cadenas de bloques fundada en 2013. Como Cointelegraph escribió anteriormente, en septiembre, la compañía recibió una carta de constitución de una compañía fiduciaria estatal de la División de Banca de Dakota del Sur, convirtiéndose así en un custodio calificado para criptos.

Goldman Sachs también ha considerado la posibilidad de crear su propia criptocustodia. En agosto, informaron a Bloomberg que la empresa pretende ofrecer varios productos vinculados a los activos digitales "en respuesta al interés de los clientes". Las fuentes anónimas agregaron que tener una operación de custodia también podría llevar a Goldman Sachs a otras empresas, incluyendo servicios de corretaje de primera línea.

Además, el gigante bancario estadounidense lideró recientemente una ronda de financiación estratégica de $25 millones para la startup de pagos en blockchain, Veem, que utiliza tecnología de contabilidad digital para aumentar la eficiencia de los pagos de las pequeñas empresas, y uno de los funcionarios de Goldman Sachs se unió a su junta directiva.

A finales de septiembre, Novogratz, conocido por sus optimistas pronósticos, comentó sobre la decisión de Fidelity Investments de publicar una solución de custodia adaptada a los inversores institucionales, afirmando que los custodios de criptos necesitan más pruebas antes de alcanzar un interés masivo basado en la confianza de los inversores.