Un agente de la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos ha notado que el papel de Bitcoin (BTC) en crímenes ha disminuido a solo el 10 por ciento de las transacciones, mientras que las transacciones mismas "han crecido tremendamente", informa Bloomberg el 7 de agosto.

En una entrevista, la agente especial de la DEA, Lilita Infante —quien es miembro de la Fuerza de Investigación Cibernética de 10 personas— dijo que la proporción de transacciones de Bitcoin legítimas a ilegítimas había cambiado en los últimos cinco años, señalando:

"El volumen ha crecido enormemente, la cantidad de transacciones y el valor en dólares ha crecido enormemente a lo largo de los años en actividad criminal, pero el ratio ha disminuido".

El concepto de delincuentes recurriendo a la criptomoneda como una alternativa al efectivo tradicionalmente ha formado un argumento central utilizado por aquellos críticos con el futuro de Bitcoin.

Los reguladores también se han propuesto abordar el uso percibido de la criptomoneda con fines ilícitos, a menudo asociados con el terrorismo y el lavado de dinero.

A medida que la popularidad de Bitcoin creció, sin embargo, ahora es el comercio legítimo el que constituye la abrumadora mayoría de la actividad, con Infante señalando que "la mayoría de las transacciones se utilizan para la especulación de precios".

Agregó que aunque las criptomonedas alternativas centradas en la privacidad son menos líquidas y más anónimas que BTC, la DEA "todavía tiene formas de rastrear" monedas como Monero y Zcash. Infante concluyó,

"Blockchain en realidad nos da muchas herramientas para poder identificar a las personas. De hecho, quiero que sigan usándolas [criptomonedas]''.

En una reunión pública de la Cámara de EE. UU. sobre activos digitales a mediados de julio, el socio gerente de Andreessen Horowitz, Scott Kupor, sugirió que "Bitcoin es el mejor amigo de la aplicación de la ley" debido a la capacidad de rastrear transacciones ilícitas en la blockchain.