La plataforma de contratos inteligentes Algorand planea lograr una red de cero emisiones de carbono mediante la implementación de un "oráculo de sostenibilidad" en asociación con ClimateTrade, en una medida que podría hacer que la adopción de la cadena de bloques sea más respetuosa con el medio ambiente.

La asociación, que se anunció el jueves, permite a Algorand notarizar su huella de carbono on-chain y luego bloquear la cantidad equivalente de créditos de carbono en un llamado "tesoro verde".

Silvio Micali, fundador de Algorand, dijo que su empresa se centra en la sostenibilidad en un momento de creciente adopción del protocolo de contratos inteligentes.

"Mientras continúa este periodo de hipercrecimiento, nos parece crucial operar a un nivel de carbono negativo. De hecho, el crecimiento sostenible es mucho mejor que el crecimiento", dijo, y añadió:

"Entendemos que la mecánica para medir el impacto medioambiental de una blockchain global, descentralizada y ampliamente utilizada es matizada y compleja".

Climatetrade es una empresa española de tecnología financiera que consiguió más de un millón de dólares en inversiones iniciales el año pasado. La firma está desarrollando un mercado de CO2 que permite a las empresas hacer un seguimiento de sus emisiones en busca de amplios objetivos de sostenibilidad. La empresa ya se ha asociado con grandes empresas, como Iberia, Melia Hotels y Cabify, entre otras.

No es la primera vez que Algorand y Climatetrade trabajan juntos. Como informó Cointelegraph en diciembre de 2020, ClimateTrade está desarrollando su tecnología de compensación de carbono de CO2 sobre Algorand gracias a la flexibilidad de la plataforma y las bajas tarifas de transacción.

Algorand y otros protocolos de prueba de participación intentan mostrar el lado más ecológico de la tecnología blockchain. La aparición de Bitcoin (BTC) como sistema monetario viable no ha sido barata desde el punto de vista de las emisiones de carbono. Se calcula que la minería de prueba de trabajo de la red produce 45.34 megatoneladas de dióxido de carbono al año.

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