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Gustavo GodoyGustavo Godoy

Bitcoin: Menos volátil que el S&P 500 y el Nasdaq

Bitcoin ahora menos volátil que S&P 500 y Nasdaq por demanda institucional, según análisis de Galaxy Digital.

Bitcoin: Menos volátil que el S&P 500 y el Nasdaq
Opinión

En este momento, al parecer, los datos nos dicen algo francamente sorprendente. La volatilidad de Bitcoin (BTC) ha caído por debajo de la de pesos pesados de la bolsa tradicional como el S&P 500 y el Nasdaq.

Así lo revela un reciente análisis de la gente de Galaxy Digital, una firma que no precisamente se caracteriza por lanzar titulares alarmistas sin fundamento. Según sus números, la volatilidad realizada de Bitcoin en las últimas diez sesiones bursátiles se ubicó en un 43,86%. ¿Y los índices tradicionales? Pues el S&P 500 marcaba un 47,29% y el tecnológico Nasdaq 100 un 51,26%.

Para quienes hemos seguido de cerca las andanzas de Bitcoin desde sus inicios, sabemos que la volatilidad ha sido su sello distintivo, para bien y para mal. Es esa capacidad de subir (y bajar) como la espuma lo que ha atraído a muchos inversores en busca de ganancias rápidas, pero también lo que ha mantenido a raya a los más conservadores. Entonces, ¿qué está pasando aquí.¿Estamos presenciando un cambio fundamental en la naturaleza de Bitcoin?

Según los analistas de Galaxy Digital, la clave de este fenómeno reside en un factor que venimos observando con creciente interés el aumento sostenido de la demanda institucional de Bitcoin. Ya no hablamos solo de pequeños inversores o entusiastas de la tecnología; ahora son fondos de inversión, empresas e incluso algunos gobiernos los que están poniendo sus ojos (y sus capitales) en la criptomoneda pionera.

Este incremento en la participación institucional trae consigo varias implicaciones importantes. En primer lugar, inyecta una mayor cantidad de capital al mercado de Bitcoin, lo que a su vez aumenta la liquidez. Un mercado más líquido es generalmente menos susceptible a las grandes fluctuaciones de precio causadas por órdenes de compra o venta significativas.

Además, la visión de las instituciones tiende a ser más a largo plazo. No están buscando necesariamente el pelotazo de la noche a la mañana, sino una asignación estratégica de activos que pueda ofrecer rendimientos atractivos y diversificación en el tiempo. Esta perspectiva más sosegada contribuye a una menor volatilidad general.

El contexto macroeconómico actual también juega un papel crucial. Vivimos tiempos de incertidumbre geopolítica y fiscal, con tensiones comerciales latentes y debates sobre la inflación en muchas partes del mundo. En este escenario, Bitcoin parece estar consolidando su papel como un refugio macroeconómico, una suerte de oro digital que puede mantener su valor (o incluso aumentarlo) en momentos de turbulencia en los mercados tradicionales. La subida del 11% que experimentó Bitcoin durante el período analizado por Galaxy, en contraste con la estabilidad o incluso retroceso de otros activos, es un claro indicativo de esta tendencia.

Es interesante notar cómo la correlación de Bitcoin con los índices bursátiles tradicionales ha comenzado a mostrar signos de debilitamiento, aunque todavía se mantiene en niveles moderados. Al mismo tiempo, su beta ha disminuido, lo que sugiere que los inversores lo están percibiendo cada vez menos como un activo puramente de alto riesgo y más como una parte integral de una cartera diversificada a largo plazo.

Chris Rhine, de Galaxy, lo explica de manera muy clara la naturaleza no soberana de Bitcoin, su independencia de la política monetaria de cualquier nación, lo convierte en un activo único en el panorama financiero global. Su valor no depende de la plena fe y crédito de un gobierno, lo que lo diferencia fundamentalmente de las monedas fiduciarias tradicionales.

Esta narrativa de Bitcoin como un activo independiente y resistente se ve reforzada por la analogía que traen desde Galaxy con las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China en 2018-2019. En aquel entonces, también se observó un aumento en el precio de Bitcoin en medio de la creciente incertidumbre global, lo que sugiere que esta dinámica no es un fenómeno aislado.

A medida que la liquidez del mercado de Bitcoin continúa aumentando gracias a la entrada de estos grandes actores, la volatilidad tiende a disminuir. Esto, a su vez, hace que Bitcoin sea un activo más atractivo para una gama más amplia de inversores, incluyendo aquellos que tradicionalmente han evitado las criptomonedas debido a su alta inestabilidad.

La perspectiva del mercado que ofrece el equipo OTC de Galaxy es reveladora tácticamente cautelosa, pero estructuralmente constructiva. Esto sugiere que, si bien reconocen la necesidad de prudencia en el corto plazo, la visión a largo plazo sobre Bitcoin sigue siendo positiva, con un apalancamiento controlado y sin signos de estrés excesivo en la cobertura.

Con el 95% del suministro total de Bitcoin ya minado, la escasez inherente del activo se vuelve cada vez más relevante. Esta dinámica de oferta y demanda, combinada con el creciente interés institucional, de los ETF y potencialmente de algunos gobiernos, está consolidando la posición de Bitcoin como un almacén digital de valor maduro.

En definitiva, la noticia de que la volatilidad de Bitcoin ha caído por debajo de la de índices bursátiles tradicionales no es solo una curiosidad estadística. Podría ser un indicador de un cambio fundamental en la percepción y la adopción de Bitcoin. La creciente participación institucional, la mejora de la liquidez y su consolidación como reserva de valor en un contexto global incierto están sentando las bases para una mayor estabilidad en su precio.

Claro, esto no significa que las fuertes fluctuaciones hayan desaparecido por completo. El mercado de las criptomonedas sigue siendo joven y susceptible a eventos inesperados. Sin embargo, la tendencia que señala Galaxy Digital es innegablemente significativa y podría marcar el inicio de una nueva fase en la historia de Bitcoin, donde su papel como activo digital maduro y menos volátil se consolide en el panorama financiero global.

Por supuesto que este descenso en la volatilidad de Bitcoin, aunque alentador para su adopción institucional, podría ser temporal. Eventos regulatorios inesperados, cambios tecnológicos disruptivos o incluso un renovado apetito por el riesgo en los mercados tradicionales podrían desencadenar nuevamente fuertes oscilaciones en su precio, recordando su naturaleza inherentemente especulativa y descentralizada. La calma actual no garantiza una estabilidad perpetua.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.