El crecimiento persistente de las criptomonedas y su adopción cada vez más generalizada mantienen en vilo a las autoridades monetarias internacionales.

En nuevos comentarios esta semana, Stefan Ingves, el gobernador del Riksbank, el banco central de Suecia, ha afirmado que la creciente popularidad de los activos digitales pone en juego a los reguladores, los banqueros centrales y los legisladores de todo el mundo:

“Cuando algo se vuelve lo suficientemente grande, entran en juego cosas como los intereses de los consumidores y el lavado de dinero. Así que hay buenas razones para creer que [la regulación] se producirá".

Diseñar marcos regulatorios para un activo que inicialmente fue diseñado para eludir la propia arquitectura y las reglas de las finanzas tradicionales no es una tarea fácil. En Estados Unidos, el vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, Randal Quarles, expresó su preocupación de que las disposiciones regulatorias actuales para las criptomonedas son inadecuadas, lo que indica que la FED está en proceso de buscar la mejor manera de abordar el problema. Los comentarios de Quarles se hicieron en medio de una semana de gran volatilidad en los mercados de criptomonedas, con Bitcoin (BTC) perdiendo temporalmente $15,000 de una sola vez.

Por su parte, la Unión Europea se ha comprometido a "establecer un marco global que permita la adopción de la tecnología de libro mayor distribuido (DLT) y los criptoactivos en el sector financiero" para 2024, un marco que también abordará los riesgos que conlleva la adopción generalizada de estas tecnologías. 

En Suecia, Åsa Lindhagen, la ministra de mercados financieros, ha dicho que el gobierno ya está comprometido en fortalecer los estándares regulatorios para los exchanges de criptomonedas. Varios enfoques de criptorregulación siguen siendo, dijo, un "trabajo en progreso a nivel internacional". 

El propio Ingves ha comentado que las regulaciones sobre criptomonedas "probablemente llegarán en diferentes momentos en diferentes áreas". Sin embargo, cuando se trata del “tema muy importante” del lavado de dinero, Lindhagen señaló la necesidad de una coordinación transfronteriza entre los reguladores de todo el mundo.

Mientras los reguladores reflexionan sobre cómo abordar el fenómeno de los criptoactivos descentralizados, el banco central sueco está avanzando en el desarrollo de una moneda digital del banco central, la e-krona. Su prueba de concepto utiliza Corda, una solución de tecnología de contabilidad distribuida de R3. Ingves ha indicado anteriormente que la moneda podría estar operativa dentro de cinco años.

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