Jon Cunliffe, vicegobernador de estabilidad financiera del Banco de Inglaterra, dijo que los riesgos de un mercado de criptomonedas en crecimiento sobre el sistema financiero son "relativamente limitados" en este momento, pero tienen el potencial de crecer muy rápidamente si los reguladores no siguen el ritmo.

En un discurso pronunciado ante la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT) el 13 de octubre, Cunliffe dijo que los responsables políticos de todo el mundo acaban de empezar a desarrollar el marco necesario para regular adecuadamente los activos digitales, pero que deberían hacerlo "con carácter de urgencia". El vicegobernador se refirió a los riesgos que pueden plantear las criptomonedas y las stablecoins cuando se conectan a los sistemas financieros tradicionales a través de particulares, instituciones financieras, fondos de cobertura y bancos.

Dado que los activos digitales siguen abriéndose camino en estas instituciones, el sentimiento sobre la volatilidad de las criptodivisas y otras cosas podría hacer que "los inversores vendan otros activos que se consideren de riesgo". Cunliffe se refirió a la interconexión de las criptofinanzas y las finanzas tradicionales como un potencial para un choque "transmitido a través del sistema financiero" si algo fuera mal.

Uno de los escenarios que planteó Cunliffe fue que el precio de un criptoactivo sin respaldo cayera a cero. Además, la volatilidad de los precios, incluso aparentemente entre las principales criptomonedas, "podría desencadenar llamadas de margen en las posiciones de criptomonedas obligando a los inversores apalancados a encontrar efectivo para satisfacerlas, lo que llevaría a la venta de otros activos y generaría efectos indirectos en otros mercados."

"Los riesgos para la estabilidad financiera son en la actualidad relativamente limitados, pero podrían crecer muy rápidamente si, como espero, este ámbito sigue desarrollándose y expandiéndose a buen ritmo", dijo Cunliffe. "La magnitud de esos riesgos podría crecer dependerá en gran medida de la naturaleza y de la rapidez de la respuesta de las autoridades reguladoras y supervisoras".

Cunliffe ha defendido anteriormente que el banco central de Inglaterra debería "emitir dinero público digital que pueda satisfacer las necesidades de la vida moderna", lo que implica que una libra digital podría estar en el futuro del BoE. Actualmente copreside un grupo de trabajo creado por el gobierno del Reino Unido para estudiar la implantación de una moneda digital del banco central.

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