CaixaBank Research ha actualizado su previsión de crecimiento económico para España en 2024, situándola en un 2.8%, impulsada por la recuperación de la demanda interna y una mejora de las variables macroeconómicas, según lo publicado en el portal Noticias Bancarias.
La entidad ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2024, proyectando un incremento del 2.8% en el Producto Interior Bruto (PIB), lo que representa 0.4 puntos más que su estimación anterior.
Explicaron que esta revisión responde a la evolución positiva de varias variables macroeconómicas, especialmente durante la primera mitad del año, que se encuentran por encima de los niveles previos a la pandemia. Entre los factores clave para este dinamismo, CaixaBank subrayó el impulso de la demanda interna, particularmente el consumo de los hogares y la inversión.
Para 2025, las previsiones también son optimistas, con una estimación de crecimiento del 2.3% que, según la entidad, reflejaría la continuidad de una senda de crecimiento sostenida por las mejoras en la economía doméstica.
Impacto de la inflación y los tipos de interés
También han señalado que los principales desafíos económicos, como el impacto de la inflación y la subida de los tipos de interés, han comenzado a desvanecerse gradualmente, lo que permitiría vislumbrar un panorama económico más favorable para España.
La recuperación del poder adquisitivo de las familias y su sólida posición financiera son algunos de los elementos que contribuirán a mantener este ritmo de crecimiento. A pesar de un contexto global algo deteriorado, las perspectivas para la economía española siguen siendo positivas, aclararon desde la entidad.
Resiliencia de la economía española
El servicio de estudios de esta entidad destacó la notable resiliencia de la economía española, que ha superado varios obstáculos importantes, como la crisis energética, la interrupción de las cadenas de suministro, la inflación y el incremento de los tipos de interés.
Además aseguraron que el país aún tiene un amplio margen para seguir creciendo, con un ritmo de crecimiento superior al promedio histórico del 2%, apoyado en dos factores principales: el bajo nivel de endeudamiento de los hogares y la elevada tasa de ahorro, que permiten un crecimiento del consumo en los próximos años.
De cara al futuro, concluyeron que las perspectivas para la economía española serían prometedoras, apoyadas en una demanda interna robusta y en el mejoramiento de las condiciones financieras de los hogares.
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