El Gobierno chino quiere colocar a China al frente de la carrera tecnológica mundial. Bien se sabe que están invirtiendo mucho en inteligencia artificial, robótica, autos eléctricos y fintech. Pero ahora quieren ir más allá. Recientemente las autoridades han mostrado mucho interés en otro sector, la tecnología blockchain. Al parecer, esta es la próxima frontera. La comunidad cripto ha interpretado esto como algo muy positivo para Bitcoin. ¡Genial! Sin embargo, ese aparente apoyo a la tecnología blockchain no implica un apoyo automático a las criptomonedas. O, por lo menos, no todavía. ¿Se pueden separar estas dos cosas? ¿Qué piensa Estados Unidos de los planes chinos? ¿Qué está pasando realmente en China? ¿Cuáles son los posibles efectos de todo esto? 

Todos ya tenemos muy claro que China y Estados Unidos serán las grandes potencias del futuro. Eso es evidente. Seguramente, veremos tiempos de crisis y desaceleración. Pero, en términos generales, estas dos economías, en el largo plazo, crecerán mucho más. Eso es seguro. China ya no es el país de hace 30, 20 o 10 años atrás. Hemos sido testigos de un milagro económico sin precedentes. El modelo chino ha dado excelentes resultados y su rápida transformación ha sido impresionante. Son una máquina imparable que nos ha dejado a todos boquiabiertos. Gracias a una mano de obra barata, una ética de trabajo sumamente fuerte, y un Gobierno autoritario y enfocado, han podido invadir al mundo con sus productos. Así crecieron.  

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Para muchos de nosotros, China es una gran fábrica que produce productos copiados y económicos, pero de calidad dudosa. Sin embargo, esta imagen no se corresponde totalmente con la realidad. Claro que aún es cierto en parte. Pero esa imagen de China está muy desactualizada. Por supuesto que todavía el sector manufacturero chino produce las copias baratas que encontramos en todas partes y que han causado tantas disrupciones en nuestros países. Sin embargo, China también se ha convertido en un centro de innovación sumamente importante. Es más, en estos momentos, son uno de los líderes en el sector tecnológico. Las inversiones en educación, obviamente, han dado sus frutos, porque ahora cuentan con expertos y grandes talentos en muchas áreas. Si Estados Unidos no despierta y acelera sus pasos, China podría aplastarlos. 

La peculiar combinación entre autoritarismo en el plano político y capitalismo salvaje en lo económico han creado un modelo en apariencia contradictorio, pero en la práctica muy efectivo. Para muchos de los críticos, el elemento antidemocrático del sistema es inaceptable. Sin embargo, para otros, este autoritarismo se justifica con un argumento muy poderoso. ¿Cuál es el argumento? Bueno, que el sistema funciona y ha dado excelentes resultados. Es decir, no importa si el gato es negro o blanco, lo importante es que cace ratones. Y el Gobierno chino bajo el sistema actual caza ratones con gran ferocidad. En Occidente, asociamos la democracia con la prosperidad. Pero, en China, la democracia se asocia con el caos. En el imaginario chino, el crecimiento económico está unido al trabajo, a la meritocracia, al orden y a la disciplina. Es por eso que mientras muchos en Occidente vemos una tiranía, otros ven eficiencia y progreso. 

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El modelo chino es muy diferente al de los Estados Unidos. Es natural que existan fricciones. Ahora China es un poder y obviamente que quiere comer más pastel. Esto es un problema especialmente para los Estados Unidos porque este país lleva muchas décadas en la cúspide y ya se acostumbró a ser una potencia sin rival. Sin embargo, ahora, le guste o no, tiene competencia. Eso que se ha venido llamado “la guerra comercial” es solo el comienzo. Porque todo parece indicar que este tipo de tensiones llegaron para quedarse. Seguramente, nos espera una nueva guerra fría.

Como sucedió durante la guerra fría anterior, uno de los campos de batalla más importantes será, sin lugar a dudas, la tecnología. ¿Quién será el primero en poner al hombre en la luna esta vez? Bueno, eso aún está por verse. Pero, al parecer, China está dando los primeros golpes. El Gobierno chino está muy claro que esa es la meta. Y están apostando todo al triunfo. Estados Unidos, sin embargo, no ha reaccionado todavía. No me refiero al sector privado. Estoy hablando de los políticos en particular. Muchos de ellos, para no decir la mayoría, todavía viven en la Edad Media. En estos momentos, hay muy pocos científicos e ingenieros en el poder. Y a veces uno no sabe si los que están hablando desde el Congreso o la Casa Blanca son cavernícolas o personas de este siglo. Silicon Valley es el nuevo villano y, en muchos casos, la ciencia es etiquetada como una tontería. Me da la impresión que las leyes y las regulaciones se hacen para colocar obstáculos y no para estimular la innovación y el progreso. Políticamente hablando, Estados Unidos está viviendo en una especie de oscurantismo. Mientras tanto, China está viendo eso como una gran oportunidad. 

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Claro que las autoridades chinas solo apoyan lo que pueden controlar. Copian, crean y utilizan la tecnología que les conviene y desechan las partes que consideran perjudiciales. Esto está pasando con las criptomonedas. Obvio que están estudiando la tecnología a pesar de las restricciones. Es por eso que cuando el presidente Xi Jinping anunció sus intenciones de convertir al país en un líder mundial en materia de tecnología blockchain, sus declaraciones deben interpretarse en contexto. Es cierto que la comunidad cripto interpretó esto como algo sumamente positivo para Bitcoin, pero es posible que nos estamos apresurando. Por ejemplo, cuando en China se habla de la importancia de las redes sociales no se está hablando necesariamente de Facebook. Se habla de una solución china hecha en casa y para la casa. Es posible que el Gobierno no vea a Bitcoin como sinónimo de Blockchain, como muchos de nosotros lo hacemos. Ellos muy bien podrían prohibir Bitcoin y, al mismo tiempo, construir sistemas propios utilizado la tecnología blockchain. Ese es su estilo. Siempre han operado de esta manera. Ya anunciaron su criptomoneda estatal. Y seguramente ya están apoyando compañías que están desarrollando soluciones blockchain en muchas áreas. Claro que en el futuro podrían abriese un poco con respecto a Bitcoin. Eso no se debe descartar, pero eso no se puede deducir de lo anunciado recientemente. El problema es que en Occidente todavía no entendemos muy bien el sistema chino y siempre malinterpretamos los mensajes. Al final, todo nos parece contradictorio. Bueno, así son los chinos. 

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Estos anuncios, sin embargo, son positivos en otro sentido. Estos movimientos en pro de la tecnología tan agresivos por parte de China podrían agitar las cosas en los Estados Unidos. Las autoridades en los Estados Unidos podrían llegar a la sabia conclusión de que, si no despiertan pronto y hacen algo rápido, China se los comerá en materia tecnológica. Si Estados Unidos continúa mirándose el ombligo y viviendo de las glorias pasadas, tarde o temprano, podría perder su trono. El futuro es de quien lo construye. Sí, Bitcoin podría beneficiarse de esta pelea.