Un inversor anónimo ha entablado una demanda contra el banco israelí Hapoalim por un importe aproximado de USD 22.5 millones, debido a que el banco supuestamente se negó a aceptar depósitos de beneficios obtenidos a través de Bitcoin (BTC).

El medio de comunicación BlockTV discutió la demanda en un informe el 9 de agosto. Según el informe, la demanda se presenta como una demanda colectiva, y el inversionista finalmente planea demandar a otros bancos israelíes por los mismos motivos.

Según el informe, los bancos israelíes están en gran medida en contra del cripto porque desean evitar ser examinados en relación con empresas y personas relacionadas con el cripto. Sin embargo, el abogado del descontento inversor, Lior Lahav, ha dicho que esto no es motivo suficiente para que los bancos se nieguen a prestar servicios a los inversores en criptomonedas. dijo Lahav:

"Los bancos tienen la obligación legal de aceptar dinero de los clientes [...] Pueden comprobar el estado de sus clientes, hacer las diligencias necesarias y averiguar de dónde procede el dinero. El problema con los bancos es que no están haciendo nada. No están preguntando a sus clientes: "Proporcione documentación sobre el origen del dinero".

Lahav ilustró además la magnitud de la cuestión, argumentando que hay decenas de miles de inversores israelíes que están siendo castigados de manera similar por no haber cometido ningún delito aparente:

"Hay más de 70,000 inversores de bitcoins en Israel que se enfrentan al mismo problema desde sus bancos [...] El 99 por ciento de ellos son gente común que invirtió en algo que es completamente legal."

Ross Gross

Lahav señaló que su cliente no es Ross Gross. Gross es un inversor de Bitcoin que alegó que el banco Hapoalim se negó a aceptar su depósito, supuestamente porque procedía de beneficios por comerciar criptomonedas.

Como ya informó anteriormente Cointelegraph, Gross comenzó a invertir en Bitcoin en 2011, y ha informado de sus ganancias a las autoridades fiscales israelíes. Sin embargo, a partir de 2017, el Banco Hapoalim dejó de aceptar sus depósitos de fondos obtenidos del comercio de Bitcoin.

Como resultado, Gross no ha podido pagar sus impuestos sobre las ganancias de capital y la autoridad fiscal ha puesto un gravamen sobre su cuenta bancaria, su casa y sus scooters. Gross dijo, "la autoridad fiscal es consciente del problema, pero dicen que la pelota no está en su campo".

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