Según algunos profesores de economía de Harvard, el Bitcoin eventualmente será destruido por el peso de la regulación del gobierno. El profesor Kenneth S. Rogoff cree que el riesgo del anonimato financiero eventualmente creará un ambiente donde la regulación podría destruir a la criptomoneda. Dijo:

“Las transacciones anónimas pequeñas con monedas virtuales… serían deseables, pero a los pagos anónimos a gran escala sería difícil calcularles los impuestos, o también para contrarrestar actividades criminales.”

La perspectiva es compartida, aunque en una vena diferente, por la contraparte Jeffrey A. Miron, cuya perspectiva libertaria lo hace más liberal. Sin embargo, él cree que los gobiernos centrales eventualmente sacarán de existencia a esta tecnología. Dijo:

“El gobierno podría dejar a las criptomonedas existir pacíficamente, y no aceptarlas como métodos de pago, y eso es lo que pienso que debería hacer. Pero lo que pienso es que antes o después los gobiernos van a regular las criptomonedas y harán que desaparezcan.”

El potencial para la regulación del gobierno es efectivamente cierto, y la muestra es que múltiples naciones han limitado el acceso o los intercambios de Bitcoins y otras criptodivisas. China eliminó las ICOs (ofertas iniciales de monedas), y ha restringido el acceso a los intercambios de Bitcoin.

¿Anónimo?

Debe recordarse, por supuesto, que el Bitcoin no es anónimo. Los usuarios se equivocan rutinariamente, lo que debilita o elimina el pseudo anonimato de la moneda digital. Como Cointelegraph lo reportó previamente, el IRS se ha involucrado con Chainalysis, una firma de análisis de los servicios de Blockchain, para ayudarlos con los evasores de impuestos que no reportan sus ganancias en Bitcoins.