La mayoría de las instituciones financieras globales encuestadas creen que los bancos centrales deberían desarrollar monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC), según un estudio conjunto de IBM Blockchain World Wire y el Foro de Instituciones Monetarias y Financieras Oficiales (OMFIF) publicado el 25 de octubre.

El estudio incluye 21 bancos centrales que participaron en la investigación del OMFIF entre julio y septiembre del 2017. Los informes señalan que los participantes no lograron llegar a un acuerdo sobre si los gobiernos deberían emitir sus propias criptomonedas, así como estuvieron divididos sobre los procesos asociados de administración y acceso a esos CBDCs, informa el medio de noticias de tecnología The Next Web.

El 76 por ciento de los encuestados expresaron incertidumbre acerca de la eficiencia de las implementaciones de la tecnología de registros distribuidos (DLT), mientras que la mayoría de las instituciones financieras encuestadas dijeron que creían que los bancos centrales deberían emitir sus propias monedas digitales.

Aún así, el 38 por ciento de las instituciones financieras en el estudio están explorando y probando activamente las CBDC, mientras que el resto —el 62 por ciento— se reporta como completamente inactivo en este campo.

Además de proporcionar estadísticas sobre las opiniones sobre las monedas digitales emitidas por el banco central por parte de las instituciones financieras globales, el informe también incluye una serie de enfoques para establecer las CBDC, además de ofrecer orientación para las instituciones sobre cómo gestionar los desafíos asociados.

El 23 de octubre, un alto ejecutivo de HSBC, banco con sede en el Reino Unido, Craig Ramsey, afirmó que los despliegues de las CBDC y blockchain representan un "gran desafío" para los sistemas existentes de liquidación bruta en tiempo real (RTGS).

La semana pasada, el vicegobernador del Banco de Japón (BOJ), Masayoshi Amamiya, afirmó que es poco probable que las CBDC mejoren los sistemas monetarios existentes, ya que controlar la economía a través de éstas solo funciona si los bancos centrales eliminan el dinero fiduciario del sistema financiero.