La Fundación IOTA emitió una declaración pública el 8 de agosto con el fin de calmar los temores de un gran desacuerdo entre los altos directivos después de que se filtrara una transcripción de una discusión entre los fundadores y el Consejo de Administración.

Una declaración vista por Cointelegraph explica que después de un período de incertidumbre sobre los fundadores de IOTA, Serguei Popov y Sergey Ivancheglo, el acceso a la Junta Directiva de la Fundación, un Memorando de Entendimiento (MoU) ahora les permitiría el acceso.

Como organización sin fines de lucro registrada en Alemania, la Fundación IOTA necesitaba actuar dentro de la ley, lo que significa que cambiar su estatuto es posible "solo mediante una resolución de la junta de supervisión", dice la declaración. El Consejo de Supervisión de IOTA aún no se había reunido, a pesar de que Popov e Ivancheglo esperaban el acceso de la Junta Directiva.

La declaración señala que las "circunstancias llevan a una situación en la que dos de los fundadores de IOTA han estado 'esperando asientos en la junta' durante más de cuatro meses", y agregó:

"Desafortunadamente, no se dio suficiente prioridad a este tema abierto, y hubo una falla en mantener informados a los miembros de la junta que faltaban sobre el progreso".

Las tensiones se mantuvieron bajo el statu quo, lo que provocó que Ivancheglo exigiera que dimitiera el asediado presidente de la junta, Dominik Schiener. La declaración señala que "Sergey Ivancheglo declaró desde entonces que pedir la dimisión de Dominik fue una reacción emocional a la situación, que se había acumulado durante meses. La situación no le pareció justa, siendo un miembro integral del equipo detrás de IOTA tal como lo conocemos hoy".

El MoU debería estar en vigencia antes del 10 de agosto, una medida provisional antes de la primera reunión de la Junta de Supervisión en septiembre, según la declaración de IOTA.

Tanto la Fundación como Schiener han enfrentado críticas durante el año pasado. En abril, estalló un escándalo luego de que Schiener le dijera a un investigador de seguridad independiente que ella "necesitaba una bofetada". Y en mayo, el University College London cortó sus vínculos con IOTA por completo, y escribió que era "inapropiado que los investigadores de seguridad estuvieran sujetos a amenazas de acciones legales por divulgar sus resultados".