Iniciando el año 2017 el morbo de la comunidad de Bitcoin y las criptomonedas se ha dirigido directamente a los mercados financieros de criptodivisas, en específico al comportamiento del precio de bitcoin con referencia a las monedas fiduciarias Dólar, Euro y Yuan. Atrás han quedado momentáneamente los avances técnicos de la tecnología y el crecimiento de la adopción en tiendas en línea y comercios físicos; hasta que dentro de todo el meollo financiero irrumpió un actor externo, pero lo suficientemente poderoso como para alterar los mercados: El Banco Popular de China.

Sin lugar a dudas el precio del bitcoin es influenciado en gran medida desde China debido al gran mercado que existe en el país asiático, el cual ha atraído a un gran número de usuarios y ha generado la creación de varias de las empresas más importantes de este ecosistema. Principalmente en el comercio y la minería de la criptomoneda, China es el país que más volumen y poder de procesamiento acumula en estas respetivas áreas; con lo cual estamos conscientes de la gran influencia que posee en bitcoin.

Desde el punto de vista regulatorio, el estado chino ha reconocido a Bitcoin como un bien digital desde el 2013, así debemos pensárnoslo dos veces antes de siquiera considerar que China prohibirá a la criptomoneda. No obstante, su gobierno tiene la plena potestad de diseñar y ejecutar regulaciones para las actividades comerciales relacionadas con este tipo de activos digitales, y es allí donde el Banco Popular de China ha estado moviéndose desde inicios de este año.

El camino del Banco Popular de China en 2017

Empezando con una reunión con las principales casas de cambio del país (BTCC, OkCoin y Huobi), la institución central financiera de China comunicó sus intenciones de establecer futuras normativas al respecto. La reunión tuvo lugar el pasado 6 de enero y sus repercusiones mediáticas generaron el suficiente pánico en los mercados para propiciar una caída de aproximadamente unos 200 $ en los dos días siguientes.

Cinco días después una inspección al parecer no anunciada sorprendió precisamente a estas casas de cambio en sus respectivas sedes, causando nuevamente otra caída bastante similar en el precio del bitcoin. A pesar de todo ello tanto BTCC como Huobi y OkCoin reaccionaron de forma pública con total normalidad y colaboraron en todo momento con las autoridades financieras chinas. En los mercados, sin embargo, otra cucharada más de pánico llegó.

Desde entonces la comunidad de usuarios ha estado vigilante de las declaraciones que pueda hacer el Banco Popular de China respecto a las inspecciones realizadas a estas empresas y, sobre todo, de las posibles medidas legales que pudiesen ejecutarse.

Rumores iban y venían por las redes sociales mientras, pero precisamente ayer 19 de enero se dieron a conocer algunas de las observaciones de la institución financiera china respecto a las actividades en las casas de cambio. De forma general, el tono es de advertencia a los inversores respecto a la alta volatilidad del precio de la moneda digital y ante el respaldo monetario que estas plataformas de comercio posean.

Sobre este último punto nos detenemos un poco ya que las autoridades hicieron un llamado de atención a las casas de cambio por estar realizando actividades financieras sin la liquidez suficiente para respaldar a los usuarios. Esto en concreto, se refiere a los préstamos para operaciones con apalancamiento o margin trading y el comercio de futuros.

Ante ello, las casas de cambio requisadas en cuestión (BTCC, OkCoin y Huobi) han suspendido estas actividades en sus plataformas para los usuarios chinos. Lo cual hasta ahora no ha supuesto impacto de importancia en el precio de bitcoin, pero tal como ciertos analistas financieros declaran, sí pudiese hacerlo en el mediano plazo. Por supuesto, las demás casas de cambio chinas han copiado estos movimientos de BTCC, OkCoin y Huobi (quienes manejan más del 70% del volumen global).

¿Qué busca el estado de China con Bitcoin?

Todavía faltan las publicaciones oficiales del Banco Popular de China sobre sus actividades en el presente mes. Mientras, muchas especulaciones sobre posibles regulaciones duras y hasta una prohibición del comercio de la moneda digital recorren las redes sociales y foros; sin embargo, hay que aclarar que tales teorías realmente son muy descabelladas.

Sobre la prohibición debemos recordar que bitcoin es muy popular en China y lograr detener el comercio de esta moneda digital es algo bastante difícil, por no decir imposible, de lograr. De hecho, si el estado chino decide hacer esto lograría que estas actividades comerciales se trasladen hacia mercados informales y “ocultos” que serían mucho más difíciles de controlar, y sobre todo de extraer impuestos. Además, como ya he mencionado al principio, el bitcoin es un bien digital en China, así que está fuera de la jurisdicción de las autoridades financieras su prohibición.

Por otro lado, las posibles regulaciones “duras” no serían nada nuevo respecto a lo que ya estamos acostumbrados a ver de parte de los estados y que se prolifera por todo el globo terráqueo: políticas de anti lavado de dinero y de conocimiento del cliente. Estas son las políticas que muy probablemente el Banco popular de China desee profundizar para las casas de cambio locales, ya que son los brazos del estado en este tipo de actividades comerciales que hasta ahora les representan amenazas financiamiento a grupos terroristas, compraventa de bienes y servicios ilícitos, evasión de impuestos y blanqueo y extradición de capitales.

Con esta información, podemos calmarnos un poco y ahuyentar las “malas vibras” y especulaciones respecto a las medidas legales que podría tomar el estado chino con el comercio de bitcoin y demás criptomonedas. Un fortalecimiento en políticas de anti lavado de dinero y de conocimiento del cliente no solo son obvias para China debido al gran volumen de bitcoins que cada vez se manejan en sus casas de cambio, sino que también garantizaría un mejor monitoreo de estas actividades antes de que puedas “salirse del control” del estado.

Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y muchas otros estados ya han establecido políticas financieras más específicas y delimitadas respecto a estas actividades ¿Por qué no habría de hacerlo China con toda el gran volumen que su mercado maneja?