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Gustavo GodoyGustavo Godoy

Moody's degrada la calificación crediticia de EEUU: Implicaciones

Moody's degrada la deuda de EEUU: más gasto, menos seguridad, incertidumbre creciente para todos.

Moody's degrada la calificación crediticia de EEUU: Implicaciones
Opinión

Moody's, una de las "tres grandes" agencias de calificación de crédito, le ha bajado el pulgar a la calificación crediticia de Estados Unidos. Después de que S&P y Fitch hicieran lo propio, Moody's se une al coro, confirmando una preocupación que ya muchos venían mascullando: la enorme e imparable deuda del tío Sam.

El gobierno de Estados Unidos está gastando mucho más de lo que ingresa. Es como si tú tuvieras un sueldo y, mes tras mes, gastaras el doble. ¿Qué pasa? Te endeudas hasta las cejas, ¿verdad? Pues eso mismo le está pasando a la economía más grande del mundo. Y lo peor, no hay señales de que esta fiesta de gastos sin freno vaya a terminar pronto.

Esta situación no es un secreto a voces para quienes le echan un ojo a los números, pero la decisión de Moody's es un recordatorio contundente de que esta posición fiscal precaria no es un juego. Viene con riesgos reales y palpables.

¿Qué significa esta rebaja para el resto del mundo?

Aquí viene lo interesante, y lo que nos debería hacer pensar. La rebaja de Moody's no es solo un numerito en un informe. Tiene implicaciones:

Menos margen de maniobra: Imagínense que un país entra en una crisis económica o una recesión, y necesita inyectar dinero para salir a flote. Si ya está ahogado en deudas, ¿de dónde saca más? Moody's está diciendo que los políticos estadounidenses tendrán menos espacio para maniobrar en el futuro. El margen de acción se reduce drásticamente cuando la pila de deuda es monstruosa.

¿Se acabó la barra libre de préstamos? Por mucho tiempo, Estados Unidos parecía tener un cheque en blanco para pedir prestado cantidades ilimitadas de dinero, sin que esto se tradujera en tasas de interés más altas o inflación descontrolada. Pero esa era, amigos, podría estar llegando a su fin. Es como si el banco, de repente, te mirara con recelo y te dijera: "Oye, ya te pasaste de la raya".

El bolsillo de todos podría resentirse: Cuando la calificación crediticia de un país baja, se percibe como un mayor riesgo. En teoría, esto significa que los inversores que compran bonos del gobierno (es decir, le prestan dinero) van a pedir mayores intereses para compensar ese riesgo. ¿Y adivinen qué? Esos mayores costos de endeudamiento no se quedan solo en Washington. Se propagan por toda la economía, afectando las hipotecas, los préstamos de automóviles y, en general, el costo de vida.

Ahora, seamos justos, el impacto directo en los mercados, por ahora, ha sido limitado. La mayoría de los grandes compradores de bonos del Tesoro no se guían únicamente por las calificaciones de las agencias. Pero el mensaje está ahí.

El contexto de la rebaja: ¿A qué se debe este momento?

Esta decisión de Moody's llega en un momento bastante particular. Los republicanos en el Congreso están impulsando una serie de recortes de impuestos importantes, que, según los expertos, podrían aumentar el déficit en billones de dólares durante la próxima década. ¡Sí, billones!

Y ojo, esta no es la primera vez que se proponen medidas que aumentan el déficit, pero ahora, el contexto es distinto: la deuda ya está por las nubes y las tasas de interés también. Además, los inversores globales ya venían con la ceja levantada por la seguridad de los activos estadounidenses, especialmente después de la guerra comercial. Todo esto se traduce en tasas de interés más altas y más riesgo para la capacidad de Estados Unidos de seguir financiando sus deudas.

La Casa Blanca, por su parte, se defiende. Dicen que heredaron un déficit por las nubes de la administración anterior y que sus políticas –desregulación, aranceles, recortes de gastos y medidas pro-crecimiento– lo reducirán. Stephen Miran, economista de la Casa Blanca, lo dejó claro: "Estamos decididos a reducirlo y a deshacer el daño a la salud fiscal de los Estados Unidos que causó la administración Biden y sus políticas imprudentes".

Lo que dicen los expertos: ¿Es solo un simbolismo?

Ahora bien, esta acción de Moody's es en gran parte simbólica, y refleja información que ya conocemos.  Pero agrega algo crucial: Las finanzas son un poca más riesgosas.

Moody's eligió el momento justo cuando el mundo está dudando de la deuda estadounidense, el Congreso está enfrascado en debates presupuestarios, y la incertidumbre política sobre los bonos a largo plazo es la más alta en años.

¿Cómo Moody's justifica un "Aa1" para un país con esta deuda?

A pesar de todo este panorama, una calificación de "Aa1" sigue siendo bastante buena. Entonces, ¿cómo Moody's llega a esa conclusión para un país con semejante "caja fiscal" en apuros?

La clave está en su metodología. Moody's no solo mira los numeritos. Considera una amplia gama de criterios, incluyendo la "Resiliencia Económica", la "Solidez Fiscal" y la "Susceptibilidad al Riesgo de Eventos".

En la "Resiliencia Económica", Estados Unidos brilla con un "aa1". Tiene una economía gigantesca, un PIB per cápita alto y, en general, instituciones sólidas (aunque el artículo sugiere que quizás haya algunas grietas en la armadura). Pero es en la "Solidez Fiscal" donde surge la duda. Para mantener ese "Aa1" general, la solidez fiscal debería ser al menos "a3". Y es ahí donde muchos se preguntan si Estados Unidos realmente lo merece.

La rebaja de Moody's es un campanazo de alerta. Aunque en parte sea un movimiento simbólico, es una clara señal de que la enorme deuda de Estados Unidos y su creciente déficit son una preocupación real que podría tener implicaciones económicas a largo plazo. La solidez económica subyacente de EE. UU. es indudable, pero hasta el más fuerte puede tropezar si no gestiona bien sus finanzas. Estaremos atentos para ver cómo se desarrolla esta telenovela económica.

Y aquí el punto clave, amigos: aunque sea la opinión de una agencia, el simbolismo es enorme. La deuda estadounidense siempre ha sido vista como la inversión más segura del planeta. El hecho de que ya no se perciba así, que ahora se cuestione su invulnerabilidad, introduce un grado de incertidumbre que no beneficia a nadie. Por el bien de todos, los Estados Unidos deben comenzar a poner más orden en su propia casa.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.