Según un estudio publicado el 22 de mayo por Weiss Ratings, es posible que más estadounidenses se alejen de las finanzas tradicionales y se adentren en el cripto si la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) relaja los reglamentos financieros posteriores a 2008.

La Reserva Federal se reunirá el 30 de mayo para considerar diluir la "Regla Volcker", en lo que sería una importante medida desreguladora. La relajación de la "Regla Volcker" permitiría a miles de bancos realizar operaciones de alto riesgo con fines de lucro con menos supervisión gubernamental.

Si los planes de la Reserva Federal siguen adelante, el aumento del riesgo financiero sistémico bien podría empujar a los ciudadanos a concluir que "las criptomonedas hacen un trabajo fundamentalmente mejor como depositario seguro", argumentan los analistas de Weiss.

Según Weiss, los bancos están presionando para que haya más libertad en el comercio de activos especulativos como los derivados, cuya propiedad está "extremadamente centralizada".

"Estos activos potencialmente tóxicos[como los derivados] no son simplemente inversiones y especulaciones que los bancos hacen con su propio capital", sino que representan un riesgo para los propios depósitos de los clientes en caso de otra crisis importante del sistema, afirma Weiss.

Weiss argumenta que mientras que el público en general asume que los bancos les proporcionan "un almacenamiento simple, seguro y libre de cargas para sus ahorros", la realidad es que el sistema monetario tradicional -especialmente si se da un impulso desregulador- continúa ofreciendo a los bancos "ricas recompensas por asumir riesgos excesivos".

Como informó Cointelegraph el año pasado, los escándalos y fracasos han vuelto el sentimiento público contra el sistema bancario tradicional en el pasado, con un informe que encontró que tantos 92 por ciento de los milenials expresaron firmemente su desconfianza hacia los bancos.

La turbulencia geopolítica es otro factor de amenaza, como lo demuestra recientemente el dramático colapso del rial iraní en respuesta a la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear. Anticipándose a la renovación de las sanciones de Estados Unidos, los ciudadanos iraníes se retiraron preventivamente 2.500 millones de dólares en cripto fuera del país.