Parece haber un desacuerdo dentro de los niveles más altos del gobierno de Japón sobre la amenaza que la CBDC de China representa para la nación. La semana pasada, Kenji Okamura, viceministro de Finanzas para Asuntos Internacionales de Japón, expresó su preocupación por los esfuerzos de su vecino en el espacio y afirmó que "la ventaja de ser el primero en actuar es algo que debería temer".

La declaración de hoy de Kazushige Kamiyama, quien dirige los esfuerzos de CBDC del Banco de Japón (BOJ), parece contradecir este sentimiento anterior. Dijo que, por el contrario, la ventaja del primer movimiento puede convertirse fácilmente en una desventaja, y que ninguna moneda digital única dominará:

"No creo que una sola moneda digital domine el mundo, siempre y cuando cada país haga todos los esfuerzos posibles para mejorar su sistema de liquidación".

Kamiyama dijo que el BOJ está monitoreando de cerca el progreso de otras naciones en el espacio y espera aprender de sus esfuerzos:

"Nos gustaría estar al tanto de lo que están haciendo otros bancos centrales y aprender de ellos, no solo de China sino de otros países".

También dijo que siempre y cuando el BOJ emita una CBDC, existe la posibilidad de que el banco implemente límites a la cantidad emitida y la cantidad de activos que las entidades legalmente podrían tener. Sugirió que se podrían implementar tales restricciones para evitar la fuga de capital de los bancos comerciales, y explicó que “es una opción. Pero no es algo que podamos decir que sucederá definitivamente".

Si bien la carrera de la CBDC en todo el mundo está en pleno vuelo, los responsables políticos parecen estar luchando por encontrar el enfoque correcto para lo que sigue siendo una idea novedosa.

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