Podemos afirmar, que 2016 ha sido un año “desperdiciado” para el crecimiento de Bitcoin.
A nivel de desarrollo: fracaso de todas las propuestas
Los clientes Bitcoin XT, Bitcoin Classic, Bitcoin Core y Bitcoin Unlimited, cuyo desarrollo no ha sido acogido por la comunidad en sus diferentes actualizaciones, Bitcoin-NG y ByzCoin… y más recientemente el protocolo SegWit, con un 40% de adopción en 2 meses desde su activación, representan un claro ejemplo de tiempo desperdiciado: sin consenso no se llega a nada.
La versión 0.13.2 de Bitcoin Core no presenta grandes mejoras por ahora y la versión 0.14, que representaría un gran cambio, apenas tiene código implementado.
A nivel social: mala imagen
Se sigue involucrando a las criptomonedas en general como objetos del mal, estafas piramidales, engaños, moneda de pago para virus y troyanos, y un largo etc. que algunos medios, personas y gobiernos, por medio de la des-información, inculcan valores erróneos sobre los pagos electrónicos… cuando deberían de mirarse el ombligo y ver como el dólar, el euro, la libra, el yen y cualquier otra divisa es más usada para delinquir que las digitales (no se evaden impuestos con bitcoin, sino con monedas del país, no se compran armas con bitcoin, tampoco drogas, etc…)
El tamaño de Bloque, se sigue ahogando en sus máximos sin solución ninguna por ahora, retrasando el tiempo de transacciones o en su defecto, creando costes (fee) más elevados para el usuario para priorizar sus transacciones.
No todo es negativo
Lo único que ha sacado bitcoin en positivo es su valor: con máximo de 900$ en diciembre, representa una subida desde los 400$ que a muchos especuladores les habrá sabido a poco, y siguen empujando su valor “to the moon”, con excusas como el “halving” de verano.
El incremento de las carteras (wallets) activas demuestra que, aunque existen problemas sin solucionar pero que, a su vez, no interfieren en la seguridad de la propia red bitcoin, cada vez hay más usuarios que lo aceptan, y así lo demuestran el volumen de transacciones y su cantidad. Esta aceptación se puede apreciar en países cuya economía parece no funcionar muy bien como Venezuela, Argentina, China, India con sus devaluaciones o recientemente Italia, que desde verano han intensificado sus debates económicos en las redes sociales prediciendo los problemas que ahora salen a la luz (rescate a los bancos italianos con 20.000 millones de euros, devaluación de moneda India).
Entonces ¿Qué ocurre?
La simplicidad a veces se vuelve compleja. Cuando Satoshi decidió sacar a la luz el bitcoin, no tuvo en cuenta a los “humanos”, a los “banqueros”, a los “políticos” y a la sociedad. En vez de concentrar los esfuerzos en uno solo (bitcoin) algunos decidieron crear Litecoins y otras criptomonedas (mas de 1500) sin finalidad alguna y fracasando la gran mayoria… como su protocolo parecía insuficiente decidieron crear clones evolucionados como Ethereum, dotándolo de vida propia (ver test de Turing) o realizar experimentos “con fuego” (The DAO)…la avaricia de los mineros parece supuestamente paralizar algunos desarrollos positivos… los especuladores juegan con su valor creando desconfianza e ilusión a su antojo… y mientras los que creemos en él, dejamos pasar el tiempo, que es quien al final nos dará la razón y nos marcará el camino.
Querido bitcoin, eres diferente, pero no por ello mejor ni peor, se tú mismo, no te dejes manejar ni manipular y mantén tu esencia.
Futuro
Las empresas de capital riesgo y algunas de Startups empiezan a encontrarse con pérdidas o simplemente dejan de confiar en nuevos proyectos. Proyectos interesantes con Bitcoinfibre o Lightning Network no terminan de despegar y ya se estudia la posibilidad de escalar el bitcoin a nivel de Hardware.
A corto plazo no se esperan grandes cambios, aunque puede que alguna sorpresa inesperada de pactos en minería, algún pequeño cambio en las carteras de clientes a nivel de software, pero 2017 tampoco será el año de bitcoin si sigue por este camino de falta de consenso.