Una transacción de USD 1,000 millones en Bitcoin (BTC) ha cobrado notoriedad no por su tamaño, sino porque su remitente gastó demasiado en comisiones. 

Alguien podría haber enviado 94K BTC por USD 35 

Los usuarios de las redes sociales estaban adivinando el origen y destino de los fondos el 6 de septiembre, que implicaron 94,504 BTC (USD 1,018 millones).

Según el recurso de monitoreo Whale Alert, basado en Twitter, la transacción no involucró monederos conocidos o que pertenecen a una organización específica relacionada con criptomonedas, como un exchange.

Una teoría sugirió que los fondos podrían estar vinculados a la plataforma institucional de operaciones Bakkt, que comienza a aceptar depósitos de clientes hoy en día.

“Las instituciones elaboran un inventario de sus necesidades de creación de mercado de cara al futuro,” comentó Max Keiser sobre la gigantesca transacción. Añadió:

“Esto = 'configuración' efectiva en el precio de BTC en USD 9,000 (como he estado reportando por varios años). Es decir, las instituciones son compradores netos de cualquier BTC que aparezca a USD 9,000. El riesgo/recompensa ahora para los compradores es excelente.” 

Su remitente, que puede haber estado enviándose fondos a sí mismo, sin embargo, seleccionó una tasa de comisión muy alta.

A 480 satoshis por byte, la tarifa ascendía a unos USD 700. 

Las tarifas de Bitcoin pueden variar dependiendo de la rapidez con la que el remitente desee que los mineros procesen una transacción. Muchos monederos permiten la fijación manual de tarifas; cuanto más dinero se paga, menos bloques debe esperar el usuario para recibir la confirmación de la transacción. 

En las condiciones actuales, que se incluya una transacción en el siguiente bloque -máximo diez minutos- cuesta solo 23 satoshis por byte, lo que significa que el remitente de los USD 1,000 millones pagó de más 20 veces. Los fondos podrían haberse liquidado en unos 10 minutos pagando una cuota de solo USD 35. 

La era de las tarifas bajas de Bitcoin continúa

Las comisiones de Bitcoin se han mantenido bajas en 2019 a pesar de la rápida subida de precios de la criptomoneda. 

Como informó Cointelegraph, la situación marca un marcado contraste con 2017, cuando Bitcoin marcó máximos históricos y las tarifas crecieron al mismo ritmo. En aquel momento, los desarrolladores de proyectos como el controvertido Bitcoin Cash (BCH) pretendían llevarse a los usuarios con la promesa de tarifas más bajas.

La tasa de hash total de Bitcoin -la cantidad de potencia de cálculo implicada en el proceso minero- sigue alcanzando nuevos máximos, y ahora es más de un 1000% mayor que en septiembre de 2017.

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