Mientras que América Latina no ha tenido tantos contagios como otras regiones, la crisis económica sí podría ser mortal. Es claro que los países latinoamericanos presentan serias debilidades en el sector salud. Obviamente no estamos listos para una pandemia. Sin embargo, más allá de la situación de emergencia en torno al coronavirus, existe la profunda preocupación sobre las consecuencias políticas y económicas que tendrá todo esto. La situación ya era lamentable antes de la llegada del virus. Pero ahora pasamos a peores. No hay que ser un genio para saber que tendremos problemas de todo tipo. Aquí lo viene es una tormenta y espero que Dios nos agarre confesados. Hablemos del caso latinoamericano y del interesante rol de Bitcoin en medio de este gran meollo

La pintoresca Latinoamérica ciertamente que ha dado muchos aportes culturales a la humanidad. No podemos decir que carecemos de colorido. Siempre se menciona la calidad humana de sus habitantes. Es decir, su calor. Esto en franco contraste con los más “fríos” moradores del Norte. Sin embargo, al parecer, este temperamento alegre y apasionado que nos caracteriza, nos hace terribles en materia económica. Porque nuestros países siempre son un desastre en ese respecto. De algún modo u otro, no podemos ordenar nuestra casa. Parece ser que la fiesta y el trabajo no se la llevan muy bien.  

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Por supuesto que en Latinoamérica se culpa a los Estados Unidos hasta de nuestros fracasos amorosos. Existe una tendencia de hacernos las víctimas. Porque todo es responsabilidad del otro. Los imperios nos saquean nuestros recursos. La culpa es de Cristóbal Colón. Los gringos nos golpean. Sin embargo, nosotros no podemos cambiar un bombillo en nuestra casa sin discutir. Nuestro cuarto es un desorden. Y todo es un caos permanente. Pero sorprendentemente siempre nos parece extraño que para ser parte del primer mundo debemos comportarnos como países del primer mundo. En otras palabras, menos fiesta y más trabajo. Nunca pensamos que el progreso nos exige cambios estructurales y culturales. Queremos todo, pero sin sacrificios. He ahí una gran falla de carácter. 

Pese a que el latinoamericano promedio no reconoce su realidad y prefiere vivir en un estado de negación permanente, esta lectura mía sobre Latinoamérica es fácilmente demostrable. ¿Cómo? Bueno, en Latinoamérica se consume mucho y se produce poco. Esa es la receta del niño rico que culpa a sus padres de todo, aunque vive de una renta heredada y en realidad no produce gran cosa. Los datos lo confirman.

Para Latinoamérica, esta crisis será la peor desde la Gran Depresión de 1929. ¿Por qué? Bueno, primero, por el desplome de papá China y papá Estados Unidos. Dependemos de ellos y sin ellos estamos mal, porque no nos podrán enviar más dinero. Segundo, porque debemos hasta los calzones. Los Gobiernos gastan mucho y generan poco en impuestos. Entonces, generan déficits descomunales. Tercero, la caída de las materias primas. El famoso saqueo. Es decir, los minerales que por casualidad están en nuestro territorio y que las grandes potencias nos compran. Con ese dinero es que sobreviviremos. 

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La crisis del coronavirus es un duro golpe a la demanda. Eso afecta directamente al precio de las cosas, sobre todo con el nivel de sobreproducción que existía en el mundo antes de la llegada del bendito virus. El petróleo, por ejemplo. Antes del virus, había petróleo hasta para regalar como consecuencia de la sobreproducción. Ahora cuando el confinamiento llevó a la demanda al piso, el precio colapsó. Y el precio del petróleo es muy influyente en Latinoamérica. Venezuela, Colombia, Ecuador y Argentina sufren mucho cuando el crudo baja de precio. Estos países no son muy eficientes en la producción y dependen mucho del precio. Eso complica el asunto para la región. Sin embargo, el petróleo no es el único rubro afectado. El cobre chileno, por ejemplo, también está siendo golpeado. Esta crisis está afectando a las materias primas en general. Algo grave para Latinoamérica que produce poco y vive de lo que la naturaleza le regala. 

Ahora bien, el problema latinoamericano se enreda aún más debido a la deuda. En casos como el argentino, la deuda alcanza a un 90% de su PIB. Algo insólito. ¿Cómo se puede llegar a semejante situación? La excusa de siempre. “La pesada herencia”. En otras palabras, la culpa es del gobierno anterior. Nos endeudamos para pagar la vieja deuda. Y no podemos declararnos en bancarrota, porque eso nos impidiera pedir más deuda en el futuro. Y claro que nos encanta culpar a los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de nuestras penurias, pero nuestra deuda también está en bonos que emitimos hacia el sector privado.

Pero la cosa no termina ahí. El problema es que esa deuda está principalmente en dólares. Lo que limita la capacidad de nuestros Gobiernos para responder a la crisis. Esto se traduce en más pobreza y desigualdad para la región. Se pronostica una caída del PIB (latinoamericano) de -5% para este año. Entonces, me temo que en Latinoamérica esto nos lleva inevitablemente a un cuadro de inestabilidad política, fuga de capitales, y devaluaciones de la moneda. Las remesas no estarán llegando como antes y mucho menos los turistas. Entonces, es deja vu. Una crisis a la latinoamericana. 

¿Cuál será el tema del hoy? Apartando, claro, a los malos Gobiernos, el tema del día será el dólar. Los Gobiernos para calmar a la gente comienzan a imprimir dinero y todo el mundo buscará protegerse (como siempre) de la inflación comprando dólares. De pronto, más de un empresario se decide a comprar un condominio en Miami aprovechando que los bienes raíces están en descuento. Y aquí es cuando interviene el Gobierno imponiendo controles cambiarios para impedir la fuga de capitales. Una medida que siempre falla porque crea un mercado del negro que tiende a complicar aún más el asunto. 

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En Venezuela y en Argentina, ya podemos ver este escenario a la perfección. Ahora bien, ¿qué tiene que ver Bitcoin con el dólar? Pues, mucho. Sitios como LocalBitcoins toman nueva vida en una situación de control cambiario. Cuando en Argentina se implementó el control de cambiario, el volumen de transacciones en LocalBitcoins rompió records históricos. En Venezuela, cuando el precio del dólar se dispara, esa semana el volumen en LocalBitcoins se va a la luna. No es casualidad. Es causalidad. No es que de pronto la sociedad en medio de la inflación descubrió a Bitcoin. Es que los operadores cambiarios usan Bitcoin para obtener divisas extranjeras porque por las vías oficiales ya no pueden. No es una coincidencia que los grandes compradores de Bitcoin en países con controles cambiarios son los grandes compradores de dólares. Y mágicamente en la lista de los países con más volúmenes en LocalBitcoins vemos a estos países con serias restricciones cambiarias. Se trata del dólar-bitcoin. 

Los criptoanalistas del Norte no ven esto, porque sus países no sufren de controles cambiarios ni de enormes fugas de capital. No saben cómo se bate ese maní. Para ellos, todo esto es una realidad ajena, más allá de su comprensión. Entonces, ven el volumen de transacciones de Bitcoin en países como Venezuela o Argentina, y sacan las conclusiones equivocadas. Piensan erróneamente que las personas compran Bitcoin como una protesta en contra del dólar siguiendo una narrativa antisistema. Sin embargo, desconocen que los Latinoamericanos están obsesionados con el dólar. Y el “dólar-bitcoin” es parte de ese frenesí. Es dolar-bitcoin es algo que en Latinoamérica se está convirtiendo en el pan nuestro de todos los días. Un tipo de dólar que agarrara mucha fuerza durante esta crisis.