Una semana con dos años. ¡Feliz año! Unos días cayeron en el 2019 y otros en el 2020, pero el precio de Bitcoin no cambió mucho. Todo se mantuvo igual. Claro que igual no significa tranquilo. Porque estamos en la cuerda floja. Existe un vaivén muy peligro que nos puede elevar o nos puede tumbar. El asunto no iba tan mal, pero cuando el soporte de los 7 mil dólares se rompió a más de uno se le hizo un nudo en la garganta. Extraño, porque nos recuperamos al instante. Pero se nos quedó el susto.

Este es uno de esos raros años que comenzó y casi todos tenemos la mente en blanco. Durante los años anteriores, hemos comenzado el año con una visión claro. Clara, pero errada. Porque, por lo general, los pronósticos iniciales nunca se cumplieron. De todos modos, teníamos la costumbre de comenzar el año nuevo con una teoría de fin de año. Este año ha sido un poco diferente en este respecto. Las predicciones son demasiado tímidas. Y nadie está muy seguro de sus proyecciones. Existe una gran expectativa en torno al halving, pero no estamos muy claros de su verdadero efecto en el precio. Ciertamente, nos hace una ilusión. Alguna noticia o anuncio que nos despierte el ánimo. ¿Qué podría ser? Ya lo veremos. ¡Bienvenido, 2020! Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más leídas de la semana.

¿Dónde y cómo cambiar el bono de medio Petro por bolívares?

La controversial criptomoneda estatal venezolana Petro no termina de sorprender. Como experimento, la experiencia ha sido muy interesante. Es más, todo el asunto ha estado muy entretenido. Sin embargo, se podría decir que la iniciativa, en términos generales, ha sido un completo fracaso. De hecho, el proyecto no tiene ni pies ni cabeza. En primer lugar, el lanzamiento fue sumamente caótico debido a los constantes cambios. Por supuesto que esa inseguridad generó muchas dudas y mucha desconfianza. Eso sin mencionar que el proyecto no es el mejor desde el punto de vista técnico. Es decir, tiene más lagunas que Canadá. Esto es el resultado directo de poner la creación de una criptomoneda en manos de políticos y burócratas. En estos casos, la política siempre estará por encima de lo técnico.

El problema principal del Petro es la credibilidad del emisor. Es decir, el emisor no es confiable. Eso resulta evidente cuando vemos claramente que el Petro tiene muchísimos más vendedores que compradores. El Gobierno venezolano otorgó un bono navideño de medio Petro, equivalente a 30 dólares, a todos los jubilados y funcionarios públicos. En un país donde el sueldo mínimo es menor a 10 dólares, un bono de 30 es bien recibido. Sin embargo, cuando las personas escucharon que su bono era en Petro, todos se colocaron las manos en cabeza y alzaron su grito al cielo. Al otro día, desde tempranas horas de la madrugada, se veían largas filas en los supermercados. Estos lugares son obligados por el Gobierno a aceptarlos y no tienen opción. Y la misión de la gente es desprenderse de sus petros lo más pronto posible. Todo los beneficiarios del bono salieron como locos a comprar comida y lo menos que querían era conservar sus petros. ¿Cómo puede funcionar una criptomoneda que nadie quiere tener y la gente la trata como el tifus? 

Burger King ahora acepta criptomonedas en Venezuela

Burger King no es la primera franquicia en aceptar criptomonedas en Venezuela, pero ciertamente es una de las importantes. Su importancia tal vez es simbólica. En términos de volumen de transacciones, es posible que el impacto sea minúsculo. Sin embargo, Burger King es una franquicia sumamente reconocida y el hecho de que a partir de ahora acepta criptomonedas podría ser una buena publicidad para Bitcoin y el ecosistema cripto. Es más, anuncios similares se han hecho en el pasado. Una de las tiendas por departamento más grandes de Venezuela, Tiendas Kraki, anunció que acepta criptomonedas y la noticia recorrió al mundo. Desde entonces, el volumen de compras en criptomoneda ha sido sumamente modesto. Pero es un paso que se dio y no deja de ser importante. La adopción es un proceso gradual. Pero comienza con un primer paso: La aceptación. 

Mike Novogratz dice que el precio de Bitcoin llegará a USD 12 mil en 2020 y apuesta 1 ETH a que Trump pierde la reelección

El asunto de las predicciones ciertamente es terriblemente complicado. En efecto, es muy difícil predecir el precio de Bitcoin. Los expertos hacen sus predicciones y en la mayoría de los casos fallan. Esto no quiere decir que desconozcan la materia. Lo único que quiere decir es que se arriesgaron por una tarea imposible. Porque las predicciones nos dicen muy poco del futuro. De hecho, las predicciones nos revelan mejor el presente. Irónicamente, las predicciones sumamente optimistas nos podrían anticipar un colapso en el precio. Y las muy pesimistas nos podrían anticipar un alza. Suena extraño. Pero la experiencia así lo ha confirmado una y otra vez.

¿Cómo funciona esto? Cuando el mercado está repleto de optimismo, los compradores están prácticamente agotados. Todos compraron ya. El único camino es hacia abajo. Por otro lado, cuando el mercado está invadido por el pánico, los vendedores ya vendieron. El único camino es hacia arriba. Eso es porque el mercado es esencialmente contradictorio. Entonces, las predicciones no dicen mucho del futuro, pero sí nos revelan el ánimo del presente. La predicción extremadamente conservadora del Mike Novogratz con respecto al 2020 nos deja en un punto intermedio. Es decir, el ánimo ahora es más de incertidumbre que de miedo. Y nos podríamos estar inclinando hacia un periodo de consolidación. Eso es en el caso que Mike esté captando el ánimo del mercado a la perfección con su predicción. 

El precio de Bitcoin debe aumentar 13,800% en 2020 para evitar que John McAfee se coma sus palabras

Hablando de predicciones optimistas. Bueno, tenemos predicciones optimistas y tenemos las locuras del John McAfee. En un momento de euforia, el polémico informático estadounidense John McAfee realizó su alocada predicción sobre el precio de Bitcoin. Un millón de dólares por unidad para el 2020-2021. El tiempo ha pasado y su predicción se ha vuelto cada vez más improbable. Sin embargo, el hombre es terco como una mula y la sostiene. Según el autoproclamado genio de las matemáticas, su predicción es prácticamente infalible porque se basa en preciosos cálculos matemáticos. Claro que nadie espera que su predicción se cumpla. Sería genial. Pero se necesitaría un auténtico milagro para lograrlo. Nadie sabe de dónde McAfee saca sus números. Pero, ¿un millón de dólares? ¿En tan poco tiempo?

Obviamente, McAfee confía muchísimo en el efecto del halving en el precio de Bitcoin. De hecho, si Bitcoin se comporta como lo hizo después del primer halving, la meta es técnicamente posible. Supongamos que Bitcoin llega al halving con una cotización superior a los 10 mil dólares. Si aumenta 100X, podría alcanzar el millón. En el pasado, Bitcoin ha registrado aumentos de 100X. Pero esto hoy es improbable en extremo, por el simple hecho de que no hay suficientes dólares. El mercado hoy es demasiado grande como para aumentar en la misma proporción que en el pasado. ¿100X en un año o dos? Virtualmente imposible. Si se logra, sería un milagro. Y a McAfee habría que hacerle una estatua con parque y todo.  

El precio de Bitcoin podría subir hasta 9.000 dólares antes de un colapso masivo y aquí está el porqué                                                                                                

Ciertamente que estamos en una posición relativamente complicada. Ha comenzado un nuevo año y nos invade la incertidumbre. De pronto, no es pánico, ni tampoco es optimismo. En realidad, es un punto intermedio. La expectativa es alta y las preguntas son muchas. Estamos esperando un rally que nunca llega. Entonces, este fue un año nuevo de expectativa. Esperamos por algo que nunca llegó. Enero del 2018 estuvo lleno de optimismo y nos equivocamos. Enero del 2019 estuvo lleno de pesimismo y también nos equivocamos. Ahora estamos un poco confundidos. Muchos esperan un año de consolidación. ¿Nos equivocaremos también?  Bitcoin siempre nos sorprende. No veo porque este año será diferente. Esperamos calma y podríamos tener una tormenta. Si es una buena tormenta o una mala, solo el tiempo nos lo dirá.