La semana ha sido un baile constante entre el optimismo fugaz y la realidad de los riesgos que acechan en el horizonte. Cerramos con un viernes de ganancias para la bolsa de valores estadounidense, un ligero respiro que, sin embargo, no borra la cautela sembrada por varios frentes, desde la Casa Blanca hasta el bolsillo de los consumidores.
¿Por qué subieron las acciones? La respuesta es sencilla: alivio. Los inversionistas se aferraron a una buena noticia proveniente del informe de inflación de agosto, específicamente el índice PCE, que es el indicador favorito de la Reserva Federal (la Fed) para medir cuánto suben los precios.
El mercado estaba conteniendo la respiración, temiendo un dato peor. Pero, para sorpresa y alegría de muchos, el aumento de precios en ese indicador clave resultó exactamente el esperado por los economistas. Ojo, esto no significa que la inflación haya desaparecido o que esté en el nivel ideal de la Fed (ese famoso 2%), sigue alta, sin duda. Lo que significa es que el desastre temido no llegó. En el mundo de las finanzas, a veces, la ausencia de una mala noticia es suficiente para celebrar, y ese fue el motor que impulsó al Dow Jones y al S&P 500 al alza.
Ahora, si miramos el otro lado de la balanza, veremos por qué ese optimismo del viernes es tan frágil. Hay al menos tres factores de peso que mantienen a los inversionistas con el freno de mano puesto.
Primero, la confianza del consumidor está por los suelos. Una encuesta reciente mostró que el ciudadano promedio de Estados Unidos se siente más pesimista sobre el futuro de la economía de lo que se había anticipado. Si la gente siente que su dinero vale menos y que el futuro es incierto, gasta menos. Y si el consumo se detiene, la economía se resfría. Este es un síntoma de que la presión inflacionaria, aunque estable en los reportes, está calando hondo en la vida diaria.
Segundo, la sombra de los aranceles punitivos ha vuelto a surgir. El presidente Trump ha anunciado nuevos y pesados impuestos a las importaciones, creando una ola de nerviosismo. La amenaza más impactante es la de un arancel brutal, de hasta el doble de lo normal, a los medicamentos de marca importados, dirigido a aquellas empresas que no se comprometan a fabricar en territorio estadounidense. No se trata solo de medicinas; también se han anunciado nuevos impuestos para camiones pesados y algunos muebles. Estas medidas, que entrarán en vigor pronto, no hacen más que inyectar una gran dosis de incertidumbre a un mercado que ya está lidiando con demasiadas variables.
Y por último, pero no menos importante, está el riesgo del cierre de Gobierno en Washington. La incapacidad de los políticos para llegar a un acuerdo sobre los presupuestos siempre genera pánico. Un cierre añade inestabilidad a las dudas ya existentes sobre la viabilidad a largo plazo del boom de la Inteligencia Artificial.
Mientras la economía tradicional lidiaba con estos altibajos, el mundo de Bitcoin y las criptomonedas se ha mantenido en una especie de compás de espera. Las tensiones geopolíticas y la volatilidad en las bolsas tradicionales suelen tener un efecto mixto en Bitcoin. A veces actúa como un refugio, un "oro digital" al que la gente recurre cuando pierde la confianza en el sistema fiat. Otras veces, reacciona como cualquier otro activo de riesgo, cayendo cuando el dinero se retira de la mesa.
Por ahora, la criptomoneda principal parece estar analizando la situación desde la barrera. Sin grandes catalizadores propios, mira de reojo cómo la Fed y los políticos definen el futuro inmediato. El panorama es claro: mientras los bancos centrales sigan en modo restrictivo y los riesgos macroeconómicos persistan, Bitcoin probablemente seguirá navegando en un rango de cautela. La historia nos dice que, al final, la verdadera fuerza de Bitcoin reside en su desconexión de los dramas gubernamentales y la impresión de dinero. Pero para que esa narrativa se imponga, necesita que el ecosistema tradicional deje de ser el centro de atención.
Cerramos la semana con la sensación de que, aunque el viernes fue verde, el panorama general sigue teñido de cautela. La bolsa terminó la semana con una ligera pérdida y los inversionistas saben que ese respiro inflacionario es solo una pausa, no el final de la tormenta.
Ahora bien, hablemos de las top criptonoticias de la semana según Cointelegraph en Español: Este no es un resumen de noticias. Este es un artículo de opinión. La intención es reflexionar sobre los siguientes titulares de un modo escéptico y crítico. Este es un artículo para libres pensadores.
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