La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución relativa a la inteligencia artificial (IA). La resolución representa el esfuerzo más reciente entre las diversas iniciativas gubernamentales de todo el mundo destinadas a influir en el desarrollo de la IA. 

La resolución -iniciada por Estados Unidos y respaldada por 123 países, entre ellos China- fue adoptada por unanimidad el 2 de marzo, lo que supone un amplio apoyo de los 193 países miembros de la ONU.

La resolución anima a los países a salvaguardar los derechos humanos, proteger los datos personales y vigilar los riesgos de la IA.

Aunque muchas iniciativas de IA carecen de fuerza ej ecutoria, persiste la preocupación por el potencial de la tecnología para perturbar los sistemas democráticos, exacerbar las actividades fraudulentas o provocar importantes desplazamientos de puestos de trabajo, entre otras posibles repercusiones negativas. En la resolución se afirma:

El diseño, desarrollo, despliegue y utilización indebidos o malintencionados de sistemas de inteligencia artificial ... plantean riesgos que podrían ... socavar la protección, la promoción y el disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales.”

A diferencia de las resoluciones del Consejo de Seguridad, las de la Asamblea General de la ONU no son jurídicamente vinculantes, sino que sirven como indicadores del sentir mundial. Esta resolución insta a diversas entidades, incluidas las naciones, a fomentar marcos normativos para sistemas de IA seguros.

La resolución pretende acabar con la brecha digital entre los países ricos y los países en desarrollo, garantizando su inclusión en los debates sobre IA.

También se esfuerza por dotar a los países en desarrollo de la tecnología y las capacidades necesarias para aprovechar las ventajas de la IA, como la detección de enfermedades, la predicción de inundaciones, el apoyo a la agricultura y la formación de mano de obra.

Fuente: Centro de Noticias de las Naciones Unidas

En noviembre, Estados Unidos, el Reino Unido y más de una docena de países firmaron un pacto mundial en el que se esbozan medidas para proteger la inteligencia artificial de agentes malintencionados. El acuerdo hace hincapié en la necesidad de que las empresas tecnológicas desarrollen sistemas de IA con características de seguridad inherentes.

La resolución advierte contra "la creación, el avance, la implementación y el uso indebidos o malintencionados de sistemas de inteligencia artificial, que carezcan de las protecciones adecuadas o violen el derecho internacional".

Por su parte, las grandes empresas tecnológicas han respaldado en general la necesidad de regular la IA, al tiempo que abogan por garantizar que cualquier norma sea ventajosa para sus intereses.

Sin embargo, el 13 de marzo los legisladores de la Unión Europea dieron su aprobación definitiva a la primera normativa global sobre IA del mundo. Tras algunos trámites, se prevé que estas normas entren en vigor en mayo o junio.

La normativa de la UE prohíbe varias tecnologías, como la vigilancia biométrica, los sistemas de puntuación social, la vigilancia policial predictiva, el "reconocimiento de emociones" y los sistemas de reconocimiento facial no selectivos.

La Casa Blanca también se propuso mitigar los riesgos de la IA para los consumidores, los trabajadores y las minorías, reforzando al mismo tiempo la seguridad nacional mediante una nueva orden ejecutiva publicada en octubre.

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