Un nuevo proyecto de ley presentado en el Congreso de los Estados Unidos el miércoles podría hacer cumplir la regulación general de todas las stablecoins. Si se aprueba, cualquier servicio prestado en relación con este tipo de criptomonedas se convertiría en ilegal sin antes recibir la aprobación de múltiples organismos gubernamentales:

“Será ilegal que cualquier persona emita una stablecoin o un producto relacionado con ella, que proporcione cualquier servicio relacionado con ella, o que de alguna otra manera participe en cualquier actividad comercial relacionada con ella, incluyendo actividades que involucren stablecoins emitidas por otras personas, sin obtener la aprobación escrita por adelantado, y de manera continua, de la agencia bancaria federal apropiada, la Corporación, y la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal.”

Denominado "The Stable Act", el proyecto de ley tiene por objeto "proteger a los consumidores de los riesgos que plantean los nuevos instrumentos de pago digitales, como la Libra de Facebook y otras Stablecoins". Sin embargo, a solo un mes del final del 116º Congreso, el proyecto de ley se enfrenta a una batalla cuesta arriba para ser aprobado a tiempo.

El profesor adjunto de Willamette Law, Rohan Grey, explicó en Twitter que aunque el proyecto de ley está dirigido principalmente a stablecoins privadas emitidas por grandes empresas de tecnología, fue redactado de tal manera que incluye una "amplia gama de actividades monetarias". Grey añadió que el proyecto de ley busca "prevenir el tipo de riesgos sistemáticos de 'banca en la sombra' que condujo a la crisis financiera mundial de 2007-2008".

La congresista del Partido Demócrata Rashida Tlaib, principal instigadora del proyecto de ley, declaró que la Ley Estable (The Stable Act) está diseñada para proteger a las personas de color y otros grupos minoritarios que carecen de acceso a servicios financieros regulados.

El proyecto de ley ha sido recibido con una fuerte desaprobación de la criptocomunidad. El jefe de estrategia de CoinShares, Meltem Demirors, respondió a los tweets de Tlaib, declarando que "las criptomonedas reducen el coste de servicio a las poblaciones que históricamente han sido excluidas del sector bancario".

Añadió que al introducir la ley, los costos y el cumplimiento aumentarían, cortando posteriormente el acceso a las mismas poblaciones que Tlaib espera proteger.

En un hilo de ocho posts en Twitter, el CEO y cofundador de Circle Jeremy Allaire declaró que la ley "representaría un enorme paso atrás para la innovación de la moneda digital en los Estados Unidos, limitando el progreso acelerado tanto de la industria de tecnología blockchain como de la de fintech".

El representante de la Cámara de Wyoming, Tyler Lindholm, cree que la ley va en contra de la ética fundamental de descentralización del sector de las criptomonedas:

“Centralización del poder para un mundo descentralizado. No gracias. Esta industria ha tenido años luz más de éxito en llevar la libertad financiera a los no bancarizados y eso ocurrió sin amiguismo como se sugiere en este proyecto de ley.”

El CEO de Shapeshift, Erik Voorhees, compartió su opinión de que el proyecto de ley está condenado al fracaso:

“No obliguemos a las criptomonedas a actuar como los bancos... (Y, de hecho, no pueden hacerlo, y no lo harán).”

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