Stronghold Digital Mining, empresa con sede en Pensilvania, ha anunciado la finalización de dos recaudaciones privadas de capital por valor de USD 105 millones.

Según un anuncio compartido con Cointelegraph, la primera instalación de generación de energía de la firma, la planta Scrubgrass en el condado de Venango, convierte residuos de carbón en energía a una escala equivalente a "una planta hidroeléctrica a gran escala" que luego se utiliza para minar Bitcoin y otras criptomonedas.

Los residuos de carbón reciclados por Stronghold fueron producidos por las explotaciones mineras de carbón de los siglos XIX y XX. Los procesos de generación de energía de Stronghold permiten rehabilitar grandes extensiones de tierra que fueron devastadas como consecuencia del drenaje ácido de las minas (AMD por sus siglas en inglés).

El AMD describe un proceso en el que la lluvia o la nieve se mezclan con el azufre de los residuos de carbón, lo que permite que se introduzca en los sistemas de agua y amenace la vida acuática. Después de retirar los residuos de carbón, Stronghold también planea donar la tierra restaurada a las comunidades locales.

La empresa calcula que por cada Bitcoin que mina se destruyen 200 toneladas de residuos de carbón.

"La quema de residuos de carbón han causado estragos en mi estado natal de Pensilvania durante los últimos cien años", dijo el copresidente de Stronghold, Bill Spence, añadiendo:

"Empleamos técnicas de minería de criptomonedas del siglo XXI para remediar los impactos de la minería del carbón de los siglos XIX y XX en algunas de las regiones más olvidadas desde el punto de vista medioambiental de EEUU".

En colaboración con las autoridades medioambientales locales, Stronghold ya ha recuperado 1,000 acres de tierra de Pensilvania que describe como "antes inutilizable". Además de eliminar más del 98% de las emisiones de mercurio, NOx y SO2, el proceso de producción de la empresa genera cenizas volantes, que pueden utilizarse como abono.

Stronghold espera tener más de 28,000 rigs de criptominería operativos para 2022, y está en conversaciones para adquirir instalaciones que representen más de 200 megavatios de capacidad de generación eléctrica.

La recaudación se produce en un momento en el que la comunidad de Bitcoin está cada vez más concienciada con el medio ambiente, con el famoso CEO de Tesla, Elon Musk, dando marcha atrás en la decisión del fabricante de vehículos eléctricos de aceptar pagos en Bitcoin, citando el coste medioambiental de la minería de BTC con carbón.

A principios de este mes, Musk indicó que Tesla estudiaría la posibilidad de volver a aceptar pagos en BTC si el sector minero pasa a estar alimentado al menos en un 50% por energía limpia.

La controversia sobre la huella ecológica de la minería de Bitcoin ha contribuido a una fuerte tendencia a la baja de las acciones de mineras norteamericanas que cotizan en bolsa en los últimos meses, que han experimentado caídas de aproximadamente entre el 50% y el 60% desde que alcanzaron sus máximos históricos.

A pesar de que la tendencia bajista del mercado de criptomonedas no muestra signos de desaceleración, el banco de inversión independiente, Compass Point, ha dado a Riot Blockchain (RIOT) y Marathon Digital (MARA) una calificación de compra, señalando que las empresas están generando BTC con descuentos del 62% y 70% en comparación con los precios al contado, respectivamente.

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