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Gustavo GodoyGustavo Godoy

Por qué las cripto no triunfan en los pagos: Los obstáculos

Cripto no triunfa en pagos por uso inversor, volatilidad, aceptación limitada y competencia.

Por qué las cripto no triunfan en los pagos: Los obstáculos
Opinión

Hay un tema que, como el buen vino, surge una y otra vez en los espacios cripto y no cripto, una especie de debate existencial que gira en torno a la función y utilidad de Bitcoin y, por extensión, de las criptomonedas en general. Es una especie de crisis de identidad que se niega a morir. ¿Qué es? ¿Para qué sirve?

Por un lado, tenemos a los puristas, aquellos que siguen al pie de la letra las intenciones declaradas en el white paper de Satoshi Nakamoto, que presenta a Bitcoin como un medio de pago alternativo, una moneda digital para el mundo. Para ellos, la visión original es la ley, y todo lo demás es una desviación. Ven en Bitcoin la promesa de transacciones rápidas, baratas y sin intermediarios, una verdadera revolución en la forma en que movemos el dinero.

Por otro lado, y seamos honestos, esta es la mayoría actual, están quienes ven las criptomonedas, y Bitcoin en particular, como un activo especulativo. Para ellos, su función principal es ser una especie de "cerdito de ahorro" digital, donde uno compra esperando que engorde con el tiempo. El objetivo es acumular y esperar la apreciación, no gastar en el café de la mañana.

Y luego está esa tercera vía, la que dice que lo primero es la base de lo segundo. Es decir, que si las cripto no pueden ser un medio de pago, entonces su valor como activo especulativo podría verse comprometido. Que la utilidad como moneda es lo que, en última instancia, le da sustancia a su valor de inversión. Un argumento sólido, sin duda, que alimenta el debate y lo mantiene vivo.

Los obstáculos en el camino

Claro que hay obstáculos para que las criptomonedas se consoliden como un medio de pago universal. Y no son pocos.

El primero y quizás el más fundamental es la intención del usuario. O sea, el uso que mayoritariamente se le da hoy en día. Si la gente compra cripto para holdear y esperar a que suba de precio, ¿por qué la usarían para comprar pan o pagar la cuenta del restaurante? La mentalidad de inversión domina sobre la mentalidad de gasto, y eso es un peso pesado en la balanza.

El segundo obstáculo es la aceptación limitada como medio de pago. A pesar de los esfuerzos de algunos pioneros y de la creciente popularidad de las criptomonedas, aún son muy pocos los comercios y servicios que las aceptan directamente. Estamos lejos de ver un código QR de Bitcoin en cada caja registradora, y eso frena su adopción masiva como moneda de uso diario.

La tercera es la volatilidad. ¡Ah, la volatilidad! Es el talón de Aquiles de las criptomonedas como medio de pago. Imagina pagar tu almuerzo con Bitcoin y que, al minuto siguiente, el valor de lo pagado haya subido o bajado un 5%. Eso es un dolor de cabeza para los comerciantes, que ven sus márgenes evaporarse, y para los usuarios, que no saben si están haciendo un buen negocio al gastar sus activos. Nadie quiere que el precio de su café fluctúe mientras lo está bebiendo.

La cuarta es la cultura. No estamos acostumbrados, o sea, culturalmente, a usar medios de pago alternativos que puedan traer fricciones con la contabilidad, con las autoridades fiscales, etc. El dinero fiat es la norma, y cualquier desviación genera dudas y burocracia. ¿Cómo declaro esto? ¿Qué implicaciones fiscales tiene? Estas preguntas, y su falta de respuestas claras en muchos lugares, desincentivan el uso de criptomonedas para transacciones cotidianas.

Además, hay un factor ineludible: la competencia. En el campo de los pagos, han surgido muchas alternativas y soluciones que, para ser sinceros, son mejores que las criptomonedas para el uso diario. Hablo de los pagos móviles, las transferencias instantáneas, las billeteras digitales y, sobre todo, las stablecoins.

Las stablecoins han demostrado tener lo mejor de los dos mundos: la inmediatez y eficiencia de la tecnología blockchain, pero con la estabilidad de valor que les otorga su anclaje a una moneda fiduciaria como el dólar. Esto las convierte en una opción mucho más atractiva para el comercio y las transacciones diarias, eliminando la preocupación por la volatilidad que aqueja a Bitcoin y otras criptomonedas volátiles.

¿Es hora de pasar la página?

Personalmente, creo que las criptomonedas brillan mucho más como activos de inversión. Satisfacen la necesidad de crecer financieramente mejor que muchos otros activos, ofreciendo oportunidades de revalorización que pocos instrumentos financieros pueden igualar. Si tu objetivo es que tu dinero se multiplique, las cripto son un campo fértil.

Porque en el campo de los pagos, como mencioné, han surgido muchas alternativas y soluciones que son simplemente mejores que las criptomonedas tal como las conocemos para el uso diario. Y el mercado, al final, tiende a elegir lo que mejor satisface sus necesidades. La comodidad, la estabilidad y la aceptación son factores clave, y en eso, otras soluciones han tomado la delantera.

¿Es ahora de pasar la página en torno a este debate? Al parecer, no, porque aún hay personas como Jack Dorsey, cofundador de Twitter y entusiasta de Bitcoin, que insisten en traerlo a flote. Él sigue viendo a Bitcoin como una herramienta de pago fundamental para el futuro.

Y bueno, mientras el debate persista, es nuestro deber seguir nutriéndolo con múltiples perspectivas. Porque, al final, de la discusión y el contraste de ideas es de donde surge la claridad. Y quién sabe, quizás un día las criptomonedas encuentren su verdadero lugar en el ecosistema de pagos, o quizás, ese capítulo se cierre para dar paso a nuevas y más eficientes soluciones. El tiempo, como siempre, tiene la última palabra.

Reflexión final: ¿Un debate inconcluso?

Es cierto que los obstáculos son palpables y que la comodidad y estabilidad de otras opciones de pago pesan. Sin embargo, no podemos ignorar los contraargumentos: la descentralización que ofrecen las cripto, su potencial para bancarizar a los no bancarizados o su capacidad para realizar transacciones transfronterizas sin fricciones. Estos atributos, si bien no siempre se alinean con la inmediatez del pago diario, poseen un valor intrínseco.

La innovación es un camino constante, y si bien hoy el rol de activo de inversión es dominante, la búsqueda de soluciones a sus desafíos persistirá. El debate sobre el verdadero propósito de las cripto, entonces, más que zanjado, se encuentra en constante evolución. ¿Podrán las futuras innovaciones tecnológicas y regulatorias revertir la balanza? Es una pregunta que el tiempo y el ingenio de la comunidad cripto responderán.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.