Ethereum, uno de los pilares del ecosistema cripto, no pasa por su mejor momento. Si bien la red ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de contratos inteligentes y finanzas descentralizadas (DeFi), su desempeño reciente ha generado preocupación entre inversores y desarrolladores. Una de las principales razones detrás de este escenario es la creciente presión sobre las soluciones de participación líquida y de Capa 2 (L2), que son fundamentales para la escalabilidad de la red, pero que también introducen nuevos desafíos.
Julio Andreoni, analista cripto de Bitybank, comentó que el staking líquido, que aportaba flexibilidad a los validadores, facilitando el uso de activos apostados, también creaba una vulnerabilidad. También destacó que el riesgo de un retiro masivo de fondos en tiempos de crisis podría socavar la seguridad de Ethereum, comprometiendo la integridad de la red. Este efecto en cascada, si se activa, podría reducir drásticamente la cantidad de activos disponibles para proteger la red, exponiéndola a posibles ataques.
Además, la mayor adopción de soluciones de Capa 2 como Arbitrum y Optimism ha resuelto el problema de las altas tarifas de transacción y escalabilidad. Sin embargo, este enfoque también fragmentó la liquidez de la red principal. Dado que el 87% de las transacciones se realizan fuera de la capa principal, Ethereum enfrenta dificultades para mantener una liquidez concentrada, lo que desvía la atención del token nativo (ETH) y debilita su posición.
Otro punto que afectó el desempeño de Ethereum en 2024 fue la presión regulatoria. Con la atención centrada en los grandes intercambios, Ethereum, que sirve como base para muchos tokens y contratos inteligentes, pasó desapercibido para las autoridades.
"La incertidumbre regulatoria afecta el crecimiento de nuevos proyectos y desalienta la innovación, especialmente en áreas como las monedas estables descentralizadas y los derivados de blockchain", continuó Julio.
Para complicar las cosas, la tasa de rendimiento de la participación en ETH, que ronda el 3.4% anual, se considera baja en comparación con otras oportunidades en el mercado de las criptomonedas. Según Julio, este rendimiento poco atractivo desalienta a los inversores que buscan opciones más rentables, como apostar en monedas estables.
"De cara al futuro, Ethereum necesita adaptarse rápidamente para enfrentar la competencia de redes más ágiles como Solana, que ofrecen transacciones más rápidas y más baratas. Si puede superar los desafíos técnicos y regulatorios manteniendo su descentralización y seguridad, Ethereum puede seguir siendo una de las redes más relevantes en el universo criptográfico, de lo contrario, corre el riesgo de perder espacio frente a competidores emergentes", concluyó Julio.
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