Las mayores empresas de granos y semillas oleaginosas del mundo, los gigantes estadounidenses Bunge y Cargill, se han unido para crear la empresa conjunta Covantis, que utilizará tecnología blockchain en el sector agrícola de Brasil.

El proyecto sin precedentes prevé el intercambio de información entre todos los miembros de Covantis, que también incluye la participación de otros gigantes de la agroindustria como la francesa Louis Dreyfus Company (LDC), la empresa estatal china Cofco International y la multinacional holandesa Glencore Agriculture.

Juntas, las empresas que componen Covantis mueven alrededor de 550 millones de toneladas de granos y semillas oleaginosas cada año.

El objetivo de la asociación es unificar los datos del sector y facilitar la comunicación entre todos los participantes, mejorando los procesos logísticos en los puertos, entre otras cosas, todo ello utilizando blockchain. Se espera que la plataforma oficial se ponga en marcha el año próximo.

Las empresas negocian alrededor de 500 mil contratos de compra y venta al año en Brasil, y las primeras pruebas de la plataforma se llevaron a cabo en el Puerto de Santos entre julio y agosto de este año e involucraron a 11 empresas, incluyendo compañías comerciales, originadores y productores de granos. La directora general de Covantis, Petya Sechanova, dijo:

"Covantis debe convertirse en el líder de las operaciones en nuestro sector y será capaz de agilizar los procesos, modernizarlos y digitalizarlos."

Según el CEO, la elección de Brasil se debió a la complejidad de su mercado. En declaraciones a la publicación de Valor, Sechanova dijo que en el país se realizan "ventas en cadena" o "ventas de cadena", en las que decenas de intermediarios deben actuar para que los envíos se realicen, aunque solo los compradores finales y los remitentes tienen contacto con el envío físico.

Marcos Amorim es el director del comité de contratos de la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales (Anec), cuyas empresas comerciales asociadas trabajan activamente con Covantis. Dijo que es un proceso complicado y difícil:

“Imagina que cada envío tiene un contrato de compra y un contrato de venta, que hay certificados fitosanitarios adjuntos a ellos y una serie de otros documentos requeridos por diferentes países. Y que los barcos forman líneas y deben tener una cierta tasa de carga. Esto intensifica enormemente la operación en el puerto y el retraso en cualquier extremo implica pérdidas para toda la cadena.”

Dentro de las empresas comerciales, el proceso genera un flujo de trabajo algo desordenado, que actualmente se gestiona por correo electrónico, teléfono y WhatsApp. Las fechas de llegada y salida, las banderas de los barcos y los volúmenes de carga circulan sin parar, especialmente durante las temporadas altas. Pero con los errores que ocurren a diario, también se acumulan los gastos y las multas.

Sin embargo, con Covantis toda esta información circula utilizando la tecnología blockchain, que, según sus participantes, ayuda al flujo de información, evita el fraude y garantiza la seguridad de los datos compartidos.

Sechanova también dice que la ambición de Covantis es reunir gradualmente todos los envíos de granos y semillas oleaginosas a granel de sus empresas fundadoras en el mundo.

Argentina y Estados Unidos son los próximos países en los que Covantis planea utilizar su solución blockchain.

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