Resumen de la noticia:
Un estudio revela que el 88% de los tokens distribuidos en airdrops pierden valor en solo tres meses.
Más de 20.000 millones de dólares se distribuyeron en airdrops desde 2017, pero la mayoría de los proyectos falla en la retención de los usuarios tras las distribuciones gratuitas de tokens.
Casos como Arbitrum, Blur y Optimism demuestran que, a pesar de generar picos masivos de actividad inicial, los airdrops rara vez logran construir comunidades sostenibles a largo plazo.
Más de 20.000 millones de dólares se distribuyeron en airdrops desde 2017, pero la estrategia de distribución gratuita de tokens ha demostrado ser fallida tanto para generar valor a los usuarios como para construir comunidades y proyectos sostenibles.
Un estudio publicado por DappRadar revela que el 88% de los tokens distribuidos vía airdrops pierden su valor de mercado en solo tres meses tras el lanzamiento.
"Aunque los airdrops consistentemente generan picos impresionantes en el crecimiento de usuarios y transacciones, su impacto a largo plazo en la retención, el compromiso y el valor de mercado de los tokens es mucho más incierto", afirma el informe.
La principal causa de la desvalorización de estos tokens es el comportamiento especulativo de los "cazadores de airdrops". Según el informe, la retención de los usuarios sigue siendo el eslabón más frágil del modelo: "En promedio, en pocas semanas, la actividad vuelve a caer a niveles de 20% a 40% por encima de los niveles pre-airdrop, con la mayoría de los participantes obteniendo sus ganancias."
El informe cita el airdrop multimillonario de Arbitrum (ARB) como un ejemplo emblemático. La distribución de casi 2.000 millones de dólares en tokens ARB hizo que el promedio de transacciones diarias de la red superara al de la propia Ethereum (). Sin embargo, el efecto no resultó ser sostenible.
El valor de ARB cayó más del 75% en dos años y, según el informe, la mayoría de los nuevos usuarios vendió sus activos y abandonó la red, lo que evidencia la dificultad de convertir el hype en una comunidad de usuarios comprometida.
Principal rival de Arbitrum entre las soluciones de capa 2 pioneras de Ethereum, Optimism (OP) optó por un modelo diferente de airdrop. En lugar de un evento único, los tokens OP se distribuyeron en más de una etapa.
Este modelo generó picos de actividad más modestos, pero, según el estudio, "alineó los incentivos de forma más deliberada, fortaleciendo sus estructuras de gobernanza". A pesar de ello, OP tampoco escapó de la tendencia de desvalorización, perdiendo el 42% de su valor desde el lanzamiento.
Este fenómeno no es inusual y se ajusta a un patrón observado desde el airdrop pionero de Uniswap () en 2020. Casos posteriores, como los de los exchanges descentralizados (DEX) dYdX (DYDX) y 1inch (1INCH), siguieron un patrón similar, de acuerdo con el informe:
"Un pico inicial de interés y volumen, seguido de una caída acentuada en el valor del token, que en algunos casos llegó a más del 90%, reforzando la tesis de que los airdrops, por sí solos, rara vez garantizan el éxito a largo plazo."
"Ataque vampiro" en el mercado de NFT
En el volátil mercado de NFT (tokens no fungibles), el efecto negativo de los airdrops se hace aún más evidente. El marketplace Blur promovió una campaña agresiva de airdrop para robar más del 70% del volumen de negociación de OpenSea y conquistar el liderazgo en el sector, en una estrategia conocida como "ataque vampiro" en el ecosistema Web3.
Sin embargo, DappRadar señala que "gran parte del volumen de negociación de Blur fue impulsada por un pequeño número de traders de alta frecuencia." Estos usuarios tenían como estrategia acumular puntos por medio de transacciones artificiales con el objetivo único de maximizar sus recompensas futuras.
Después de la distribución del token nativo de Blur, los cazadores de airdrops abandonaron la plataforma. Como resultado, Blur no logró construir una comunidad leal de coleccionistas y creadores, y terminó perdiendo protagonismo en el sector.
Por su parte, OpenSea retomó el liderazgo en el mercado de NFT con el anuncio de su propia campaña de airdrop. Actualmente, el marketplace registra un volumen de negociación que es casi el doble que el de Blur, según datos de DappRadar.
El sector de juegos Web3 busca otras alternativas de generación de valor
En un sector donde el compromiso y la economía son fundamentales para el éxito o el fracaso de los proyectos, los desarrolladores han probado modelos alternativos para conquistar la fidelidad de los usuarios.
Después del colapso del modelo " play-to-earn ", cuya inflación de tokens promovió la dilución de las ganancias de los usuarios, los desarrolladores de juegos Web3 abandonaron grandes campañas de airdrop. Según el informe, el foco se desplazó hacia la distribución de recompensas dentro de la dinámica de los juegos, con emisiones más controladas, priorizando la construcción de economías más sostenibles:
"Para los juegos, el verdadero desafío no es atraer a los usuarios con la distribución de tokens, sino mantenerlos entretenidos el tiempo suficiente para formar ecosistemas duraderos."
En un ecosistema donde el valor está intrínsecamente ligado a la atención que las plataformas, aplicaciones y sus respectivos tokens son capaces de atraer, el gran desafío es controlar la rotación de los usuarios, concluye el informe:
“El desafío para los proyectos ya no es cómo capturar la atención de los usuarios, sino cómo convertirla en comunidades sostenibles.”
Según lo informado recientemente por Cointelegraph, los desarrolladores de Linea, una solución de capa 2 de Ethereum vinculada a Consensys, prometieron a los usuarios nuevas rondas de airdrops en un intento de contener la caída del token inmediatamente después de su lanzamiento.
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