Hay un anhelo de la generación joven por subir y tomar el manto de liderazgo a través de las diversas esferas de actividad en África. África sigue siendo el continente con el conjunto más antiguo de dirigentes nacionales, con un promedio de edad de 78,5 años. Este es un gran factor detrás del subdesarrollo del segundo continente más grande de la Tierra.

En contra de la clase dirigente

La campaña para la industria de la nueva generación y dirigentes políticos es cada vez más fuerte, especialmente cuando el país más grande del continente, Nigeria, se prepara para sus elecciones generales. La elección está programada para llevarse a cabo en menos de 15 meses desde el momento de este escrito.

Expulsar a la antigua brigada en la política parece insuperable por la falta de jóvenes en puestos de liderazgo en África. Estos jóvenes carecen de la capacidad necesaria para competir eficazmente. La migración en busca de pastos más verdes también ha tenido sus repercusiones en la juventud de África y está socavando el suministro de la próxima generación de líderes para el continente.

Asumiendo la responsabilidad

El surgimiento de la tecnología Blockchain, junto con su enfoque descentralizado y no regulado presenta una oportunidad de ruptura para una generación que aspira ser escuchada. En el continente africano, casi todas las empresas emergentes de Blockchain y tecnologías relacionadas son iniciadas por jóvenes entre 20 y 45 años de edad. La revolución que espera parece residir en los cimientos de la tecnología Blockchain. Una gran cantidad de los jóvenes africanos está trazando nuevos cursos sin depender de los sistemas controlados por las generaciones anteriores.

La sensibilización, la concienciación y la educación son herramientas que han sido adoptados por otros grupos de todo el continente para iniciar el proceso de emancipación. Recientemente, un grupo de jóvenes nigerianos conocido como Dash Squard organizó un festival cultural y musical. El evento de dos días que registró unos 800 asistentes incluyó actuaciones de artistas locales, pero el aumento de la conciencia sobre la divisa digital Dash fue el quid de la cuestión. Los participantes habían configurado billeteras de Dash en sus dispositivos móviles y se les enseñó a realizar transacciones, con boletos y recompensas expresados en Dash.

El organizador del evento, Oluwajuwon Micheal, dijo:

“Abrimos un total de 300 nuevas billeteras Dash y también les enviamos [a cada una] de ellas con valor aproximado de $5 en Dash, que todo el mundo utilizó en la compra de alimentos, bebidas y mercancía en el evento. También capacitamos más de 50 proveedores que vinieron a nuestro evento en los beneficios del Dash y cómo pueden enviarlo y comprarlo. Presentamos el Dash a los artistas locales que vinieron para los eventos, y a todos se les pagó en con la moneda. Sólo dos de ellos decidieron vender parte de sus Dash.”

Una revolución gradual pero constante

La Iniciativa de Desarrollo de Criptografía de Nigeria (CDIN), liderada por Adeolu Fadele, es otro grupo que está compuesto principalmente por jóvenes africanos enfocados en la Blockchain como una herramienta para el desarrollo en África. Habiendo celebrado su primera conferencia en noviembre de 2017, el grupo participa en diversos programas educativos y de sensibilización. También está organizado para colaborar con los organismos gubernamentales y las instituciones profesionales en pro de lograr la implementación de la Blockchain.

Otros grupos de jóvenes africanos encontrando su voz incluyen a eBitcoinics, dirigido por Nawaf Abdullah, y a Nigeria Blockchain User Group, fundado por Chimezie Chuta.

El hecho de que a la generación más joven le esté tomando tanto tiempo encontrar la pertinencia puede que no impulse a celebrar mucho. Sin embargo, la esperanza que trae significa un futuro de posibilidades alimentado por el adelanto tecnológico. Lo bueno de este desarrollo es que sigue siendo una reserva exclusiva de la próxima generación, que ya no puede ser expulsada del sistema por la intimidación por el conjunto actual de dirigentes.

Aparentemente, en efecto, hay un futuro para el continente africano que ya no le puede ser arrebatado a aquellos a quienes les pertenece.