El empresario estadounidense Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks y estrella de televisión, dijo recientemente que Bitcoin es demasiado complicado para la gente común y por eso no tiene futuro. Él prefiere comprar bananas que Bitcoin porque por lo menos las bananas se las puede comer. Con Bitcoin, no puede hacer nada. La adopción masiva de Bitcoin, según él, es imposible porque es incomprensible. Defendió Bitcoin por un tiempo, pero al parecer ha cambiado de opinión ¿Tiene razón?
¿Quién es Mark Cuban? En sus propias palabras, es probablemente el hombre con más suerte en el mundo. Claro que sería injusto decir que no tiene talento. Seguramente, la suerte ha sido un factor muy importante en sus triunfos, pero también lo ha sido su determinación, su creatividad y su visión. El sujeto puede llegar a ser sumamente molesto, grosero y temperamental. Le encanta ser el centro de atención y nunca cierra la boca. Es cierto que es engreído hasta más no poder, pero su éxito en los negocios es innegable. Durante el boom del Internet, fundó Broadcast.com, un sitio que transmitía eventos en vivo que al poco tiempo logró vender a Yahoo por más de 2 mil millones de dólares. Esta venta le permitió entrar en el exclusivo club de los billonarios casi de la noche a la mañana. Sin embargo, para Yahoo, la adquisición resultó ser una gran equivocación porque en unos meses la burbuja dotcom se rompió y el mercado colapsó. Mark vendió en el mejor momento. Entró en el tiempo justo y se salió en el instante perfecto.
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Con sus millones, adquirió de las manos de Ross Perot Junior el equipo de baloncesto Los Mavericks de Dallas. En el momento de la compra, este equipo era una de los peores de la NBA, pero Mark logró llevarlos milagrosamente a la victoria. Durante los partidos, les gritaba a los árbitros y llegó a insultar a medio mundo. Por sus constantes críticas y reclamos a las autoridades de la NBA tuvo que pagar miles de dólares en multas, pero el público lo amaba. La polémica y el éxito le dieron su fama. Esa popularidad la aprovechó para obtener más popularidad. Se convirtió en un hombre extremadamente mediático. Estuvo en todas partes. Realizó muchísimas entrevistas. Participó como invitado en muchos programas de televisión. Fue uno de los tiburones en el reality show Shark Tank. Este programa muestra a empresarios presentando sus ideas de negocios a un panel de inversionistas. Bueno, Mark ha formado parte de este panel en varios episodios. Así se dio a conocer.
En varias entrevistas, Mark Cuban ha explicado que Bitcoin tiene gran potencial debido a su escasez. Como el suministro de bitcoins es sumamente limitado, si hay suficiente demanda, seguramente el precio subirá como ocurre en el mercado bursátil. No solo ha defendido Bitcoin. También admite tener bitcoins. Sin embargo, recientemente ha sostenido una postura muy diferente. Ahora detesta Bitcoin. Cuban comparó Bitcoin con tarjetas de béisbol, comics y arte. “Esto es lo que pasa con las criptomonedas, particularmente Bitcoin, BTC vale lo que alguien pagará por él”, dijo. Es decir, Bitcoin carece de valor intrínseco.
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Según Mark, es mejor comprar una banana que Bitcoin u oro. Esto por supuesto sería verdad para un Robinson Cruise que vive solo en una isla desierta. Pero está muy lejos de ser cierto en el sistema que tenemos actualmente. Después de todo, Mark Cuban es un multimillonario en dólares, no en bananas. Cuando Yahoo compró Broadcast.com, no pagó en bananas. Pagó en acciones que él luego liquidó en una divisa que tampoco tiene valor intrínseco. Yo no creo que él coma billetes. Ese argumento viniendo de un inversionista resulta absurdo. Te aseguro que él no vendería sus bitcoins por un par de bananas. Claro que Bitcoin no tiene valor de uso. Su valor es monetario como los billetes que tiene Mark en el banco. De pronto, eso que él dijo es un chiste para llamar la atención. Simplemente no tiene sentido. El mercado de los coleccionables, el del oro y el del Bitcoin son enormes comparados al negocio bananero. A Mark se le olvida que uno de sus primeros negocios fue vender estampillas. Él sabe muy bien lo valioso que pueden llegar a ser estos objetos “sin valor”.
Sin embargo, las críticas de Mark hacia Bitcoin van más allá. Ha dicho también que Bitcoin es incomprensible para el 99% de la población. Ha resaltado que la mayoría de las personas no saben cómo usar Bitcoin. Es decir, existe un muro que aleja a las masas y Bitcoin es básicamente un vecindario habitado exclusivamente por una minoría conocedora.
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Debo admitir que esta crítica tiene más fuerza que la crítica anterior. Es natural que toda innovación presente barreras de adopción. Existe una curva de aprendizaje que al principio es solo superada por un pequeño grupo de pioneros. Las masas son lentas y conservadoras. Hay suficiente evidencia anecdótica para afirmar que Bitcoin no es para cualquiera. Cuando uno habla de Bitcoin con la persona promedio, es normal ver rostros en blanco y miradas llenas de confusión. Bitcoin es una historia difícil de digerir para muchos. Los rechazos, el miedo y la incredulidad son sumamente frecuentes. El individuo común se pierde entre tantos conceptos “raros”. No es un accidente que Bitcoin encuentre su mayor aceptación entre las generaciones más jóvenes. Esas generaciones que han vivido Internet como algo normal y de toda la vida.
Uno de los factores que contribuye a la confusión es la diversidad de términos nuevos y las distintas narrativas. En otras palabras, como comunidad, tenemos un grave problema de imagen y mercadeo. Bitcoin es un sistema descentralizado y ha crecido orgánicamente. Entonces, todos hablan de Bitcoin de modo diferente. La comunidad está llena de tribus con diferentes intereses y distintos lenguajes. Los desarrolladores hablando como desarrolladores. Los libertarios hablan como libertarios. Y los inversionistas hablan como inversionistas de Wall Street. Es decir, no existe un cuerpo central que difunda un discurso unitario y definido. Las masas no entienden Bitcoin porque las personas que explican Bitcoin son tecnócratas hablando en lenguaje técnico. Es incomprensible porque se usa un lenguaje en código. Si no sabes el código, no entiendes nada.
Ahora bien, estos problemas de comunicación no implican que Bitcoin no tenga futuro. He ahí la equivocación de Mark Cuban. La comunidad de Bitcoin es lo suficientemente grande ahora como para que Bitcoin tenga un valor. Nadie ha dicho que Bitcoin necesita cubrir todo el mundo de un día para otro para que funcione. El proceso es obviamente gradual. Si crecemos un pequeño porcentaje cada año, es suficiente para ver los frutos en el tiempo. No necesitamos todo el capital del mundo para crecer. Solo necesitamos una parte. Si las generaciones que sí entienden Bitcoin invierten una fracción de su capital cada año en Bitcoin, el precio llegará a los cielos en los próximos años. Nunca debemos subestimar a una minoría con visión de futuro. Todo gigante creció en centímetros durante su infancia. Después de todo, Roma no se construyó en un día. No se construyó comiendo bananas. El Imperio se construyó con esfuerzo y paciencia.
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