La ciudad de Berkeley, California, ha avanzado con una iniciativa para aplicar tecnología de cadena de bloques a la financiación pública para recaudar fondos para proyectos comunitarios, según informa Bloomberg el 2 de mayo. Anoche el ayuntamiento de Berkeley votó unánimemente para pedirle al gerente de la ciudad que considere un programa piloto que proponga la venta de bonos municipales usando tecnología blockchain.

El proyecto, iniciado por el Vice Alcalde Ben Barlett, tiene como objetivo introducir otro método de financiación a la infraestructura financiera de la ciudad que ostensiblemente aumentaría la inversión de la comunidad mediante la reducción del precio mínimo de los bonos.

Barlett dijo que la empresa piloto tiene la intención de lanzar "microbonos" que permitirían la emisión de bonos en denominaciones entre 10 y 25 dólares. La denominación mínima típica de un bono municipal es de $5,000. Según Barlett, la gente puede pagar más fácilmente $10 que $5,000 por un bono, lo que haría de la inversión en proyectos de la ciudad una opción más viable para los ciudadanos promedio.

El uso de la cadena de bloques proporcionaría una plataforma de libro mayor, en la que se registrarían los microbonos tan pronto como se emitieran. Barlett dice que acoplar micro-bonos con la cadena de bloques es, "para moverse por Wall Street."

Barlett agregó que, si el proceso político lo permite, podrían ir un paso más allá y apoyar el financiamiento de proyectos municipales a través de una moneda tokenizada. La idea fue recibida con cierto escepticismo por parte de la concejala Susan Wengraf, quien dijo:

"No sé mucho al respecto, pero sé que es muy inestable. Los ejemplos utilizados con éxito por otras comunidades[emisión de minibonos] se basaban en dólares - efectivo, no en criptomoneda. Estaría encantado de apoyar la primera parte de la propuesta y más escéptico sobre la criptomoneda."

Berkeley comenzó a considerar un token municipal en febrero, después de que un tweet del presidente estadounidense Donald Trump expresara su preocupación de que la universidad local perdiera su financiación federal. Berkeley es también una ciudad santuario, lo que significa que no coopera con el gobierno federal para hacer cumplir la ley de inmigración. La administración Trump ha amenazado recientemente con retirar fondos para las ciudades santuario como parte de su reforma migratoria.

De acuerdo con los funcionarios de la ciudad, la emisión de una ficha municipal de Berkeley sería una manera para que la ciudad evite los déficits presupuestarios que son el resultado de resistirse a la actual administración presidencial.