Un nuevo informe publicado el 8 de enero por el Banco de Pagos Internacionales (BPI) encontró que el setenta por ciento de los bancos centrales de todo el mundo están realizando investigaciones sobre la emisión de monedas digitales de bancos centrales (CBDC). Sin embargo, los planes concretos de implementación y las motivaciones varían considerablemente según los contextos.
El BIS es una organización con sede en Suiza compuesta por 60 de los bancos centrales del mundo, y hasta la fecha ha dedicado varios informes importantes tanto a las criptomonedas descentralizadas cuanto a las CBDC. Las últimas son distintas de las primeras en que son monedas digitales emitidas por un banco central, cuyo estado legal depende de la regulación o ley del gobierno.
Como lo describe el BIS, las CBDC se clasifican como "mayoristas" —es decir, tokens digitales de acceso restringido para liquidaciones mayoristas como pagos interbancarios y liquidaciones de valores— o "minoristas".
Esta última categoría está subdividida por el BIS en “propósito general” y “basada en una cuenta” —es decir, aquellas ampliamente disponibles y dirigidas a transacciones minoristas— o “propósito general” y “basadas en token o valor”. Estas son una forma de efectivo digital emitido por el banco central disponible para el público en general, que tiene una disponibilidad similar a una CBDC minorista basada en cuentas, pero se distribuye y transfiere de una manera diferente.
La encuesta del BPI estudió a 63 bancos centrales en todo el mundo, 41 de los cuales están basados en economías de mercados emergentes (EME) y 22 en economías avanzadas —que representan casi el 80% de la población mundial y más del 90% de su producción económica—. De estos, se encontró que el 70 por ciento ya estaba involucrado, o pronto lo estaría, en la investigación teórica de las CBDC, un ligero aumento con respecto al 2017.
Entre los bancos que participan en la investigación de las CBDC, aproximadamente la mitad se han trasladado a experimentos y trabajo de prueba de concepto —un aumento del 15 por ciento respecto al 2017—, aunque muchos de estos PoC son notablemente de naturaleza analítica y no indican planes concretos de emisión de la CBDC. Solo cinco bancos centrales han progresado para ejecutar proyectos piloto de CBDC.
El informe del BIS aísla a Suecia y Uruguay como dos jurisdicciones excepcionales en las cuales la consideración activa de emitir una CBDC de propósito general como complemento del efectivo se encuentra en una etapa avanzada.
En el caso de Suecia, el Riksbank del país ha estado trabajando en un proyecto de e-Krona a principios del 2017. Según se informa, Suecia se encuentra ahora por delante de su próxima etapa, que es una prueba piloto de una e-Krona con valor prepago, sin intereses y rastreable.
En el caso de Uruguay, el banco central del país ya ha completado un programa piloto para un propósito general de las CBDC. Con el efectivo en circulación en declive, el banco central lanzó un programa piloto de e-Peso en noviembre del 2017, que estaba notablemente basado en DLT. Desde la conclusión exitosa de la prueba piloto en abril del 2018, el banco ahora está evaluando más ensayos y posibles emisiones.
En noviembre pasado, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, instó a la comunidad internacional a considerar las CBDC, argumentando que podrían trabajar hacia objetivos de políticas públicas como la inclusión financiera, la seguridad, la protección del consumidor y la privacidad en los pagos.