Testimonio de Joaquin Fenoy sobre Bitchain:

Hace poco más de un año, nacía Bitchain, fruto de varios factores.

Tengo el placer de llevar más de tres años dedicado a tiempo completo trabajando en el mundo bitcoin. Anteriormente a Bitchain, estuve colaborando de lleno en una empresa que fabricaba cajeros de compraventa de bitcoins. Creía en el potencial de su equipo humano y no me equivocaba al ser testigo de su exponencial evolución: a los pocos meses fueron seleccionados en la aceleradora boost VC de Silicon Valley.

Meses antes tuve la suerte de vivir con los componentes de Dark Wallet: Amir Taaki, Caedes, Sergio, Santi, en la "Kasa de la Muntanya", y ser testigo de primera mano, de la elaboración de Dark Wallet, con los más brillantes desarrolladores entonces en Bitcoin.

Una vez terminada mi labor comercial en los ATM, después de conseguir dos clientes con intención de fabricar una red de cajeros, pasé a plantearme qué rumbo tomar entre las tres opciones profesionales relacionadas con Bitcoin que tenía sobre la mesa. Y sí, me dejé seducir por ser cofundador de Bitchain, y esencialmente, por un sinfín de promesas rotas.


Esta es la historia de dos hermanos que buscaban unos primos que supieran mucho más que ellos en el sector, para que bajo sus promesas laborales, salariales y de inversión, podrían "marcar paquete" entre sus círculos, y levantar un dinero que para nada iba a ser destinado a la causa por la que los "sus supuestos primos", habíamos sido animados.


Llegados a este punto, antes de adentrarme en el desenlace de este comunicado, creo apropiado parafrasear a Warren Buffet:


“Dos clases de personas fracasan en este mundo, las que no saben nada, y las que creen saberlo todo” .


Empecé a trabajar, como socio, con la promesa de un contrato que, mes a mes, así hasta 11 prórrogas indefinidas de dicha promesa, se fue incumpliendo.


Con esfuerzo y tesón, de mi dedicación y conocimiento del sector, como de la profesionalidad de la persona que recomendé, como es Xavi, se puede ver el fruto que ha dado Bitchain, en logros comerciales, y mediáticos a través de Google.

Dichos logros comerciales, se han convertido en fracasos, pues el no atender las posibilidades debido a sus falsas promesas ejercidas por sus administradores,de querer abastecer todo, han hecho que como es normal, si quedas mal con más de 100 potenciales ubicaciones para colocar cajeros, se pierda dicha posibilidad.


Llegó un punto, en el que los hermanos estaban ensimismados en el éxito mediático, sin nada real que lo sustentara, la parte técnica que anunciaban tener a los cuatro vientos, me dejaba anonadado al saber que no era verdad, y que ellos pensaban, "bueno si hay un pedido se ponen a programar a 20 tíos". Cuánta ignorancia, cualquiera que conozca mínimamente el sector, sabe que los programadores con talento, trabajan esencialmente o para ellos o para el proyecto que les motive, pero en fin, fruto de la ignorancia les llevaba el tener el guapo subido a tan absurda conclusión.


A punto de alcanzar la curva de no retorno, les dije:

“Está bien, hasta aquí os habéis dedicado a marcar paquete, pero llega el momento de bajarse la cremallera y en el mejor de los casos vais a poder mostrar un pack de calcetines en oferta de 5 euros”.


Los hechos eran tan irrefutables que por fin, empezaron a atender la necesidad de incorporar los programadores con los que llevaba meses contactando para sumar su capital humano a un proyecto del que decían que tenían el capital necesario en el que invertir.


De los varios grupos de inversores, la soberbia e ignorancia del hermano CEO, hizo que se quemasen dichas opciones y salieran corriendo por patas. El afán de protagonismo hizo que el mundo que pretendía comerse se lo comiera a él.


A finales de noviembre, se pudo llegar a un acuerdo con inversores españoles. El 1 de diciembre de 2015, Bitchain recibía 180.000 euros de un préstamo participativo, destinado únicamente a la compra de bitcoins para proveer la demanda del sistema.


Por otro lado, los hermanos mentían más que hablaban a los inversores: como que tenian el 80% de Chip Chap, cuando en ese momento la propiedad era 0 y a los pocos días pasó a ser del 8%, después de usar el dinero del préstamo participativo, al comprar ese porcentaje de la empresa, convirtiendo dicho préstamo en una apropiación indebida, debido al uso que se le dio, que nada tenía que ver a los efectos por los que se firmó.

Por no hablar de adeudos de efectivo de 65000 euros, y otros muchos movimientos injustificables en las cuentas de la empresa, que ya la justicia dará cuenta tanto a su administrador único, como al solidario.


Es a partir de diciembre, cuando todo parece que tiene más sentido y todos los trabajadores estamos más ilusionados, ya que los chicos de Chip Chap se trasladan a trabajar y vivir a Sant Cugat. Es justo a partir de entonces, cuando se empieza a dejar de pagar prácticamente todo: proveedores, alquileres de ubicaciones de cajeros, alquileres de oficina, y sueldos de los trabajadores, el mío incluido.

Llegamos a marzo, en una situación límite, después de meses de falsas promesas de poner al día las deudas, y vanalograrse de la cantidad de dinero que están a punto de recibir por parte de los inversores en una reunión que tendría lugar el 8 de marzo.
Pero un día antes, sin imaginar siquiera la situación de emergencia económica en la que están los dos individuos, se comete un robo de 24 bitcoins del panel de gestión de Chip Chap, y es ahí donde aparece la falsa moral y la maldad amplificada de los susodichos.


Todo ello un día antes de la reunión que ellos suponían que iban a recibir un gran capital, y que mi parte del 15%, que tenía un valor escaso, podría revalorizarse sustancialmente. Es entonces cuando
sucede este hecho , y deciden culparme a mí, es decir, incriminar a otro de sus fechorías.


En mi defensa puedo alegar muchas cosas, remarco aquí las más evidentes: la empresa damnificada por el robo, Chip Chap, tuvo acceso inmediato a analizar y determinar que no se realizó la orden del robo desde mi equipo. Por otro lado, en el momento del robo, las 18 horas, yo estaba conduciendo, llevando a una chica del poryecto Eurocat, que vino a visitar al equipo de Chip Chap en el domicilio y en las oficinas. Es decir, estaba al volante y sin
ningún ordenador que pudiera operar, como así está dispuesta dicha chica a atestiguar.

Como medida de presión y en lo que se vendría a decir "una huída hacía adelante", deciden denunciarme, ante los mossos d'esquadra, por revelación de secretos, y ante la guardia civil por delitos informáticos.

Acudo a los dos cuerpos, y en la guardia civil ya me dicen que al saberse damnificada la empresa Chip Chap, se ha realizado una falsa denuncia diciendo que los bitcoins robados pertenecían a Bitchain, por lo tanto, tanto yo como Chip Chap,respondemos a partir de hoy, interponiendo demandas por varias causas a Bitchain y a
los susodichos hermanos, como: falsa denuncia, robo con fuerza de un equipo informático
de mi propiedad, injurias y calumnias, daños al honor, etc etc….

En definitiva una denuncia contra la injusta maldad de estos individuos, que de dicha condición, la maldad, quisiera añadir esta definición en la que puedan sentirse identificados:


“ El mal o la maldad, es una condición negativa, atribuida al ser humano, que indica la ausencia de moral, bondad, caridad o afecto natural por su entorno o quienes le rodean. En este sentido, el mal sería la característica de quien tiene una carencia, y actúa fuera del orden ético, convirtiéndose en consecuencia, en algo malo. ”


Ha sido un año, donde se ha trabajado y se ha conseguido mucho en muy poco tiempo en Bitchain. Las acciones de estos hermanos han quemado las naves de la empresa, pero con lo que no podrán acabar es con el extraordinario capital humano que ha pasado por él, y que bien seguro, daran grandes frutos en otros proyectos apadrinados por empresarios responsables y decentes. Nos vemos en la apasionante carretera de la Blockchain.


Kim Kimet.