Muchos en el espacio cripto insisten en hacer la comparación literal entre Bitcoin y el oro. Los amigos libertarios, dueños de la narrativa cripto por algún tiempo, nos presentan a Bitcoin como el salvador del sistema monetario actual. Es Bitcoin vs fiat. Es decir, Bitcoin es una especie de oro 2.0. Los bitcoiners simplemente adoptaron la misma narrativa que los escarabajos del oro llevan siglos utilizando. Entonces, escuchamos palabras como revolución, la abolición de los bancos, el fin del dinero fiat, la inflación, y Bitcoin como  “refugio seguro”. Pero la reforma política y económica planteada por los libertarios no es un movimiento de masas. Es más una idea que una realidad. ¿Es Bitcoin realmente igual al oro? 

En el mundo criptolibertario, el sistema está al borde del colapso. Y todo supuestamente es culpa de los progresistas. El fiat es el pecado original. En particular, su suministro infinito. Entonces, Bitcoin es la solución, porque es escaso. En esta historia, el diablo es el economista británico John Maynard Keynes. El nefasto keynesianismo y el shock de Nixon son los ángeles de la muerte de la economía según los libertarios. Entonces, cripto es una especie de vuelta a atrás. En lo que a retórica se refiere es un movimiento básicamente reaccionario. Se pondera bastante a los economistas ultraconservadores del siglo pasado. Los austriacos, sobre todo, son muy populares. Por esta razón, no es raro ver al joven bitcoiner antisistema atacando a los economistas citando teorías caducas en las redes sociales. 

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Después de cierto punto, todo este meollo es más político que económico. La derecha contra la izquierda. Los populistas contra las elites. La ciencia contra el fanático amateur. Irónicamente, el público no escucha a los economistas en materia económica. La mayoría obtiene sus ideas económicas de manera espontánea. En el caso de los jóvenes bitcoiners, escuchando a los criptoinfluencers. Viendo un par de documentales en Youtube, o siguiendo a un par de cuentas en Twitter, surge la epifanía: El sistema está por colapsar y debemos retornar al liberalismo clásico. 

Claro que este fenómeno tan posmoderno es propio de nuestra alocada actualidad. Ya no existe un mundo total. El mundo es una gran red de pequeñas tribus. Todas viviendo su propia realidad subjetiva. Nadie confía en las instituciones tradicionales. No hay una autoridad central que nos una a todos. Y todos son sospechosos. Tenemos al grupo y a los enemigos del grupo. El grupo siempre es inocente. Los enemigos del grupo siempre son culpables. 

Ahora bien, la comunidad Bitcoin primitiva se formó principalmente de anarquistas, libertarios, e informáticos. Ellos instauran la narrativa basada en la ideología. Sin embargo, como inversores, nos vemos obligados a ver el mundo como inversores. De lo contrario, perderemos dinero. Las idealistas tienden a vivir en un mundo imaginario. Pero el inversor debe ser mucho más pragmático. Como inversor, hay que pisar tierra. 

Seamos honestos. ¿Es Bitcoin un activo seguro? Nadie, por ejemplo, en su sano juicio, hipoteca la casa de su madre para invertir en Bitcoin a $60K. ¿Por qué? Bueno, porque Bitcoin es un activo especulativo sumamente volátil. El riesgo es simplemente demasiado alto. En el momento que reconocemos esa realidad se cae la narrativa libertaria.  Wall Street no ve a Bitcoin como un referéndum contra el sistema fiat. El capital institucional no está comprando Bitcoin para promover la utopía libertaria. Se compra Bitcoin para hacer dinero. Es un instrumento especialmente especulativo. 

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¿Por qué Bitcoin cae en marzo del año pasado? ¿Por qué Bitcoin cae ahora? Los libertarios hablan de Bitcoin como una cobertura ante la inflación. Pero dudo mucho que el inversor promedio sea así de conservador con sus criptoinversores. La gente llega a cripto queriendo hacer más 10X en un año, no buscando una solución para la inflación. Lo que se busca es crecer financieramente. De manera agresiva. Para nadie es un secreto que cripto es un imán para jóvenes ambiciosos. Aquí el concepto central no es la inflación. El concepto central es el riesgo. 

En tiempos de vacas gordas, los inversores se pueden dar el lujo de tolerar elevados niveles de riesgo. Entonces, invierten en startups, en compañías tech, y en proyectos arriesgados. Las innovaciones son populares en tiempos de bonanza. Porque el optimismo le da la bienvenida a lo nuevo. Pese a la crisis del coronavirus, las inyecciones de liquidez por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos crearon un boom especulativo que benefició a los proyectos de alto riesgo.  

Ahora estamos entrando en la etapa de la pospademia y los mercados están experimentando una rotación. Resulta evidente que durante este periodo de transacción, los inversores se están volviendo más conservadores. Con la economía real en plena recuperación, el enfoque se está centrando más en la producción real que en la especulación. El oro está llegando a su máximo. Y Bitcoin no termina de recuperarse de su último crash. Claramente, Bitcoin está alineado al sector tech en este proceso de rotación. 

La narrativa liberaría se desmorona al ver los datos. La volatilidad, por ejemplo. El comportamiento del S&P 500. El comportamiento del sector Tech en comparación a Bitcoin. El oro es un activo demasiado estable y aburrido como para compararlo con Bitcoin. Bitcoin es un activo demasiado nuevo e inmaduro como para ser un refugio seguro. El inversor de criptomonedas es demasiado codicioso como para renunciar a las ganancias por el bien de la ideología. Es más amante de la especulación que de la reforma monetaria. A pesar de lo que pueda vociferar de la boca para afuera en las redes sociales, para la gran mayoría de actores en este espacio, el lucro es más relevante que la utopía libertaria. 

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El precio baja cuando hay más vendedores que compradores. Así de sencillo. En este momento, hay demasiado miedo y la tolerancia al riesgo se reduce. Lo que quiere decir que los inversores se están inclinando por activos más estables. Lo que irónicamente significa una gran oportunidad. Es decir, Bitcoin está en descuento. Y el oro está bastante caro. 

Muchos vendieron Bitcoin en $60K. Pero ahora no es el momento para vender, pese a que muchos novatos lo están haciendo por caer víctimas del miedo. El truco de este negocio es comprar barato y vender caro. No es física cuántica, pero hay que tener bastante carácter para no caer en el juego de las emociones. La retórica libertaria confunde a muchísima gente, porque en la práctica no tiene mucho sentido. Lo mejor en este caso es pensar como inversores. Dominar los conceptos de riesgo, volatilidad y oportunidad. Diseñar un portafolio de inversiones balanceado y divorciado. Y, por encima de todo, ser mucho más escépticos de lo que escuchamos en las redes sociales. 

Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y operaciones implican un riesgo, y los lectores deben realizar su propia investigación a la hora de tomar una decisión.

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