Los inversores siempre dicen que nunca deben invertir más de lo que pueden permitirse perder, pero Didi Taihuttu de 39 años de edad decidió ir en contra de lo convencional. Él ha vendido todo lo que él y su familia poseen y lo convirtió todo en Bitcoins. Ahora vive en un campamento con una pequeña fortuna en cripto esperando que su precio llegue a la luna.
‘Estás loco’
Taihuttu realmente ha puesto su dinero donde su boca está en términos de su creencia en Bitcoin, ya que vendió no sólo su casa y los coches, sino todo lo demás, incluyendo bicicletas eléctricas, motos, ropa y zapatos. Taihuttu incluso vendió los juguetes de sus hijos.
Ahora está aguardándolo en un campamento en Venlo, Holanda, esperando que Bitcoin se dispare, haciéndolo sustancialmente más rico a partir de la inversión. Taihuttu dijo:
"La gente dirá, 'estás loco'. Pero somos una familia aventurera y vamos a jugar por un momento a vivir una vida minimalista. Si nunca se arriesga, la vida es aburrida".
La revolución Blockchain
Taihuttu piensa que Bitcoin, las criptomonedas y la tecnología Blockchain en la que se basan será el futuro y que están revolucionando el dinero y la banca. Él dijo:
«La Internet fue una revolución para la información, creo que Blockchain y las criptomonedas están revolucionando el sistema monetario, y dentro de cinco años todos dirán: "Podríamos haberlo visto". Estoy respondiendo a este cambio ahora».
No es la primera vez
Taihuttu tiene una historia de tomar riesgos importantes; esta no es la primera vez que lo ha vendido todo y lo ha empacado. En el verano del 2017, Taihuttu y su esposa tomaron la decisión radical de vender todo para viajar por el mundo.
La pareja acaba de regresar de un viaje por el mundo de nueve meses a través de Asia y Australia con sus tres hijas. Las visitas del Taihuttu incluyeron Angkor Wat en Camboya, nadar con delfines cerca de Brisbane y relajarse en la playa en Tailandia.
Aprendiendo en el camino
Taihuttu explica que fue en este viaje que empezó a escuchar más y más sobre las criptomonedas, conociendo gente que ya había invertido en ellas y la utilizaban al
máximo.
En Bali, conoció a un comerciante de intercambio sudafricano que renunció después de 17 años y entró en el comercio de criptos. Y en la playa cerca de Noosa en Queensland habló con alguien de Dubai que estaba negociando con Bitcoin. Taihuttu explica:
"Son personas que tienen mucha experiencia en el comercio, eso es lo que todavía me falta un poco".
Taihuttu mismo ha estado "en las monedas", como él lo dice, desde el 2010, cuando la moneda valía menos de un euro.
"Soy un empresario, así que cuando escuché por primera vez acerca de Bitcoin, dije: vamos a hacer esto".