Resumen de la noticia
Bitcoin deja rastros visibles y puede ser rastreado por herramientas forenses de la blockchain.
Monero y los mixers aumentan la privacidad, pero también atraen mayor escrutinio regulatorio.
Solo el 0,14% de las transacciones de criptoactivos están ligadas a crímenes, según datos de Chainalysis.
Durante una entrevista con el canal Bitnada, el especialista Caio Motta, de Chainalysis, desmintió uno de los mayores mitos del mercado de criptomonedas: el de que Bitcoin es totalmente anónimo. La conversación, conducida por el influencer Felipe Escudero, en colaboración con Cointelegraph Brasil, sirvió como preámbulo para la Blockchain Conference Brasil, que tendrá lugar los días 28 y 29 de noviembre, en São Paulo.
Desde los primeros años de Bitcoin, muchos defensores exaltaron la moneda digital como símbolo máximo de la libertad financiera. En palabras de Motta, este discurso, aunque tuvo sentido al principio, nunca correspondió a la realidad técnica de la blockchain.
“Bitcoin es pseudoanónimo, no anónimo. Cada transacción deja un rastro público, visible y permanente”, explicó el ejecutivo.
Según él, el hecho de que una cartera aparezca solo como una secuencia de letras y números no significa que esté oculta. Por medio de herramientas de análisis, es posible atribuir direcciones a entidades del mundo real, como exchanges, fondos o incluso criminales.
“Chainalysis consigue mapear esos movimientos y contextualizar el flujo de dinero”, afirmó. Este tipo de rastreo, según él, ya ha sido decisivo en decenas de investigaciones en todo el mundo.
Motta destacó que, aunque una cartera fría, sin conexión con corredores o procesos de verificación de identidad (KYC), mantenga cierto grado de privacidad, esto no impide el rastreo de las transacciones.
“El historial permanece visible, y cuando el dinero llega a un exchange, es posible identificar al dueño con el apoyo de las autoridades”, dijo. Para el especialista, el punto de conversión entre cripto y dinero tradicional es el eslabón más frágil para quien intenta esconderse.
Monedas de privacidad como Monero
El ejecutivo también comentó sobre el papel de las monedas de privacidad, como Monero, que fueron creadas precisamente para dificultar el rastreo. Él reconoció que estas redes poseen un nivel mayor de anonimato, pero afirmó que la presión regulatoria global hizo que grandes exchanges, como Binance y Kraken, dejaran de listarlas.
“Monero es más privado, pero también menos líquido y más sospechoso. Esto limita su uso y atractivo”, explicó.
Durante la conversación, Motta dio detalles de cómo se rastrean los grandes ataques de hackers. Mencionó el caso de Bybit, objetivo de un golpe asociado al grupo norcoreano Lazarus. Según él, Chainalysis logró identificar el movimiento de fondos a través de Torchain, un puente que permite conversiones entre diferentes redes.
“La transparencia de los contratos inteligentes permite seguir el rastro, incluso cuando el dinero cambia de la blockchain”, contó.
El especialista reveló además que existe una cooperación creciente entre exchanges y autoridades en todo el mundo. Cuando se identifica una dirección sospechosa, las plataformas que utilizan sistemas de compliance pueden bloquear automáticamente los fondos. En algunos casos, la congelación ocurre incluso antes de una orden judicial.
“Esta colaboración es lo que diferencia el mercado cripto de hoy del caos de 2013 o 2014. La industria ha madurado”, afirmó.
¿Los mixers hacen a Bitcoin más anónimo?
Cuestionado sobre el uso de mixers y herramientas como CoinJoin y Tornado Cash, Motta fue directo: “No todo el mundo que usa mixers es criminal, pero la tecnología puede ser usada para esconder dinero sucio”.
Él explicó que hay casos legítimos de personas que buscan solo más privacidad, como empleados que reciben salario en Bitcoin y no quieren exponer sus carteras. Sin embargo, recordó que los mixers de criptomonedas ya fueron sancionados por facilitar el lavado de dinero, y que las corretoras tienden a rechazar depósitos provenientes de esos orígenes.
Motta también rebatió la idea de que las criptomonedas sean territorio libre para el crimen. De acuerdo con datos de Chainalysis, solo el 0,14% de las transacciones globales en 2024 tuvieron relación con actividades ilícitas. Aunque ese valor absoluto alcance decenas de miles de millones de dólares, representa una porción mínima del ecosistema.
“La mayoría de las operaciones es lícita. El problema es la percepción equivocada”, dijo.
Por último, el especialista recordó que el propio carácter inmutable de la blockchain hace que el uso criminal sea contradictorio.
“Si alguien comete un crimen usando Bitcoin, esa transacción queda registrada para siempre. Es como dejar huellas dactilares en cada paso”, afirmó. Destacó que, a diferencia de lo que muchos creen, el sistema financiero tradicional es mucho más opaco que las blockchains públicas.
En el cierre, Motta dejó una advertencia a los más escépticos: “Quien cree que puede cometer crímenes y desaparecer usando criptomonedas está equivocado. Bitcoin es rastreable, transparente y auditable.”
Para él, el futuro del sector depende precisamente de esa claridad. “La privacidad es un derecho, pero el anonimato total es una ilusión. La verdad es que Bitcoin nunca fue invisible”, concluyó.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.