Son tiempos de volatilidad e incertidumbre debido a circunstancias sumamente atípicas. En consecuencia, los modelos de predicción tradicionales no están funcionando. En circunstancias “normales”, es un poco más fácil hacer pronósticos. Esto sucede, porque las probabilidades de obtener un resultado determinado son mayores. Este no es el caso en situaciones particularmente atípicas. Por ende, el inversor debe prepararse para los distintos escenarios. Movimiento alcista. Movimiento bajista. Movimiento lateral. ¿Cuál es tu plan?

El trabajo del inversor es actuar en un universo de tres opciones: comprar, vender o mantener. Compramos ante un pronóstico alcista. Vendemos ante un pronóstico bajista. Y esperamos ante un pronóstico lateral. En profunda incertidumbre, nos apegamos a nuestro pronóstico imperfecto y nos preparamos muy bien para los posibles reveses. Una gestión de riesgo es fundamental.

¿Cuál es la tendencia actual? La tendencia actual es bajista. La curvatura de la media móvil simple de los 200 días nos está mostrando que la probabilidad de bajar de precio ha sido mayor que la probabilidad de subir de precio. En el corto plazo, la tendencia es más lateral. Pero debemos tener mucho cuidado, porque esa estabilidad relativa se ganó después de una gran caída. Esa caída rompió con una línea de tendencia alcista y con varios soportes claves. Las medias móviles simples de los 20 días y de los 50 días no solo ahora están por encima del precio actual formando una resistencia, sino que también abandonaron su curvatura alcista.

¿Qué pasó? Durante julio y agosto, el mercado malinterpretó nuestra realidad macroeconómica reaccionando de manera exagerada ante los avances en la lucha contra la inflación. El optimismo era racional, pero el optimismo exagerado no lo era. Se pensó que la Reserva Federal, más pronto que tarde, daría un gran viraje en política monetaria para retornar a los estímulos en cuestión de meses. La esperanza generada por esta suposición desencadenó un rally de ciclo bajista que duró varias semanas. Sin embargo, las minutas de la Reserva Federal publicadas el miércoles pasado y las declaraciones de sus miembros en los últimos días, contradicen la narrativa que estaba impulsado ese rally. En consecuencia, los precios se desploman con el cambio de sentimiento. La desilusión estimuló el retorno del pesimismo.

Ahora los mercados están a la expectativa. Todos estamos esperando, para este viernes, las declaraciones de Jerome Powell, director de la Reserva Federal. Seguramente, tendremos una animada anticipación los días antes. Es decir, cierta volatilidad antes del anuncio. ¿Cuál es el gran anuncio? Se asume que nada del otro mundo. Lo que se espera es escuchar más de lo mismo. Todavía hay mucho trabajo por hacer. Aún no podemos cantar victoria. Dependemos de los datos en la medida que vayan llegando. Hay avances, pero no es suficiente. Se tratará en lo posible de orquestar un “aterrizaje suave”. Por último, el amigo Powell, seguramente, evitará hablar con precisión sobre las futuras decisiones de la Reserva para no comprometerse.

Los mercados lo que realmente están esperando es una lectura del tono. Si el tono se interpreta como excesivamente el de un halcón (“hawkish”), las cosas se pueden tornar rojas para el viernes en la tarde. Si, por otro lado, el tono se interpreta como relativamente el de una paloma (“dovish”), se podría producir un rally de alivio. Claro que, si las expectativas del mercado se cumplen de un modo más neutral, podemos tener un rally de alivio moderado. Me atrevería a decir que las intenciones de Powell no son causar grandes sorpresas. Powell querrá cumplir con las expectativas de un modo neutral. Sin embargo, la comunicación no ha sido el brazo fuerte del director. 

El soporte actual de Bitcoin es $20.8K. Ahí se frenó la última caída. La resistencia actual es $21.6K. O sea, no podemos decir que hemos tenido un rebote significativo. Sin embargo, hoy miércoles, estamos intentando romper esta resistencia. De hecho, ya la rompimos en el momento de la publicación. De lograr el éxito definitivo en la vela de hoy y en la de mañana, nuestra nueva resistencia sería el media móvil simple de los 50 días ($22.43K). El volumen no es mucho. Y la indecisión es bastante alta. Sin embargo, ahí están los alcistas dando la pelea. Durante los últimos días, el RSI estocástico ha estado emitiendo señales de sobreventa. El problema es que, al parecer, no hay suficientes compradores en estos momentos.

Muchos inversores en estos momentos están bajo agua. O sea, están por debajo del precio realizado por comprar a precios más altos que el actual. Eso significa que la ilusión de dejar la zona roja funciona como un gran motivador. Cualquier excusa es válida, porque las emociones están a flor de piel. El problema es que la situación macroeconómica no ayuda mucho. No hay suficientes compradores en estos momentos. Porque los inversores están en modo conservador. Las ganas de no perder son mayores que las ganas de ganar. Lo que perjudica a los activos risk-on como Bitcoin.

Septiembre y octubre son meses complicados. Los inversores están esperando un nuevo aumento de tasas de interés en la reunión de septiembre en el vecindario de los 50 puntos o los 75 puntos. Todo dependerá de los datos de aquí a los días de la reunión. De hecho, se espera un aumento de 1.25 puntos para final de año distribuidos en las reuniones restantes. Estamos hablando de comenzar el 2023 con unas tasas del 3.8% o 4%. Y aumentar un poco más en las primeras reuniones del próximo año. ¿Será suficiente? Algunos argumentan que las tasas finales deben ubicarse en 5%. Otros están diciendo que las tasas deben ubicarse por encima de la tasa de inflación para lograr el éxito. Pero, en este punto, son especulaciones. De nuevo, todo dependerá de los datos. En especial, la inflación y el empleo.

Alcanzar el objetivo del 2% de inflación no es fácil. ¿Se logrará en el 2023? No será fácil. Algunos dicen que es improbable. La Reserva Federal seguramente seguirá retirando liquidez para reducir la demanda. En algún punto, tomará una pausa. Y esperará la llegada de los datos. No es muy insensato asumir que las tasas, después de este punto, se quedarán del mismo modo por un rato hasta que la Reserva Federal se convenza de que la inflación está bajo control.

Ahora bien, la lucha contra la inflación despierta el otro demonio. El demonio de la recesión. Lo que es nuestra otra preocupación. La próxima temporada de reportes corporativos es en octubre. ¿Nos encontraremos con una desaceleración más palpable? Según las estimaciones, el 2023 promete ser un año difícil para los ingresos. Entonces, estamos entre la espada y la pared. ¿Inflación o recesión? ¿Ambas? En semejantes circunstancias, la expectativa racional es la anticipación de mucha volatilidad e incertidumbre. En este entorno, no es mala idea añadir algo más de estabilidad y predictibilidad a nuestro portafolio con algo más de efectivo y bonos. Podemos realizar compras selectivas para ir acumulando poco a poco. Sin embargo, esas compras deben hacerse bajo la tutela de una excelente gestión de riesgo. Diversificación, balanceo, coberturas, stop-loss, análisis objetivo de riesgos y oportunidades, expectativas racionales, etc. La fortuna favorece al inversor inteligente, prudente y paciente. 

 Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

Te puede interesar: