Rebobinemos los eventos hasta finales de 2021, cuando Bitcoin (BTC) cotizaba cerca de USD 47,000, lo que en ese momento suponía un 32% menos que su máximo histórico. Durante ese tiempo, el índice bursátil Nasdaq, de gran peso tecnológico, se mantenía en 15,650 puntos, apenas un 3% por debajo de su nivel más alto de la historia.

Si se compara la ganancia del 75% del Nasdaq entre 2021 y 2022 con el movimiento positivo del 544% de Bitcoin, se podría suponer que una eventual corrección causada por tensiones macroeconómicas o una crisis importante, llevaría a que el precio de Bitcoin se viera afectado de manera desproporcionada que el precio de las acciones.

Finalmente, estas "tensiones y crisis macroeconómicas" se produjeron y el precio de Bitcoin se desplomó otro 57% hasta los USD 20,250. Esto no debería ser una sorpresa, puesto que el Nasdaq ha perdido un 24.4% hasta el 2 de septiembre. Los inversores también deben tener en cuenta que la volatilidad histórica de 120 días del índice es del 40% anualizado, frente al 72% de Bitcoin, que es aproximadamente un 80% mayor.

Esta es la razón principal por la que los inversores deberían reevaluar comprar así sea una pequeña cantidad de Bitcoin. El potencial de riesgo-recompensa tras el ajuste a la baja de los activos de riesgo deja posiblemente más recorrido a la criptomoneda teniendo en cuenta tres factores: mayor volatilidad durante una recuperación moderada, escasez y resistencia a las sanciones regulatorias.

El problema es que el mercado está ahora en una tendencia bajista prolongada y no hay señales que apunten a una rápida recuperación porque la inflación de dos dígitos en muchos países sigue presionando a los Bancos Centrales para que mantengan una postura más estricta. He aquí un repaso de cómo tanto Bitcoin como el Nasdaq han luchado a lo largo de 2022.

Índice compuesto Nasdaq (azul) comparado con el precio de Bitcoin (anaranjado). Fuente: TradingView

La consecuencia de subir los tipos de interés y eliminar los programas de estabilización de los activos de deuda es un entorno de recesión. Que se logre o no un salir a flote sin problemas es irrelevante porque ningún inversor en su sano juicio optará por sectores expuestos al crédito y al crecimiento cuando el coste del capital está aumentando y el consumo se está contrayendo.

Bitcoin puede aplastar a las acciones tecnológicas incluso durante recuperaciones moderadas

La volatilidad suele interpretarse como algo negativo, teniendo en cuenta que los movimientos del precio -ya sea al alza o a la baja- son acelerados y violentos. Sin embargo, si el inversor espera algún tipo de recuperación en los próximos 12 a 36 meses, no hay razón para creer que Bitcoin seguirá bajo presión durante tanto tiempo.

Supongamos un caso neutro, como que Bitcoin recupera el 25% de la caída de USD 48,700 desde el máximo histórico, mientras que el índice Nasdaq, de gran peso tecnológico, no sólo recupera la totalidad de las pérdidas del 24.4% en lo que va de año en 2022, sino que añade otras ganancias del 40% en ese periodo de 1 a 3 años.

Ese escenario llevaría a Bitcoin a USD 32,425, todavía un 53% por debajo de su máximo histórico de noviembre de 2021. Por lo tanto, para aquellos que compraron BTC el 2 de septiembre a USD 20,250, esa cifra representaría una ganancia del 60%.

Por otro lado, bajo este mercado neutral, el Nasdaq revertiría sus pérdidas y sumaría un 40%, alcanzando los 19,563 puntos y totalizando una ganancia del 64.4%. Para ser claros: eso sería un 21.6% más que el actual máximo histórico.

Los mercados alcistas pueden crear límites de precios para las acciones

Las 7 primeras empresas del Nasdaq son Apple, Microsoft, Amazon, Tesla, Google, Meta y Nvidia, todos ellos conocidos gigantes tecnológicos. En los mercados bursátiles, las cifras de ganancias son la métrica más importante que respalda el optimismo de los inversores, pues mayores ganancias pueden redistribuirse entre los accionistas, utilizarse para recomprar acciones o reinvertirse en la propia empresa.

El problema radica en que cuando los beneficios suben, las empresas tienen enormes incentivos para emitir más acciones, lo que se conoce como ofertas de seguimiento. Además, una empresa tecnológica debe adquirir constantemente competidores de nicho emergentes para asegurar su posición de liderazgo. Por tanto, los mercados alcistas crean sus propios problemas, dado que las valoraciones se vuelven demasiado ricas y las recompras tienen poco sentido.

En el caso de Bitcoin, tener más mineros, inversores o infraestructura no se traduce en una mayor oferta circulante porque la fecha de producción está fijado desde el primer día. La oferta es fija independientemente de cómo fluctúe el precio.

Bitcoin fue diseñado para sobrevivir a la regulación y la centralización

Nvidia, uno de los principales fabricantes de chips informáticos y tarjetas gráficas, alcanzó un mínimo de 68 semanas el 2 de septiembre luego de que las autoridades estadounidenses impusieran un nuevo requisito de licencia para las exportaciones de chips de inteligencia artificial de la empresa a China y Rusia. Mientras tanto, a mediados de 2021, China tomó medidas contra las instalaciones de minería de criptomonedas en la región, lo que provocó que la tasa de hashrate de Bitcoin cayera un 50% en dos meses.

La principal diferencia en ambos casos es el ajuste de dificultad automatizado de Bitcoin, que reduce la presión sobre los mineros cuando hay menos actividad. Aunque la regulación estadounidense probablemente afectará a las exportaciones de Nvidia, nada impide que el fabricante de chips taiwanés TSMC, el surcoreano Samsung o el chino Huawei sigan creciendo y exportando productos.

Bitcoin es un sistema de dinero electrónico digital entre pares, por lo que no necesita exchanges centralizados para sobrevivir. Si los gobiernos optan por prohibir por completo el uso de criptomonedas, eso sólo enfatizaría la importancia y la fuerza de esta red descentralizada. Numerosos países han intentado suprimir la circulación de divisas, sólo para crear un mercado paralelo, con facilitadores que actúan como intermediarios ilegales.

En los tres escenarios diferentes, que varían desde el bloqueo total hasta un mercado alcista generalizado, las probabilidades favorecen a Bitcoin frente a las acciones tecnológicas a los precios actuales. Por lo tanto, ajustado por su volatilidad, la relación riesgo-recompensa favorece fuertemente a la criptomoneda más grande del mercado.

Los puntos de vista y las opiniones expresadas aquí son únicamente las del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de Cointelegraph.com. Cada inversión y movimiento comercial implica un riesgo, debes realizar tu propia investigación al tomar una decisión.