Puntos clave:
El dato de IPC, inferior a lo esperado, generó una respuesta positiva de Bitcoin, pues se abrieron nuevas posiciones en lugar de la habitual cobertura de cortos.
Los datos on-chain muestran una reparación del "balance" y una absorción de pérdidas para BTC, no una capitulación.
Bitcoin (BTC) se acercó a recuperar los 90.000 dólares después de que la inflación estadounidense se enfriara más de lo esperado, con el IPC de noviembre situándose en un 2,7% interanual frente a las previsiones del 3,1%. El dato más suave reduce la brecha con el objetivo del 2% de la Reserva Federal, aliviando la presión inflacionaria a corto plazo y reactivando el apetito por el riesgo en todos los mercados.
El dato del IPC eleva el precio de BTC mientras el posicionamiento se reconstruye cerca de los 90.000 dólares
Según el trader de criptomonedas Back, el rebote de Bitcoin posterior al IPC ha estado acompañado por un aumento en el interés abierto, lo que apunta a un posicionamiento nuevo en lugar de una simple contracción de los vendedores en corto. La exposición al gamma de las opciones se mantiene relativamente equilibrada alrededor del precio spot, lo que implica que el precio está menos restringido y es capaz de moverse si la liquidez se expande.
Sin embargo, el movimiento aún fue visto como un acto impulsivo más que como el comienzo de una nueva tendencia. La subida inicial ha sido impulsada en gran medida por la liquidez, dejando espacio para retrocesos a corto plazo, puesto que los traders reevalúan su posicionamiento después de la reacción inicial.
El último evento macroeconómico del año es la decisión sobre la tasa de interés del Banco de Japón (BOJ) el 19 de diciembre. Si bien los cambios en la política del BOJ pueden influir en la liquidez global a través de los mercados de financiación en yenes, la acción del precio reciente sugiere que gran parte de este riesgo ya puede estar reflejado en el comportamiento de rango limitado de Bitcoin durante las últimas sesiones. Si el resultado no es disruptivo, podría eliminar uno de los últimos obstáculos de incertidumbre a corto plazo para BTC.
Los datos on-chain de BTC apuntan a la estabilización, no a la distribución
Datos de CryptoQuant indicaron que Bitcoin está transitando hacia una fase de reparación desde octubre. Métricas del exchange, como la ganancia/pérdida neta no realizada (NUPL), indican que las pérdidas no realizadas han dejado de profundizarse, mientras que la relación de ganancias de salida gastada (SOPR), que se mantiene cerca del punto de equilibrio, sugirió que las monedas se están vendiendo cerca del costo en lugar de en pánico.
La actividad de depósitos en los principales exchanges se dispara principalmente durante movimientos bajistas breves y se desvanece a medida que el precio se estabiliza, lo que refuerza la visión de que la presión de venta es reactiva, no estructural. Mientras tanto, las entradas de direcciones altamente activas se mantienen elevadas, pero el MVRV se ha aplanado, señalando un comercio dentro de un rango en lugar de un exceso especulativo renovado.
Sin embargo, los últimos datos de inflación podrían ahora inclinar las condiciones de manera más favorable. Si la presión del dólar se alivia y los rendimientos reales disminuyen en los próximos días, la estabilización actual de Bitcoin podría transicionar hacia un movimiento alcista más duradero, especialmente si se recuperan los 90.000 dólares.
Desde un punto de vista técnico, BTC necesita superar los 90.000 dólares y recuperar una posición por encima del VWAP mensual (precio promedio ponderado por volumen) para mostrar la convicción de los compradores. Un cierre diario por encima de ese nivel sería crucial, con liquidez de venta inmediata disponible entre la brecha de valor justo (FVG) de 90.500 y 92.000 dólares.
Un rechazo y un aumento en el posicionamiento en corto mantendrían a BTC en línea para probar los mínimos de oscilación en 83.800 dólares.
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