Opinión de: Ignacio Palomera, cofundador y CEO de Bondex

El panorama global de la contratación está cambiando rápidamente. Hoy en día, los buscadores de empleo recurren cada vez más a la IA generativa para redactar cartas de presentación, adaptar currículums e incluso simular la preparación de entrevistas. 

La IA agente se autoaplica, la IA generativa redacta solicitudes personalizadas a gran escala, y las herramientas de autoaplicación de IA permiten a los candidatos postularse a miles de puestos en minutos. Los empleadores están inundados de solicitudes que parecen pulcras, persuasivas y personalizadas, pero que a menudo carecen de una señal real de esfuerzo, capacidad o autenticidad.

Cuando cualquiera puede producir una solicitud pulcra y de alta calidad con solo unas pocas indicaciones de IA, la carta de presentación tradicional, antes vista como una oportunidad para destacar y mostrar una intención real, se convierte en una mercancía. Deja de señalar esfuerzo o entusiasmo y comienza a parecerse más a un resultado estandarizado. 

Los gerentes de contratación se encuentran ahora con bandejas de entrada llenas de solicitudes pulcras y personalizadas que, curiosamente, se sienten todas extrañamente similares. Y ahí es donde comienza el verdadero problema: si todos parecen calificados en el papel, ¿cómo puedes saber quién tiene las habilidades y quién sabe cómo manipular una indicación? No se trata de quién escribe mejor, sino de quién puede demostrar que puede cumplir en el mundo real.

Un sistema de confianza frágil empeora con la IA

La contratación tradicional ha dependido durante mucho tiempo de señales basadas en la confianza, como currículums, referencias y títulos, pero estos siempre han sido sustitutos débiles. Los títulos pueden inflarse, la educación exagerarse y el trabajo anterior magnificarse. La IA difumina las cosas aún más, ocultando afirmaciones inverificables en una elocuencia artificial.

Para industrias de ritmo rápido y nativas remotas como las de cripto o los ecosistemas de organizaciones autónomas descentralizadas, las apuestas son aún mayores, ya que rara vez hay tiempo para una debida diligencia profunda. La confianza se extiende rápidamente y a menudo de manera informal, lo cual es arriesgado en un entorno pseudónimo y global. Más herramientas de RRHH o detección de IA no resolverán esto. Lo que se necesita es una base más sólida para la confianza misma.

Es hora de una reputación verificable y empleo on-chain

Considera a un gerente de contratación que intenta verificar el historial laboral, los perfiles sociales o las contribuciones on-chain

Hoy en día, los sistemas de identidad descentralizada (DID) te ayudan a probar que eres un ser humano real (que existes y no eres un bot). Eso es útil, pero es solo el comienzo.

Lo que no abordan es la capa más profunda: ¿Qué has hecho realmente tú? Está surgiendo una nueva frontera, una donde tu historial profesional, credenciales y contribuciones pueden ser verificadas y hechas portables. No se trata solo de marcar una casilla para probar que existes. Se trata de codificar tu experiencia para que tu reputación se construya sobre lo que has hecho, no solo sobre lo que dices.

En este modelo, tu currículum se convierte en un activo programable. No es un PDF estático, sino algo que puede evolucionar, ser consultado y, en algunos casos, ser verificado de forma privada sin revelar cada detalle. Ahí es donde entran en juego herramientas como las pruebas de conocimiento cero, dando a los usuarios control sobre cuánto revelan y a quién.

Algunos podrían argumentar que todo esto parece un poco demasiado invasivo. Sin embargo, en la práctica, y especialmente en Web3, la mayoría de los colaboradores serios ya operan a través de identidades pseudónimas construidas sobre acciones probables, no títulos de trabajo. Las DID nos llevaron a "humanos reales". La reputación verificable nos lleva a "colaboradores reales". Y ese es el cambio fundamental al que vale la pena prestar atención.

De filtros de RRHH a compuertas de contratos inteligentes

A medida que la reputación se vuelve programable, industrias enteras pueden ser reformadas. Subvenciones, rondas de contratación e incluso ventas de tokens podrían usar credenciales probables como filtros. Se acabó el adivinar quién está calificado o cumple las normas. No puedes simular una pull request fusionada en un repositorio central o pretender que completaste un curso vinculado a un token no fungible (NFT) emitido por un contrato inteligente.

Esto hace que la confianza sea componible, algo que puede integrarse en protocolos y plataformas por defecto. Lo que es probable hoy incluye contribuciones, historial de aprendizaje y credenciales verificables. Pronto, historiales laborales completos podrían estar on-chain.

Una mejora de confianza para la contratación en la era de la IA

La solicitud de empleo generada por IA es solo un síntoma de un colapso mayor de la confianza. Hemos aceptado durante mucho tiempo la autodeclaración inverificable como la opción por defecto en la contratación, y ahora estamos enfrentando las consecuencias. Los sistemas de identidad y credenciales basados en la blockchain ofrecen un camino a seguir, donde las personas pueden probar su trabajo y las decisiones de contratación pueden basarse en datos verificables, no en conjeturas.

Necesitamos dejar de fingir que el lenguaje pulcro equivale a la prueba de habilidad. Si la contratación, y los sistemas de reputación más amplios, van a sobrevivir a la próxima ola de IA, necesitamos reconstruir la base de la confianza. Las credenciales on-chain son un lugar convincente para empezar.

Opinión de: Ignacio Palomera, cofundador y CEO de Bondex.

Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser, ni debe tomarse como, asesoramiento legal o de inversión. Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente los del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.