En México, la plataforma Cincel se presenta como una opción para que cualquier persona puede hacer un contrato en formato digital y firmarlo vía remota, con validez legal. Así lo informó La Prensa, en un artículo publicado el 11 de junio, donde se cita a Fernando Vera, fundador de Cincel.

Según ese artículo Cincel se presenta como una opción en un mundo donde la gente precisa seguir trabajando y firmar contratos, a pesar de los problemas por la pandemia del Coronavirus

“El Covid-19 hace que todas las personas busquemos maneras en las que podamos seguir interactuando sin la necesidad de contacto físico, entonces seguir haciendo negocios sin contacto es una forma básica de seguir teniendo ingresos, de que no mueran las empresas”, señaló.

Pasamos de un día a otro de no tocar el tema de digitalización en los negocios a (pensar) cómo puedo ejercer todos mis contratos sin tener que recabar una firma física. Soluciones como Cincel abren la puerta de una manera muy fácil para que estas empresas continúen haciendo negocio”, agregaron luego en la publicación.

Según se detalló, la experiencia de usuario consiste en que las partes que firman un contrato pueden subir a la plataforma el documento inicial, que luego es modificado de acuerdo con las necesidades de cada uno. Así, una vez que está listo, ambas partes pueden hacer uso de una firma electrónica simple o una firma electrónica avanzada.

“De esta manera nadie tuvo que dejar su domicilio para hacer ajustes a un contrato y firmarlo. Un proceso de semanas se redujo a horas. Según la empresa, 75 por ciento de los contratos en la plataforma son firmados en menos de 24 horas, esto es 40 veces menos a lo que ocurre mediante canales tradicionales, en tanto que hay un ahorro de 85 por ciento en los costos de gestión de documentos y una reducción de 90 por ciento en los errores humanos”, especificaron.

Cabe destacar que los documentos armados en la nube de Cincel quedan registrados con tecnología blockchain. “Cada vez que alguien quiere compartir el documento o hacer cambios se requiere de la autorización de todas las partes, quedando grabada en la estructura del documento cada interacción de los usuarios y aportando la certeza de quién hizo qué, cuándo y cómo”, aclararon.

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