Según informó el Banco Central de Bolivia (BCB) en un comunicado de prensa, las remesas familiares enviadas por bolivianos en el exterior sumaron USD 127 millones en julio de 2025, el flujo mensual más alto registrado desde 2024. Con este resultado, el acumulado de enero a julio llegó a USD 757 millones, lo que representa un incremento de 1,6% en comparación con el mismo período del año anterior.
De acuerdo con la entidad, el fortalecimiento de estos flujos contribuye al ingreso de divisas en el país, un aspecto clave en un contexto económico marcado por la necesidad de mantener la liquidez externa y reforzar los ahorros familiares.
Un dato relevante del informe es que el 64% de las remesas ingresó mediante el sistema financiero tradicional —bancos, remesadoras, cooperativas y casas de cambio—, mientras que el 36% se canalizó por vías alternativas, especialmente a través de billeteras electrónicas y plataformas digitales. El BCB subrayó que esta tendencia ha cobrado fuerza a raíz de la Resolución de Directorio 082/2024, que permitió operaciones con activos virtuales como USDT, en un esfuerzo por ampliar el acceso a servicios financieros en medio de la escasez de dólares estadounidenses.
Este viraje hacia lo digital coincide con la estrategia de los bancos comerciales. El pasado 16 de mayo, el Banco de Crédito de Bolivia (BCP) lanzó un servicio que convierte automáticamente bolivianos en la stablecoin USDT para realizar transferencias internacionales. La iniciativa busca ofrecer rapidez, seguridad y ausencia de comisiones adicionales, abriendo un espacio para que más familias utilicen monedas digitales en lugar de depender únicamente de divisas físicas.
El comportamiento geográfico de los envíos también es ilustrativo. España sigue siendo el principal origen, con el 50,5% del total, seguida por Estados Unidos (15,8%), Argentina (7%), Chile (5,5%) y Brasil (2,2%). En cuanto al destino dentro del país, Santa Cruz concentró el 47,8% de las remesas, Cochabamba el 27,2% y La Paz el 14,9%, mientras que el 10,2% restante se distribuyó entre otros departamentos.
La reciente aprobación del Decreto Supremo 5384, que regula la creación y funcionamiento de empresas de tecnología financiera (fintech), también ha reforzado este escenario. La norma abre la puerta a que entidades públicas y privadas desarrollen soluciones en áreas como sistemas de pago, remesas internacionales y emisión de activos tokenizados, consolidando así un marco regulatorio que facilita la expansión de servicios digitales en el país.
Según el BCB, las remesas no sólo incrementan el ingreso de divisas, sino que también tienen un impacto directo en la economía familiar, favoreciendo el ahorro, la inversión y el consumo en los hogares bolivianos. El crecimiento de los canales digitales, sumado a la innovación del sector financiero, refleja una transformación en la manera en que los migrantes apoyan a sus familias, en un entorno cada vez más marcado por la digitalización y la inclusión financiera.
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