Brasil puede ser el primer país del mundo en integrar todo el universo de Bitcoincriptomonedas, Web3, stablecoins, NFTs y hasta monedas digitales del banco central (CBDC) a la programación de la televisión.

Recientemente, el gobierno firmó el decreto que regula la TV 3.0 y prevé su inicio ya en 2026 en el país.

La tecnología que promete transformar la forma en que los brasileños consumen contenido. Más allá de la calidad de imagen en 4K y hasta 8K, el nuevo estándar ofrece interactividad en tiempo real, integración con aplicaciones y hasta la posibilidad de compras y votaciones a través del control remoto.

De acuerdo con especialistas, la TV 3.0 no se limita a ofrecer un salto técnico. El modelo abre espacio para un ecosistema digital totalmente nuevo, capaz de unir medios, consumo y finanzas en una misma pantalla.

La experiencia, que debería acercarse al universo de los streamings, puede convertir a la televisión abierta nuevamente en protagonista de la inclusión digital en el país.

Además, debería abrir un mercado totalmente nuevo para pagos con stablecoins, criptomonedas e interacción con aplicaciones de Web3, metaverso y hasta NFTs.

TV 3.0 en Brasil

Eduardo Freire, CEO de FWK Innovation Design, explica que la TV 3.0 combina la señal abierta con capas de internet, creando una arquitectura de servicios inédita. Esta base posibilita desde interacciones simples, como votar en programas, hasta transacciones financieras seguras en pocos clics.

Freire compara la llegada de la TV 3.0 con la evolución de las redes móviles.

“Si el 3G permitió abrir correos electrónicos y el 4G hizo posible el video, la TV 3.0 comienza ofreciendo una mejor imagen e interactividad básica, pero rápidamente puede evolucionar hacia paquetes personalizados, micropagos e identidad digital”, afirmó.

Según él, la integración de Pix, Open Finance y, en el futuro, criptomonedas y el Drex, puede convertir a la televisión en el principal puente entre millones de brasileños y la economía digital.

Impactos en el consumo y en los negocios

Además de la experiencia más inmersiva para el público, el nuevo modelo abre oportunidades de negocio inéditas. Las emisoras podrán transformar la audiencia en relación, recopilando preferencias de forma consentida y transparente.

El llamado t-commerce debería permitir compras durante los programas, con una medición más precisa de los resultados. Este movimiento debería acercar a emisoras, minoristas, fintechs y operadores de telecomunicaciones en nuevos modelos de asociación.

Otro punto relevante es la integración de la TV con el celular. El control remoto inicia la acción, mientras que el smartphone finaliza los pagos o confirma los cupones. Este puente elimina barreras y facilita la adhesión del público.

“Si el proceso es simple, seguro y reversible, la TV puede volver a ocupar el papel de mayor plataforma de inclusión digital del país”, destacó Freire.

La adopción será gradual. Los consumidores necesitarán televisores compatibles o conversores específicos, pero el estándar actual seguirá activo durante algunos años.

El decreto firmado por el presidente Lula establece el sistema ATSC 3.0 como estándar para la TV 3.0, siguiendo la recomendación del Foro del SBTVD. La entidad sin fines de lucro, creada para brindar asesoramiento técnico al gobierno, está compuesta por miembros de los sectores de radiodifusión, universidades, centros de investigación y desarrollo, además de fabricantes de televisores, transmisores y software.

El ATSC 3.0 establece los parámetros de transporte, audio, video, subtítulos, interactividad, mensajes de emergencia, seguridad y datacasting (transmisión de datos) para transmisiones de televisión, y permite que las emisoras realicen actualizaciones periódicas para adaptarse a las tecnologías emergentes y las demandas del mercado.

Según lo informado por Cointelegraph, la TV 3.0 impactará todo el mercado de producción de contenido, y no solo los canales abiertos. Canales cerrados como CNNFoxGlobo News e incluso productores de contenido independiente como influencers y youtubers también podrán beneficiarse del cambio.

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