Diego Gutierrez Zaldivar es el CEO de IOVLabs y cofundador de la ONG Bitcoin Argentina. Durante Labitconf 2019, brindó una presentación titulada "Cómo Bitcoin, RSK y RIF están dando forma a la internet del futuro". Cointelegraph en Español conversó con él en Uruguay para conocer más sobre las plataformas que aspiran a hacer posible la adopción masiva de tecnologías disruptivas.

Fernando Quirós (FQ): ¿Cómo te iniciaste en este mundo de las criptomonedas y la tecnología blockchain?

Diego Gutiérrez Zaldívar (DGZ): Con Bitcoin tomé mi primer contacto en 2011, por un amigo mío que es hacker. La verdad que no lo entendí mucho en ese momento y en esa época no había mucho uso concreto.

Luego tuve otra experiencia, con un amigo que vivía en Silicon Valley. Él se topó con esto. Nos conocíamos desde la época de las “punto com” y él estaba entusiasmado. Me dijo: "abre una cuenta en blockchain.info". Abrí la cuenta y me mandó, a mediados de 2012, unos 5,000 BTC. En esa época, en Argentina teníamos controles de capital, así que era casi imposible que entrara y saliera dinero. Después me pidió que se los devolviera. Se los devolví y me dijo que me quedara con un bitcoin. Es así que le devolví los 4,999 BTC  y todo esto pasó como en una hora y, al final, el costo fue de menos de un centavo de dólar. Cuando vi esto, me dije: “Así es como se debería sentir un sistema financiero abierto, inclusivo, donde no tengo que pedirle permiso a nadie”. Y decidí que quería involucrarme en esto. En esa época estaba buscando algo que me motivara y cuando encontré esto, pensé: “Éste es el futuro del sistema financiero”. Y es el futuro de otras cosas que para mí eran muy importantes, que tienen que ver con la protección del valor que la gente produce, y descentralizar las relaciones de poder.

FQ: Si nombramos IOVLabs, RSK, RIF, etc. vemos que tienen un esquema de proyectos muy amplios. ¿Cuáles son los planes?

DGZ: Nuestro iniciativa nació con el propósito de habilitar la inclusión financiera y empoderar a las personas. Darle a la gente el control de sus datos, de su identidad, su dinero. Así nacimos y en ese camino fuimos viendo qué es lo que faltaba para que eso pudiera suceder.

Le dí el nombre de la "Internet del valor", una red abierta para registro y transferencia de valor. O protección y transferencia de valor. Todo nació con Bitcoin como una piedra fundamental. Un dinero o un activo que es apolítico, resistente a censura, en una red abierta en donde todos pueden participar. Pero cuando se piensa en la inclusión financiera, el Bitcoin es muy volátil. Entonces tenía claro que necesitábamos tener una representación de los activos de la sociedad, de las monedas de los países, los títulos de propiedad, y además necesitábamos tener lógica de negocios descentralizada. Porque si todo el sistema de valor era descentralizado, pero la lógica de negocios o acuerdos entre las personas estaba en un servidor central, un hacker podría cambiar los acuerdos. Entonces necesitábamos que los acuerdos sean descentralizados. Lo primero que hicimos, fue extender Bitcoin para que pudiera soportar las dos cosas. Por un lado que pudiera ser un sistema financiero que no sólo opere con Bitcoin, sino que opere con cualquier cosa valiosa para los seres humanos. Y además que pudiera manejar acuerdos entre las personas. Y gracias a eso nació RSK, que fue la primera plataforma que lanzamos.

Después nos dimos cuenta que además había que escalar. Que las blockchains no escalan bien. Por ejemplo, Bitcoin procesa siete transacciones por segundo. RSK potencialmente 100, y puede llegar a 2000 con las mejoras que tenemos planeadas. Pero aún eso no es suficiente. Alipay en China está procesando 85000 transacciones por segundo. Entonces necesitábamos otra capa, y ahí nació la tercera capa, que es la de infraestructura, que son básicamente todos los servicios de internet, incluso procesamiento de pagos entre pares, pero anclados en los contratos inteligentes, asegurados por la lógica de negocios de la red de RSK. Ahí agregamos la tercer capa, para completar todos los servicios que uno necesita para tener un sistema financiero totalmente descentralizado, donde el procesamiento de pagos es entre pares, pero siempre existe la seguridad de la blockchain de RSK, en caso de que haya una disputa o alguien no cumpla con su parte. Donde la gente puede guardar su información sensitiva en una nube, pero una nube encriptada y construida entre pares, y no con una organización que pueda capturar esa información o pueda censurar esa información. Entonces allí surgió RIF Storage. Y después, con el tema de la comunicación segura entre las personas, encriptada, salió RIF Communications, como una manera de crear una red de comunicaciones seguras.

FQ: Osea que son varias divisiones...

DGZ: Exacto. RIF son todos los servicios necesarios para tener un sistema financiero abierto y seguro, funcionando entre pares. Y nos faltaba llegar a la comunidad. Poder poner esa red de herramientas que venimos construyendo, en manos de la gente. Y en ese camino veníamos conversando con la gente de Taringa! 

La red social de Taringa! nació con un propósito cercano al nuestro, de dar una voz y de empoderar a los individuos, a las comunidades. También con el espíritu de que sea algo abierto y cualquiera pueda participar. Y ellos venían tratando de entender esta nueva internet del valor, y cómo bitcoin, blockchain, estas nuevas tecnologías podían integrarse. Ellos tenían una comunidad y una reputación, entonces le vimos sentido sumarlos.

FQ: Además tienen un número importante de usuarios...

DGZ: Sí, Taringa! tiene 30 millones de usuarios registrados. Entonces fue muy importante decir que sumemos la trayectoria y la reputación, y nosotros podríamos darle a Taringa! todas las herramientas que faltaban: cómo manejar el dinero, cómo manejar el valor de la comunidad y convertir a Taringa! en una economía colaborativa en la que los usuarios producen el valor pero también reciben el valor que se genera en la plataforma, con la visión de que, eventualmente, Taringa! será la primera demostración de cómo estas nuevas tecnologías de la Internet del valor y de lo que nosotros consideramos que será la Internet del futuro -que será la internet entre pares-, se vería en el mundo real.

FQ ¿Cómo ven ustedes el temas de las regulaciones? ¿Son necesarias?

DGZ: En general, la mayoría de las regulaciones que ya existen, sólo habría que extenderlas para que apliquen a estas nuevas tecnologías. Y no hay necesidad de crear una nueva regulación. Lo que pasa es que, al ser algo nuevo, genera miedo o incertidumbre. Y muchas jurisdicciones o países se apuraron a tratar de regular algo que todavía no entendían. Los que sí se tomaron el tiempo de entender el fenómeno, lo que hicieron fue regular el uso de la tecnología, y no tanto la tecnología en sí misma.

Lo que estamos construyendo son protocolos, lenguajes de programación, tecnologías. Lo que hay que regular no son las tecnologías, sino el uso que la gente hace. Igual, habrá como siempre una tensión, porque esto genera nuevos usos que no estaban contemplados y la regulación tendrá que adaptarse.

FQ: ¿Este tipo de nuevas tecnologías descentralizadas, en países como Venezuela o Argentina, pueden ayudar a la población?

DGZ: Opino que sí, en un cien por ciento. Para mí, si estuvieran estas tecnologías en la población, ayudarían mucho. Porque de alguna manera mantienen a los gobiernos a raya, hacen que los gobiernos no puedan hacer lo que quieran. Hacen que sean responsables con la economía. Que sean eficientes. Que un gobierno tenga el poder económico hace que los individuos tengan menos poder. 

Estas nuevas tecnologías empoderan al individuo y generan un diálogo, donde el gobierno tiene que cuidar a su población. El tema es que estas tecnologías todavía son complejas de usar y por eso surgió en parte esto de integrar a Taringa! La idea es hacer que las tecnologías sean muy fáciles de usar para que la gente pueda comenzar a entender cómo esto los puede empoderar. Que les permita proteger su reputación, su valor. Es un poco lo que hará que tengamos gobiernos más responsables.

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