La compañía criptofinanciera Circle se ha unido al organismo industrial Global Digital Finance (GDF) como miembro fundador para desarrollar un "Código de Conducta" global para el cripto, según un comunicado de prensa compartido con Cointelegraph el miércoles 31 de octubre.

Circle ha confirmado su participación con GDF en Twitter, destacando el compromiso de la compañía con el desarrollo de estándares para la industria con el fin de promover la aceleración y adopción de activos digitales. Otros actores de la industria en el grupo son supuestamente Coinbase, ConsenSys, DLA Piper, Diginex y otros.

Hoy GDF ha publicado el Código de Conducta y Taxonomía para Activos Criptográficos tras la aprobación de la comunidad de la GDF en una serie de minicumbres mundiales celebradas en Asia, Europa y EE.UU., según el comunicado de prensa. El Código también fue objeto de una consulta de 60 días con contribuciones de más de 200 empresas de la industria y la comunidad mundial del cripto.

El "Código de Conducta" será el comienzo de un "libro de normas compartido" de normas relativas a la gestión del dinero, la gestión del riesgo, la interacción con los clientes y los reguladores, y las prácticas del mercado.

El cofundador del GDF, Lawrence Wintermeyer, dijo que el organismo de la industria tiene la intención de construir un modelo de autorregulación global para la industria, con el objetivo de hacer que "los activos digitales funcionen sin problemas a través de las fronteras, lo que desafía los modelos jurisdiccionales actuales".

Las empresas pueden registrarse en el GDF como conformes con el Código a partir del primer trimestre de 2019. Según el comunicado de prensa, la organización aún está desarrollando un plan de registro.

La semana pasada, la Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA) otorgó el estatus de autorregulación a la Asociación Japonesa de Intercambio Virtual de Divisas (JVCEA). La JVCEA es una organización de criptointercambios registrada en Japón, que colabora en la elaboración de normas para proteger los activos de los clientes, contribuye a la política antilavado de dinero (AML) y proporciona estándares de procesos de trabajo para los criptointercambios.