La Superintendencia Financiera de Colombia, a través de un comunicado de prensa, el pasado 27 de junio anunció la culminación de la prueba piloto que adelantaba en LaArenera (SandBox) que permitió llevar a cabo operaciones de depósitos y retiros de criptomonedas a través de productos financieros de depósito en pesos colombianos. 

Para estas operatorias, se dio a conocer que participaron 7 entidades vigiladas “por la SFC (establecimientos de crédito y Sociedades Especializadas en Depósitos y Pagos Electrónicos - SEDPES -) y una plataforma de intercambio de criptoactivos constituida en el país”. 

El comunicado informó que “una de las conclusiones de la Superfinanciera al dar por culminado el período de las operaciones de prueba, es que no se observaron incidentes que pusieran en riesgo la continuidad del piloto de intercambio, ni se materializaron riesgos que afectaran a los consumidores financieros o la estabilidad de las entidades financieras participantes”.

Los datos recopilados durante el reciente proyecto piloto de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) han proporcionado información esencial sobre los riesgos que enfrentan tanto los consumidores como las entidades supervisadas al interactuar con plataformas de intercambio de criptoactivos dentro del sistema financiero. Este proyecto piloto ha sido fundamental para identificar y comprender las áreas de vulnerabilidad y los desafíos asociados con la integración de criptoactivos en el entorno financiero regulado.

Informaron que durante la prueba piloto se observaron diversas dinámicas y posibles riesgos que afectan tanto a los usuarios como a las instituciones financieras. Los consumidores se enfrentan a riesgos relacionados con la volatilidad de los criptoactivos, la seguridad de las transacciones y la protección de sus fondos. Por otro lado, las entidades supervisadas deben gestionar los riesgos operativos y de ciberseguridad, así como cumplir con las normativas internacionales y locales para evitar el lavado de activos y la financiación del terrorismo.

La reciente culminación del proyecto piloto llevado a cabo por la Superintendencia Financiera de Colombia ha proporcionado información esencial para el desarrollo de un marco regulatorio adecuado que aborde los riesgos asociados con la incorporación de criptoactivos en el sistema financiero colombiano. Este piloto ha permitido avanzar significativamente en la comprensión de las implicaciones de estos activos, garantizando tanto la protección de los consumidores como la estabilidad del sistema financiero.

Durante el desarrollo del proyecto, se observó que las plataformas de intercambio de criptoactivos implementaron el Sistema de Administración de Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (Sarlaft) y otras herramientas que facilitaron el conocimiento y seguimiento de los clientes y las transacciones con activos virtuales. Estas medidas cumplieron con los estándares y lineamientos internacionales, en particular los establecidos por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).

La implementación de estos sistemas y herramientas no solo demostró la capacidad de las plataformas para gestionar riesgos de manera efectiva, sino que también proporcionó un entorno seguro para las operaciones de compra-venta de criptoactivos. Este enfoque ha sido fundamental para la SFC y las entidades participantes, sentando las bases para futuras regulaciones y medidas de supervisión más robustas.

El proyecto piloto, además, subrayó la importancia de desarrollar un Sistema de Atención a los Consumidores y un mecanismo de divulgación de información claro y robusto. Estas iniciativas informan a los consumidores sobre las responsabilidades de cada integrante de las alianzas operativas y los riesgos inherentes a las operaciones con criptoactivos, reforzando la transparencia y la seguridad en el mercado financiero.

Expresaron en el comunicado: “Aunque los resultados del piloto constituyen un insumo valioso para definir una eventual iniciativa regulatoria en la materia, es importante advertir, tanto a las entidades vigiladas como al público en general, sobre los riesgos a los que se exponen cuando adquieren y transan con estos instrumentos y que, a la fecha, los criptoactivos no están regulados ni respaldados por un banco central ni por los activos o reservas de dicha autoridad, por lo que no constituyen un pago de curso legal con poder liberatorio ilimitado”.

En esta clase de operaciones las personas se exponen a altas volatilidades en el precio de estos tipos de instrumentos, dada la amplia especulación que se mantiene sobre estos por lo que el valor de intercambio podría reducirse drásticamente e incluso llegar a cero. Cabe señalar además que en la actualidad las plataformas transaccionales y comercializadores de los criptoactivos tampoco se encuentran reguladas por la ley colombiana ni se encuentran sujetas al control, vigilancia o inspección de esta Superintendencia”, continuaron en el comunicado.

Además indicaron que “como se ha advertido con anterioridad, corresponde a cada persona conocer y asumir los riesgos inherentes a las operaciones que realicen con este tipo de 'activos virtuales', pues no se encuentran amparados por ningún tipo de garantía privada o estatal ni sus operaciones son susceptibles de cobertura por parte del seguro de depósito”.

¿En qué consistía el Sandbox de la SFC?

El propósito del piloto realizado en LaArenera SFC fue evaluar, en un entorno controlado y supervisado, la adopción de medidas adicionales por parte de las entidades vigiladas para gestionar los riesgos inherentes al proceso de vinculación y prestación de servicios financieros a plataformas de intercambio de criptoactivos. Este piloto se centró en el otorgamiento de un producto de depósito y servicios de pago en pesos colombianos.

Para participar en la prueba piloto, las plataformas de intercambio de criptoactivos debían estar constituidas en Colombia y usar exclusivamente el producto de depósito para el recaudo y dispersión de recursos en pesos colombianos. Durante el piloto se permitió a las plataformas ofrecer la compraventa de criptoactivos y su almacenamiento en billeteras digitales a personas naturales. Cada transacción debía poder identificar el origen, destino y monto, asegurando que estos activos no ingresaran al sistema financiero colombiano.

Adicionalmente, las plataformas de intercambio de criptoactivos debían acreditar la herramienta tecnológica utilizada para realizar el conocimiento y seguimiento de los clientes, así como de las transacciones con activos virtuales. Las plataformas que participaron en la prueba alcanzaron la etapa de operación tras cumplir varios requisitos diseñados para garantizar la seguridad, transparencia y protección de los usuarios.

Entre las principales obligaciones de las plataformas participantes se incluían: implementar el Sistema de Administración de Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (Sarlaft), cumplir con los estándares del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), adoptar el Sistema de Administración de Riesgo Operativo y de Ciberseguridad, establecer firewalls, y acoger un Sistema de Atención al Consumidor (SAC). Además, debían informar a los consumidores sobre los riesgos asociados a la compraventa de criptoactivos y las responsabilidades de cada integrante de la alianza.

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