Entre la avalancha de anuncios realizados por el presidente de Argentina, Javier Milei, y que apuntan a darle un giro a la alicaída economía local, el gobierno argentino ha comenzado a apoyar el uso de criptomonedas. Estas divisas digitales fueron una alternativa para sostener ahorros e inversiones durante los últimos años, caracterizados por la devaluación del peso, la presencia de tipos de cambio múltiples e inestables y las restricciones gubernamentales en el mercado.
Y si bien Milei expresó una opinión escéptica hacia el Bitcoin en el año 2022, tras declarar que las criptomonedas en general no tenían curso forzoso y por lo tanto, eran poco fiables, es decir que como muchos estados carecen de leyes que establezcan a las criptodivisas como medio de pago legal en sus territorios, su uso es cuestionable, esta postura ha ido cambiando y flexibilizando favorablemente. Lo anterior, por cierto, de la mano de diversas regulaciones que cada país ha ido implementando para entregar mayores garantías tanto a usuarios, fintech y emprendedores.
Sin ir más lejos, y gracias a los anuncios en materia económica, la ciudad argentina de Rosario, fue testigo del primer contrato de alquiler de Bitcoin tras la derogación de la Ley de Alquileres.
En una medida que cambia de paradigma, el propietario de un apartamento en Rosario firmó el primer contrato de alquiler del país denominado íntegramente en Bitcoin (BTC). La firma se produjo tras la reciente derogación de la Ley de Alquileres de Argentina, derogación iniciada por el extenso Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Javier Milei del 30 de diciembre pasado.
En en el contrato se estableció el alquiler mensual, equivalente a “100 tokens Tether USDT”, una moneda estable vinculada al dólar estadounidense, que asciende a 100 dólares o 0,0021 BTC.
Y así es como Argentina, bajo la administración de Milei, ha ido dando señales favorables para la industria como, por ejemplo, el envío al Congreso de un proyecto de ley que establece el blanqueo de tenencias en Bitcoin y criptomonedas nunca declaradas. De esta manera, estas divisas podrían ser usadas para cualquier negociación y adquisición de bienes, siempre y cuando sean blanqueadas o regularizadas como cualquier moneda extranjera.
Entonces volvemos a la pregunta de esta columna: ¿Podría Argentina convertirse en el punto estratégico para la expansión de las criptomonedas en Latinoamérica? La respuesta es sí, es evidente que las señales y el camino están apuntando a lograr ese resultado que, por cierto, no es algo de corto plazo, sino todo lo contrario, partiendo incluso por temas de adopción de esta tecnología financiera.
Pero no cabe duda de que Argentina ya es un punto de partida importante para el uso del Bitcoin en Latinoamérica. Será el tiempo, y la adopción de esta tecnología, la que dirán si avanzamos o nos quedamos relegados al pasado.