Opinión de: James Harris, CEO del grupo Tesseract
En un entorno de márgenes cada vez más ajustados y una competencia intensificada, el rendimiento ya no es opcional. Se ha convertido en una necesidad.
Esta mentalidad de fiebre del oro oculta una verdad fundamental que define el futuro de la industria: No todo el rendimiento es igual. La obsesión del mercado por los rendimientos llamativos expone a las instituciones a pérdidas catastróficas.
En la superficie, la industria está repleta de oportunidades. Los protocolos anuncian rendimientos de dos dígitos. Las plataformas centralizadas promocionan productos de "rendimiento" simples. Los marketplaces prometen acceso instantáneo a los prestatarios.
Estas divulgaciones no son meros detalles deseables para las instituciones serias, sino requisitos fundamentales que marcan la línea entre la responsabilidad fiduciaria y una exposición inaceptable.
MiCA expone la brecha regulatoria de la industria
El marco de la Ley de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de Europa ha introducido un cambio estructural. Por primera vez, las firmas de activos digitales pueden obtener autorización para proporcionar gestión de carteras y servicios de rendimiento, incluidas estrategias de finanzas descentralizadas, en todo el mercado único de la UE.
Esta claridad regulatoria es importante porque MiCA es más que una casilla de cumplimiento que marcar; representa el umbral mínimo que exigirán las instituciones. Sin embargo, la gran mayoría de los proveedores de rendimiento en el espacio cripto operan sin supervisión, dejando a las instituciones expuestas a brechas regulatorias que podrían resultar costosas.
Los costos ocultos de "configúralo y olvídate"
El problema fundamental de la mayoría de los productos de rendimiento cripto reside en su enfoque de la gestión de riesgos. La mayoría de las plataformas de autoservicio trasladan decisiones críticas a clientes que a menudo carecen de la experiencia para evaluar a qué están realmente expuestos. Estas plataformas esperan que las tesorerías y los inversores elijan a qué contrapartes prestar, a qué pools ingresar o en qué estrategias confiar, una tarea difícil cuando las juntas directivas, los comités de riesgo y los reguladores exigen respuestas claras a preguntas básicas sobre la custodia de activos, la exposición de la contraparte y la gestión de riesgos.
Este modelo crea una peligrosa ilusión de simplicidad. Detrás de interfaces fáciles de usar y atractivas pantallas de rendimiento porcentual anual (APY) se esconden complejas redes de riesgo de contratos inteligentes, exposición al crédito de la contraparte y restricciones de liquidez que la mayoría de las instituciones no pueden evaluar adecuadamente. El resultado es que muchas instituciones asumen sin saberlo exposiciones que serían inaceptables bajo los marcos de riesgo tradicionales.
El enfoque alternativo de gestión de riesgos integral, verificación de contrapartes e informes de grado institucional requiere una infraestructura operativa significativa que la mayoría de los proveedores de rendimiento simplemente no poseen. Esta brecha entre la demanda del mercado y la capacidad operativa explica por qué muchos productos de rendimiento cripto no cumplen con los estándares institucionales a pesar de las agresivas afirmaciones de marketing.
La ilusión del APY
Una de las ideas erróneas más peligrosas es que un APY anunciado más alto indica automáticamente un producto superior. Muchos proveedores se inclinan por esta dinámica, promocionando rendimientos de dos dígitos que parecen superiores a alternativas más conservadoras. Estas cifras llamativas casi siempre ocultan capas de riesgo ocultas.
Las implicaciones para el mercado de este enfoque centrado en el APY son cada vez más evidentes. A medida que la adopción institucional se acelera, la brecha entre los productos de rendimiento que priorizan el atractivo de marketing y aquellos construidos sobre una gestión de riesgos sostenible se ampliará drásticamente. Las instituciones que persigan rendimientos llamativos sin comprender las exposiciones subyacentes pueden encontrarse explicando pérdidas significativas a las partes interesadas que asumieron que estaban invirtiendo en productos de ingresos conservadores.
Un marco para el rendimiento institucional
La frase "no todo el rendimiento es igual" debería convertirse en la forma en que las instituciones evalúan las oportunidades de ingresos de activos digitales. El rendimiento sin transparencia equivale a especulación. El rendimiento sin regulación representa una exposición al riesgo sin mitigar. El rendimiento sin una gestión de riesgos adecuada se convierte en un pasivo en lugar de un activo.
El rendimiento preciso de grado institucional requiere una combinación de cumplimiento normativo, transparencia operativa y gestión de riesgos sofisticada, capacidades que siguen siendo escasas.
El espacio de rendimiento cripto está experimentando esta transición ahora, acelerada por marcos como MiCA que proporcionan estándares claros para los servicios de grado institucional.
El ajuste de cuentas regulatorio
A medida que MiCA entra en vigor en toda Europa, la industria del rendimiento cripto se enfrenta a un ajuste de cuentas regulatorio que separará a los proveedores que cumplan de aquellos que operan en zonas grises regulatorias. Las instituciones europeas exigirán cada vez más servicios que cumplan con estos nuevos estándares, creando presión en el mercado para una licencia adecuada, una divulgación de riesgos transparente y prácticas operativas de grado institucional.
Esta claridad regulatoria probablemente acelerará la consolidación en el espacio de rendimiento, ya que los proveedores sin la infraestructura adecuada lucharán por cumplir con los requisitos institucionales. Los ganadores serán aquellos que invirtieron tempranamente en cumplimiento, gestión de riesgos y transparencia operativa, no aquellos que se centraron principalmente en un atractivo marketing de APY.
La evolución natural
Los activos digitales están entrando en una nueva fase de adopción institucional. La generación de rendimiento debe evolucionar en consecuencia. La elección a la que se enfrentan las instituciones ya no es entre un APY alto y bajo, sino entre proveedores que ofrecen rendimiento sostenible y conforme a la normativa, y aquellos que priorizan el marketing sobre la sustancia.
Esta evolución hacia estándares institucionales en el rendimiento cripto es inevitable y necesaria. A medida que el espacio madura, los proveedores supervivientes comprenderán que en un mundo de inversores institucionales sofisticados, no todo el rendimiento es igual, y tampoco lo son los proveedores que lo generan.
La demanda de rendimiento seguirá creciendo a medida que las cripto se integren más profundamente en las carteras institucionales. El futuro pertenece a un tipo específico de proveedor: aquellos que ofrecen un rendimiento atractivo, defendible, conforme a la normativa y construido sobre principios transparentes de gestión de riesgos. El mercado se está dividiendo según estas líneas. Las implicaciones remodelarán todo el panorama del rendimiento cripto.
Opinión de: James Harris, CEO del grupo Tesseract.
Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos y puntos de vista expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.